La soledad de Federer
El suizo se ha recluido en las monta?as para entrenarse, huye del p¨²blico y en Madrid se aloja separado de los dem¨¢s tenistas
Lenny Kravitz impone su voz al estruendo de su banda mientras se desga?ita cantando Are you gonna go my way. El ruido y las luces tienen aturdidos a los asistentes al concierto inaugural de la Caja M¨¢gica, antes del estreno del Abierto de tenis de Madrid. Manolo Santana observa la escena desde un palco VIP en el que le acompa?a un invitado sorprendente: la medianoche muri¨® hace rato y ah¨ª sigue Roger Federer, ¨¦se que sue?a con ser como Kravitz desde que le conoci¨® en Par¨ªs; el mismo que pide a sus ch¨®feres que bajen las ventanillas y suban el volumen de la radio; uno que vive tiempos de zozobra desde que Rafael Nadal lleg¨® a su vida y cambi¨® toda la delicada estructura que le aup¨® hasta la gloria. El espa?ol, que no entiende de conciertos durante un torneo, vive dedicado a su trabajo y con la br¨²jula apuntando al norte. Federer, que se acaba de casar y en oto?o ser¨¢ padre, sin mapa ni hoja de ruta. Andan dos caminos divergentes. El del joven hambriento y el del campe¨®n establecido, que ayer debut¨® en el Abierto de Madrid ganando a Robin Soderling (6-1 y 7-5).
"Me preparo fuerte para recuperar mi mejor juego", dice el ex 'n¨²mero uno'
El capit¨¢n helv¨¦tico de la Davis carga con sus bolsas y siempre va un paso por detr¨¢s
Federer ha reaccionado al reto de Nadal buscando la soledad del tenista herido. Desapareci¨®, por ejemplo, antes del torneo de Roma, escondido entre el viento, las playas y los giare, los altiplanos rocosos de una isla italiana. Su secreto fue involuntariamente revelado. Stefan Koubek, zurdo de rev¨¦s a dos manos -igual que Nadal-, describi¨® en su blog c¨®mo Federer se lo hab¨ªa llevado para entrenarse hasta un rec¨®ndito club perdido en Cerde?a. "Me he entrenado todo lo fuerte que pod¨ªa, arriba en las monta?as, a resguardo", acab¨® reconociendo el ex n¨²mero uno. Koubec fue m¨¢s espec¨ªfico: "No pens¨¦ que Roger trabajar¨ªa tanto. Antes de ir a la pista, se entrenaba el f¨ªsico. Despu¨¦s, masaje. Era un proceso largo. Madrugar, entrenarse, estirar... Comer y vuelta a entrenarse. Medio d¨ªa libre en toda una semana. Y ese d¨ªa, tras el f¨ªsico, trabajo en la pista: de 11.00 a 15.00".
Mientras Nadal, que debuta hoy ante J¨¹rgen Melzer (16.00, TVE-1), se entrenaba en Manacor, Federer volvi¨® a esconderse antes de Madrid en un club de Z¨²rich junto a Roman Valent, campe¨®n j¨²nior de Wimbledon en 2001. En la capital, dicen desde la caseta, se ve la gran diferencia: "Roger se entrena su horita de siempre". ?Y Nadal? Convocando a dos tenistas para cada pr¨¢ctica, ayer ?scar Hern¨¢ndez y Pablo And¨²jar: nadie aguanta sus dos horas de alto ritmo
M¨¢s diferencias. Los asientos rojos transparentes de la pista central, su impresionante foso, todav¨ªa no han visto una pr¨¢ctica de Nadal o Federer, tan desorganizado est¨¢ el Abierto. Eso les ha colocado en contacto con el p¨²blico. Su reacci¨®n ha sido opuesta. Toni Nadal, t¨ªo y t¨¦cnico del espa?ol, ha ayudado a alg¨²n ni?o para que sortee la seguridad y se haga una foto con su ¨ªdolo. El viernes, Federer lleg¨® a la pista, vio que su silla estaba al lado de la grada y no lleg¨® a sentarse: la cogi¨® y se la llev¨® al lado opuesto, libre de cualquier grito. No es lo ¨²nico que les distingue. Nadal se aloja en un coqueto hotel concertado por la organizaci¨®n, bien cerquita del parque del Retiro. Es uno m¨¢s entre el vaiv¨¦n de raquetas y mochilas del vest¨ªbulo, un chico hablando de f¨²tbol, discutiendo sobre la lesi¨®n de Iniesta a la hora del aperitivo. Federer, no. ?l duerme en un hotel de superlujo, separado del mundo.
Son d¨ªas de tierra, calor justiciero y bochorno en la pista. A ese reto se enfrenta Federer sin entrenador que le corrija. "Hago lo correcto", dice. "Me entreno extremadamente fuerte para recuperar mi mejor juego". Eso se traduce en soledad. Nadal, siempre dirigido por Toni, ha acreditado a cinco acompa?antes para el torneo. Federer, s¨®lo a uno: el paliducho Severin Luthi, capit¨¢n suizo de la Copa Davis, que carga con sus bolsas y siempre marcha un paso por detr¨¢s. Es dudoso que de esa boca salgan reproches. Falta hora y media para que Federer debute. El genio se sienta con una botella de agua, el televisor y un mantel como compa?¨ªa. Llega un plato de pasta. Lo trae una mano amiga. La de Luthi. Federer juega, pero no se levanta para pedir su comida.
HOMBRES: Primera ronda: M. Cilic (Cro.)-M. Granollers: 6-2, 6-7 (4) y 6-1. J. Melzer (Aut.)-A. Monta?¨¦s: 4-6, 7-5 y 6-3. T. Berdych (R. Che.)-G. Garc¨ªa L¨®pez: 6-0 y 7-6 (5). Segunda ronda: T. Robredo-M. Fish (EE UU): 3-6, 7-6 (5) y 6-2. F. Verdasco-J. C. Ferrero: 6-3 y 6-2.
MUJERES. Segunda ronda: F. Schiavone (Ita.)-P. Kvitova (R. Che.): 6-4 y 6-2. C. Wozniacki (Din.)-V. Lepchenko (EE UU): 6-3 y 6-1.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.