Sobrevivir con 45 millones
Si un tema ha estado candente durante el fin de semana ha sido el del recorte de presupuestos planteado por Max Mosley, el presidente de la Federaci¨®n Internacional del Autom¨®vil (FIA). Los equipos est¨¢n que trinan ante la posibilidad de que les impongan una reducci¨®n tan dr¨¢stica en la inversi¨®n econ¨®mica, porque la mayor¨ªa tienen unas estructuras tan enormes que no podr¨ªan sobrevivir con los 45 millones de euros propuestos por la FIA. En el paddock los directores de equipo no hablan de otra cosa. Ayer se reunieron durante m¨¢s de dos horas para establecer una estrategia com¨²n frente a Mosley, con quien va a reunirse Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari y de la FOTA (Asociaci¨®n de Equipos de F-1) en las pr¨®ximas semanas.
El problema que plantea una reducci¨®n tan dr¨¢stica de los gastos -ahora algunos equipos gastan hasta 300 millones- es que las plantillas actuales de 700 personas deber¨ªan reducirse hasta menos de la mitad. Y eso no s¨®lo supone una inversi¨®n enorme de dinero para financiar los despidos, sino una situaci¨®n moralmente inaceptable. Todos los equipos est¨¢n de acuerdo en que hay que bajar los costes, pero de una forma progresiva, tal como ya vienen haciendo desde el a?o pasado. Esta temporada han bajado entre un 30% y un 40%. Y el a?o pr¨®ximo preve¨ªan reducir a¨²n m¨¢s sus presupuestos hasta situarlos en alrededor de 100 millones. La negociaci¨®n con Mosley puede permitir situar la cifra en 65 o 70 millones por a?o y equipo.
Lo que no est¨¢n dispuestos a aceptar bajo ning¨²n concepto los grandes fabricantes es que la aceptaci¨®n de este presupuesto suponga unas ventajas t¨¦cnicas tan enormes que lleve a una doble categor¨ªa de coches y reglamentos en el mismo campeonato. El nuevo reglamento de Mosley concede tales ventajas a quienes se cuadren a sus exigencias econ¨®micas, que desvirt¨²an la competici¨®n: un KERS situado donde quieran y con doble potencia (160CV), alerones delantero y trasero regulables tantas veces como quieran, motor sin l¨ªmite de rpm, utilizaci¨®n de todos los motores necesarios sin penalizaci¨®n, libertad de utilizaci¨®n del t¨²nel de viento y de los tests invernales. Los dem¨¢s equipos, aquellos que no se plieguen y quieran mantener sus plantillas, no contar¨¢n con todas estas ventajas.
La segunda cuesti¨®n que quieren clarificar los equipos es qu¨¦ abarca y qu¨¦ no el recorte. Mosley dijo que en los 45 millones no se inclu¨ªan los motores, los sueldos de los pilotos, todo lo relacionado con la mercadotecnia, invitaciones, ni el dinero recibido por los derechos de televisi¨®n. La inversi¨®n en el coche ser¨ªa de 45 millones, pero las escuder¨ªas podr¨ªan seguir invirtiendo 200 en todo lo dem¨¢s. Con eso, Mosley pretende potenciar a los equipos m¨¢s d¨¦biles y retornar un poco a los or¨ªgenes: que las escuder¨ªas dependan de personas que respondan por s¨ª mismas de su continuidad y no de grandes empresas capaces de cortar de un plumazo sus aportaciones a la F-1, como acaba de hacer Honda.
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