"Los males de la sanidad no son por falta de m¨¦dicos"
Juan Jos¨¦ Rodr¨ªguez Send¨ªn (Vitigudino, Salamanca, 1955) ocupa desde el 18 de abril la presidencia de la Organizaci¨®n M¨¦dica Colegial. Define su cargo como el del "representante de los valores de la profesi¨®n m¨¦dica". Ve con esperanza el prometido Pacto por la Sanidad, "el mecanismo para que la sanidad deje de usarse como herramienta de confrontaci¨®n pol¨ªtica". Aunque insiste: "Falta voluntad pol¨ªtica para arreglar las cosas".
Pregunta. El ministerio asegura que faltan unos 3.000 m¨¦dicos y plantea que habr¨ªa que aumentar las plazas en las facultades de Medicina.
Respuesta. La causa de los males en la sanidad espa?ola no es la falta de m¨¦dicos. No negamos que hay una carencia, pero no es determinante. Lo que hay es una falta de respuesta a necesidades puntuales. Qu¨¦ m¨¢s quisi¨¦ramos en la OMC que tener 400.000 m¨¦dicos en vez de 210.000. Pero no es la soluci¨®n. Es m¨¢s, muchos males de la sanidad p¨²blica proceden del exceso de m¨¦dicos que hubo en las d¨¦cadas precedentes, que no permiti¨® introducir cambios. Intentar resolver el problema aumentando los n¨²merus clausus es una gran irresponsabilidad.
"Es rid¨ªculo hacer una ley contra el tabaco que luego no se cumple"
P. ?Y qu¨¦ propone?
R. Hay que identificar d¨®nde est¨¢n las necesidades. D¨®nde sobran y d¨®nde faltan m¨¦dicos. Es decir, hacer el famoso registro de profesionales. Y se podr¨ªa hacer en menos de seis meses si se quisiera, si hubiera voluntad pol¨ªtica. Pero si cada una de las partes se queda con la informaci¨®n por miedo de lucirla no podemos resolver el problema.
P. Una soluci¨®n planteada es que las enfermeras puedan prescribir medicamentos. ?Qu¨¦ le parece?
R. Un ataque de locura. Aunque surjan proyectos legislativos, que ya los ha habido, diremos que no. Y es mal asunto que los m¨¦dicos digan no. No nos convence. Hay que hacer una redistribuci¨®n de las funciones: las nuestras, las suyas y las de los dem¨¢s.
P. ?Cree que la alerta sanitaria sobre el virus H1N1 ha sido exagerada?
R. Es cierto que hay muchos riesgos que son m¨¢s importantes y que se minimizan porque son cotidianos, pero creo que se ha actuado bien. En una crisis como ¨¦sta nunca se sabe lo que va a ocurrir. Pero aunque ocurriera lo que algunas hip¨®tesis, que no dejan de ser eso, hip¨®tesis, pronostican, estar¨ªamos preparados para afrontarlo.
P. ?Habr¨ªa que endurecer la ley antitabaco?
R. Con una intervenci¨®n m¨¢s profunda se hubieran conseguido m¨¢s logros y evitar muertes. La ley tiene escaso desarrollo por responsabilidad de las comunidades y si esto sigue as¨ª y no se toman medidas puede ser muy mal ejemplo. Es rid¨ªculo hacer una norma que no s¨®lo no se cumple, sino que el que incumple se r¨ªe del que cumple.
P. Pero no se est¨¢ apretando las tuercas a las comunidades, igual que no se les ha apretado en el tema de listas de espera.
R. Las comunidades no cumplen porque no quieren. Lo de las listas de espera hay que resolverlo si queremos garantizar la supervivencia del sistema nacional de salud, y eso es competencia del ministerio. No puede quedar en manos de las comunidades, corresponsables de las listas, que van a intentar disimularlas.
P. El Gobierno ha aparcado el objetivo de regular la muerte digna y el suicidio asistido. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. S¨ª. No se puede jugar con la vida o la muerte en funci¨®n de unas necesidades que no son las claras de una mayor¨ªa. Antes que eso de lo que habr¨ªa que preocuparse es de impulsar en toda Espa?a la red de cuidados paliativos. Hay m¨¢s de 100.000 muertes al a?o que precisan una mejor atenci¨®n y eso hay que solucionarlo.
P. La ministra de Sanidad hablaba hace unos d¨ªas de encontrar el equilibrio entre el derecho de la mujer a abortar y el de los profesionales a objetar. ?C¨®mo hacerlo?
R. Habr¨ªa que regular la objeci¨®n de conciencia. La mujer debe poder acceder a la prestaci¨®n sin problema y el profesional tiene que ser capaz de objetar con nitidez y garant¨ªas. Para ello cada servicio sanitario deber¨ªa conocer la disponibilidad de sus profesionales, que tendr¨ªan que informar de su condici¨®n de objetores. Y ese manifiesto privado deber¨ªa recogerse en un registro de objetores de conciencia voluntario gestionado por la OMC.
P. Se prev¨¦ que la futura ley del aborto contemple que las chicas puedan abortar sin permiso paterno a partir de los 16 a?os. ?Est¨¢ de acuerdo?
R. Si se decide que para esto una mujer es mayor de edad a una determinada edad, tendr¨ªa que serlo para todo. Se puede encontrar un punto intermedio: que los padres est¨¦n informados y se respete la voluntad de la ni?a. ?Qu¨¦ hacemos cuando una ni?a aborte varias veces? ?Qui¨¦n es responsable, el Estado, la ni?a, los padres? Si se margina a los padres y luego se les obliga a que sigan al cuidado de la chica, estamos introduciendo una cu?a en la relaci¨®n entre padres e hijos.
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