Viaje en busca de la identidad

Para llegar a Galicia y a s¨ª mismo el profesor de arquitectura y fot¨®grafo Pablo Gallego Picard desanduvo los tiempos. Buscaba su identidad, "irreconocible en el mensaje de los medios". Buscaba esa Galicia en bruto, "buc¨®lica, salvaje, virgen y relacionada con la tierra que nos han estado vendiendo con fines tur¨ªsticos". Y se encontr¨® el v¨¦rtigo que da lo nuevo. El sobresalto que produce descubrir la imagen distorsionada de uno mismo.

Para su empresa identitaria Gallego se colg¨® la c¨¢mara, recuper¨® de los archivos del CGAI (Centro Galego de Artes da Imaxe) el primer documental del que se tiene noticia sobre el paisaje gallego, rodado en 1929 por Luis R. Alonso para la Exposici¨®n Iberoamericana de Sevilla, aunque no lleg¨® a proyectarse, y le puso el espejo. Gallego rod¨® mil¨ªmetro a mil¨ªmetro, 80 a?os despu¨¦s, la cinta de Alonso. Se embarc¨® en el mismo viaje, atrap¨® las mismas vistas, con la misma toma, a la misma hora y en el mismo lugar. Pero le puso color. Finalizado el trabajo, el autor no sabr¨ªa decir con precisi¨®n qu¨¦ es Galicia. "Algo universal, quiz¨¢ bastante similar a Extremadura", concluye evidenciando que cualquier parecido de la fisonom¨ªa del territorio consigo mismo es imposible.

El autor recupera el primer filme sobre la fisonom¨ªa de Galicia, de Luis R. Alonso

"Yo no estaba a gusto con Galicia; no estaba a gusto con esa Galicia que me contaban y no me la cre¨ªa, pero hemos llegado a buen t¨¦rmino", explica la reconciliaci¨®n con su pa¨ªs, consigo mismo, fruto de este periplo a la inversa para buscar razones. Su trabajo, que "no pretende realizar una denuncia urban¨ªstica, sino abrir la obra a la interpretaci¨®n de cada uno", se expone ahora, por iniciativa del Ministerio de Vivienda, en la sala Arquer¨ªa de Nuevos Ministerios, en Madrid, hasta el 28 de junio.

Gallego busc¨® sus ra¨ªces y s¨®lo encontr¨® horizonte. Pero no se queja. "Entiendo por qu¨¦ estamos donde estamos", justifica tras haber levantado acta notarial de la adulteraci¨®n del paisaje; despu¨¦s de haber hecho "una postal de la postal" con la que Alonso hab¨ªa inmortalizado la Galicia perpetua que, en su opini¨®n, a¨²n nos persigue.

No hay nada de nost¨¢lgico en su trabajo. "?Nada m¨¢s lejos!", sentencia. S¨®lo la "b¨²squeda de la identidad y el reclamo de la memoria hist¨®rica". Gallego cree que la identidad est¨¢ relacionada con el paisaje, que es "el que proporciona la singularidad, la idea de pa¨ªs". Y la memoria es "el acto de rebeld¨ªa fundamental para encontrar las ra¨ªces y aceptarse". Y esos han sido los anclajes de su viaje de tres a?os al origen a partir del documental de Luis R. Alonso, "posiblemente la pel¨ªcula que ha retratado m¨¢s paisaje de Espa?a" y que durmi¨®, sin que su autor la viera proyectada, durante d¨¦cadas hasta que en los a?os ochenta un grupo de intelectuales encabezados por Manuel Gonz¨¢lez (director de la Axencia Audiovisual Galega) la recuper¨®.

La exposici¨®n de Gallego no es s¨®lo la evidencia de la transformaci¨®n de Galicia. No es s¨®lo "la negaci¨®n de lo que nos han dicho que somos". No es tampoco la muestra del progreso. Es s¨®lo, opina el autor, el reflejo de nuestra imagen en el espejo y las consecuencias de ello. "Lo ¨²nico que queda del pasado es el horizonte", sostiene Gallego. Y eso es lo que muestran las im¨¢genes: una l¨ªnea de monta?as imperturbable al paso del tiempo que delimita un pa¨ªs id¨¦ntico a cualquier otro, y alejado del que fue, en su interior.

El descubrimiento de la nueva identidad se refleja en la exposici¨®n no s¨®lo en la contraposici¨®n de las im¨¢genes. "Lo ¨²nico que pervive y nos vincula al pasado es el horizonte y, sin embargo, no lo valoramos", puntualiza. Gallego decidi¨® buscar su pasado colectivo cuando regres¨® a su tierra tras a?os de formaci¨®n en Londres, primero, y despu¨¦s en Nueva York. "Cuando volv¨ª, empec¨¦ a comprobar que nada era lo que me contaban; Galicia no se correspond¨ªa con lo que dec¨ªan de ella". Y tuvo que buscarla.

Su exposici¨®n refleja el sobresalto; el v¨¦rtigo de lo desconocido. Pero la muestra va m¨¢s all¨¢ de la comparaci¨®n del paisaje entre 1929 y 2009. Gallego ha llenado la sala, adem¨¢s, con las anotaciones de su libro de viajes; con reflexiones sobre las im¨¢genes que proyecta; con la cartograf¨ªa de los lugares del rodaje e incluso con la grabaci¨®n del making off.

La pieza central de la exposici¨®n es la pel¨ªcula. Un mundo que contrapone, palmo a palmo, el antes y el ahora; la simetr¨ªa del horizonte que nos vincula al pasado, a lo que fuimos. Galicia es tan distinta de s¨ª misma que "incluso ahora la piedra lo invade todo: casas que antes eran de barro y que se aprecian en la pel¨ªcula de 1929 aparecen ahora revestidas por completo de piedra", comenta para dar cuenta de la "reinterpretaci¨®n del pasado que nos estamos creyendo".

Gallego ha titulado su muestra Deriva I. Dice que ha viajado por los "hilos de la deriva" en este recorrido hacia al presente; que ha retratado un pa¨ªs a trav¨¦s de esos hilos (las carreteras) paralelos a las que utiliz¨® en su periplo Luis R. Alonso. Los hilos de la deriva "m¨¢s all¨¢ de la geograf¨ªa", matiza.

Y ha sacado una conclusi¨®n: que nada es lo que parece. Aunque insiste: "Llegu¨¦ a buen t¨¦rmino con Galicia; y lo comprendo: es inevitable que cambie".