Marea naranja en A Mari?a
Uno de cada diez habitantes de la villa lucense de Burela es abonado de su equipo de f¨²tbol sala, que acaricia el ascenso a Divisi¨®n de Honor
Un tsunami naranja invade Burela, villa marinera volcada con un equipo de f¨²tbol sala que est¨¢ a punto de completar uno de los ciclos m¨¢s meritorios del deporte gallego. En A Mari?a Luguesa, alejados de los foros m¨¢s influyentes en lo social y lo deportivo, un grupo de entusiastas ha concebido un modelo de estructura profesionalizada.
En una disciplina en la que empiezan a aflorar impagos y entidades que viv¨ªan por encima de sus posibilidades, el Burela F¨²tbol Sala Pescados Rub¨¦n gasta fama de solvente, pero sobre todo de proyecto implicado con su entorno, una localidad que no llega a los 10.000 habitantes y en la que, cada quince d¨ªas, m¨¢s de un millar acude al pabell¨®n de Vista Alegre.
El presupuesto del club es similar al de un equipo de Segunda B
Hay jugadores llegados de media Espa?a, brasile?os y portugueses
"Aqu¨ª el f¨²tbol sala siempre ha sido una filosof¨ªa de vida"
El 10% de la poblaci¨®n paga un abono para apoyar a su equipo desde la grada. Estas semanas el pueblo est¨¢ en efervescencia. Se habla del Bar?a, del Madrid o del D¨¦por, pero sobre todo del Burela. Restan tres jornadas para que acabe la liguilla de promoci¨®n a Divisi¨®n de Honor y el equipo tiene el ascenso en la mano. Si lo consigue, todos los grandes del f¨²tbol sala espa?ol, que es sin¨®nimo de mundial, pasar¨¢n por A Mari?a a partir del pr¨®ximo oto?o.
"En Burela el f¨²tbol sala es una filosof¨ªa de vida", anticipa Tontxo Trelles, presidente de la Pe?a Palestina. Tres agrupaciones siguen al equipo, viajan con ¨¦l. Hace unas semanas m¨¢s de 250 aficionados viajaron con el equipo a Zamora y la Pe?a Pataca Naranxa prepara un desplazamiento masivo a C¨®rdoba, dentro de dos semanas. "El Burela es un sentimiento", zanja Juan Izquierdo, su responsable, que recuerda como a?os atr¨¢s la poblaci¨®n vivi¨® tambi¨¦n con cierta expectaci¨®n las peripecias de su equipo de f¨²tbol, que fue puntero en Tercera Divisi¨®n y lleg¨® a jugar una fase de ascenso a Segunda B. Ahora languidece en Primera Regional.
"El f¨²tbol aqu¨ª no puede competir con el f¨²tbol sala. Tendr¨ªa que venir Florentino para conseguirlo", reflexiona Juanma Marrube, capit¨¢n del equipo, natural de Alfoz y que, a punto de cumplir los 30 a?os, ha vuelto a casa tras hacer carrera en Barcelona, Cartagena, Melilla, Ourense y en el Azkar de Lugo.
Juanma dej¨® el campo grande con 16 a?os porque entendi¨® que era m¨¢s sencillo ganarse la vida bajo techo. Porque en el Burela todos los jugadores son profesionales. El club se mueve con un presupuesto que supera el medio mill¨®n de euros, similar al de un equipo de mitad de la tabla de Segunda B y en su plantilla tienen cabida brasile?os, portugueses y jugadores llegados de media Espa?a.
Juan Antonio Miguel Garc¨ªa, el t¨¦cnico, lleg¨® el verano pasado desde Barcelona. "Cuando vine a Burela como visitante supe que era donde quer¨ªa trabajar porque aqu¨ª se vive este deporte como en ning¨²n sitio", asegura. Dicen los pe?istas que es una cuesti¨®n de cercan¨ªa, pero tambi¨¦n de gesti¨®n. Y desde la gerencia devuelven las flores. "La clave para sostener este proyecto es la afici¨®n", cree Juan Carlos Modia, que desgrana el af¨¢n que tienen por implicarse en un entorno donde no abunda la oferta de ocio.
"Tenemos unas escuelas deportivas con m¨¢s de 200 ni?os, un patrocinador principal y diez menores, que se implican y nos apoyan. Adem¨¢s, el equipo femenino est¨¢ tambi¨¦n cerca del ascenso a Divisi¨®n de Honor".
El pabell¨®n de Vista Alegre est¨¢ copado de publicidad y el club es mod¨¦lico en cuanto a estructura con un departamento de m¨¢rketing y comunicaci¨®n que har¨ªa palidecer al de alg¨²n equipo de f¨²tbol de Primera Divisi¨®n. En lo deportivo est¨¢ en una bendita encrucijada. En 1999 ya se hab¨ªa celebrado un ascenso a Divisi¨®n de Honor, pero el equipo se tuvo que ir a jugar primero a Lugo y despu¨¦s a Viveiro porque Vista Alegre no reun¨ªa las condiciones precisas para recibir a la ¨¦lite.
Descendi¨® y ya no volvi¨® a Burela, se qued¨® en la villa vecina bajo el nombre de Porto de Celeiro. La Liga Nacional de F¨²tbol Sala exige un aforo m¨ªnimo de 2.000 espectadores y en Vista Alegre entrar¨ªan bien apretados unos 1.600, pero el gerente Juan Carlos Modia lo tiene claro: "Si subimos no nos movemos de aqu¨ª, que nos echen de la Liga si quieren".
![Jugadores del Burela F¨²tbol Sala ante su afici¨®n.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/RFLHDGRUSC6ZONG6PDNVKDSRYY.jpg?auth=ff904a56fc5e96a5a58206d82249dcf3ae109af335fefb223cda1863ef95565b&width=414)
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