Piratas que queman
El caso de los bandidos capturados en el ?ndico exige la coherencia de los poderes p¨²blicos
Resulta cuando menos chocante que mientras la Audiencia Nacional se reclama competente, al amparo de la jurisdicci¨®n universal, para juzgar delitos graves acaecidos en T¨ªbet, Gaza, Guant¨¢namo o Ruanda, generalmente sin ciudadanos espa?oles implicados, uno de sus titulares acuerde dejar en libertad a un pu?ado de presuntos piratas en poder de la Armada espa?ola, decisi¨®n recurrida por el Gobierno. Hoy por hoy, y tras tres d¨ªas de confusi¨®n, se sigue ignorando d¨®nde ser¨¢n juzgados, o si lo ser¨¢n, los bandidos capturados en aguas del golfo de Ad¨¦n o a qu¨¦ pa¨ªs arribar¨¢ el petrolero de la Armada con sus detenidos, ahora t¨¦cnicamente en libertad.
El nuevo desencuentro entre el poder Ejecutivo y el Judicial abona la m¨¢s leg¨ªtima de las perplejidades ?Para qu¨¦ sirve una misi¨®n naval en el ?ndico, costosa y arriesgada, como la que mantienen Espa?a y la Uni¨®n Europea, intentado hacer seguras las aguas de Somalia, infestadas de piratas, si no se sabe qu¨¦ hacer con los capturados? El Gobierno esgrime que procede su entrega a Kenia en virtud de un acuerdo de la UE con este pa¨ªs africano, de rango indefinido, que prev¨¦ el enjuiciamiento en su territorio de los piratas apresados por las unidades de la UE. El juez Fernando Andreu estima que su entrega a Nairobi vulnerar¨ªa los derechos de los nominalmente detenidos a bordo del Marqu¨¦s de la Ensenada.
Es evidente que el eventual juicio en Kenia de unos bandidos somal¨ªes tiene mucho de arreglo pol¨ªtico para que los pa¨ªses europeos se eviten las pesadillas log¨ªsticas y judiciales derivadas de hacerlo por s¨ª mismos. Esos procesos, de celebrarse, servir¨¢n poco para aumentar la seguridad de una ruta mar¨ªtima crucial. Pero la impunidad es la peor de las soluciones. Mejor que los nuevos bucaneros crean que si son apresados acabar¨¢n con sus huesos en una c¨¢rcel de Kenia a que la lejan¨ªa y la falta de coordinaci¨®n de las potencias internacionales que patrullan sus aguas les coloquen por encima de la ley.
No estar¨ªa de m¨¢s que sobre este tema se trasladara a los espa?oles un cierto aire de coherencia. Los ciudadanos no dominan los arcanos jur¨ªdico-administrativos, ni tienen por qu¨¦ hacerlo. Pero s¨ª es obligaci¨®n de los poderes p¨²blicos, pol¨ªticos y judiciales, transmitir un mensaje claro y articulado, que encaje a la vez con el prop¨®sito de nuestro despliegue en el ?ndico y con un elemental sentido com¨²n.
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