Benedicto XVI pide "coraje" a la comunidad cristiana

El Papa pidi¨® ayer a la comunidad cristiana de Tierra Santa coraje y que siga all¨ª para "mantener la presencia de la Iglesia en el cambio del tejido social". Durante una misa en el estadio de Amm¨¢n, a la que asistieron unos 20.000 cristianos palestinos y refugiados cat¨®licos de Irak, Benedicto XVI mantuvo su l¨ªnea de m¨¢xima prudencia y eludi¨® condenar la persecuci¨®n de los cristianos.

El Papa record¨®, eso s¨ª, que los cristianos deben "sacrificar su vida en el servicio a los dem¨¢s para oponerse al modo de pensar que justifica el asesinato de vidas inocentes". Una velada referencia a los ataques suicidas, o tal vez a la invasi¨®n israel¨ª de Gaza del pasado invierno. Fue la ¨²nica concesi¨®n del pont¨ªfice a una comunidad que se siente acosada y en proceso de extinci¨®n. En los ¨²ltimos 20 a?os su presencia en Oriente Pr¨®ximo se ha reducido alrededor del 80%.

En Irak, el n¨²mero de cat¨®licos ha ca¨ªdo de 1,4 millones en 2003 a 400.000

En Irak, seg¨²n las estad¨ªsticas del Vaticano, el n¨²mero de cat¨®licos ha ca¨ªdo de 1,4 millones en 2003 a unos 400.000 en la actualidad. En Israel y los territorios ocupados, suponen s¨®lo el 1,5% de una poblaci¨®n de 11 millones de personas: 180.000 fieles. La m¨¢s tolerante, Jordania, es su actual tierra de promisi¨®n, y se calcula que entre 200.000 y 250.000 profesan alguno de los ritos cristianos.

Pese a todo, el Papa sigue mostrando enorme prudencia en este viaje pensado para la reconciliaci¨®n con jud¨ªos y musulmanes. Los cat¨®licos esperan sin excesiva confianza un mensaje expl¨ªcito y contundente referido a los sufrimientos que causa la ocupaci¨®n israel¨ª de Cisjordania -quiz¨¢ el mi¨¦rcoles en Bel¨¦n-, pero ayer no hizo distingos cuando dijo: "La comunidad cat¨®lica est¨¢ profundamente tocada por las dificultades e incertidumbres que afectan a todos los habitantes de Oriente Pr¨®ximo". "No olvid¨¦is nunca", a?adi¨®, "la gran dignidad que deriva de vuestra herencia cristiana". Un portavoz del Vaticano afirm¨® poco antes de abandonar Amm¨¢n que el Papa "est¨¢ contento por el recibimiento que le han dispensado los cat¨®licos en Jordania".

No derrochan alegr¨ªa, sin embargo, los fieles cristianos de Palestina. Porque es precisamente eso, valent¨ªa y dignidad, lo que exigen -no s¨®lo los cat¨®licos- de Benedicto XVI. El arrojo para denunciar la penosa situaci¨®n que viven los palestinos, bajo ocupaci¨®n desde 1967 pero en condiciones mucho m¨¢s duras desde que en 2000 estallara la segunda Intifada. "Los cat¨®licos y los cristianos en general est¨¢n muy decepcionados con la visita. Ya lo estaban antes, pero hoy sir ir m¨¢s lejos el Papa ha reiterado que viene a tender puentes con los jud¨ªos y nada dice de la opresi¨®n. Tiene que decir la verdad y apoyar la justicia", asegura el sacerdote anglicano Naim Ateek.

La ocasi¨®n oportuna ser¨ªa su visita el mi¨¦rcoles, tras la misa que celebrar¨¢ en la plaza de la Iglesia de la Natividad, al campo de refugiados de Aida. Desde hace semanas, el comit¨¦ de recepci¨®n trabaja para construir un escenario de piedra desde el que el Papa lanzar¨ªa su mensaje. Soldados israel¨ªes ya se han presentado en el lugar a modo de advertencia. Todo apunta a que no se emplear¨¢ ese estrado colocado junto al muro de hormig¨®n de nueve metros de altura que a¨ªsla Bel¨¦n de Jerusal¨¦n. Pretend¨ªan los organizadores que se viera con nitidez esa barrera, las torretas militares, y la puerta met¨¢lica de acceso al campo. Sobre ella, una enorme llave de 20 metros simboliza el derecho al retorno de los refugiados a los pueblos y ciudades de los que fueron expulsados en 1948. Casi con certeza, las c¨¢maras no captar¨¢n esas im¨¢genes de Benedicto XVI. El acto se celebrar¨¢ en un colegio adyacente. El Vaticano ha accedido al cambio de emplazamiento al tiempo que el Gobierno israel¨ª, seg¨²n Europa Press, ordenaba detener la construcci¨®n del peque?o anfiteatro.

De momento, el pont¨ªfice evita cualquier menci¨®n que pueda molestar al Gobierno israel¨ª. En su visita a Betania, en la orilla este del r¨ªo Jord¨¢n, el supuesto lugar donde Juan Bautista bautiz¨® a Jesucristo, tampoco hubo referencias especiales al sufrimiento cristiano. El lugar santo es hoy casi un parque tem¨¢tico -siete euros la entrada- formado por un charco seco -que se mantiene gracias a una bomba de agua-, un par de templetes de madera y restos arqueol¨®gicos del siglo V. Situado sobre la frontera entre Jordania e Israel, fue zona militarizada hasta 1994. Ayer, Ratzinger bendijo las primeras piedras de dos nuevas iglesias. Hecho simb¨®lico, que tendr¨¢ escaso impacto: en las inmediaciones apenas hay centros urbanos importantes.