Houdini el escapista
De tanto proclamar el Apocalipsis, cuando llega el fin del mundo nos pilla dormitando. Nos tiene tan acostumbrados Mariano Rajoy a la letan¨ªa del Espa?a se hunde, que cuando la econom¨ªa lo certifica no consigue convertirse en una alternativa y aprovechar la oportunidad que la situaci¨®n econ¨®mica y pol¨ªtica le brinda.
Con cuatro millones de parados, 1,8 millones de ellos en el ¨²ltimo a?o, duplicando la tasa de paro de la UE, con una ca¨ªda del PIB del 3% y un d¨¦ficit p¨²blico del 10%, el l¨ªder de la oposici¨®n ten¨ªa de cara el debate sobre el estado de la naci¨®n, pero Houdini, el ilusionista, se volvi¨® a escapar. Rajoy se repiti¨® en la descalificaci¨®n y se atasc¨® en la alternativa, criticando mucho y proponiendo poco. Se esperaba algo m¨¢s que mostrar el programa econ¨®mico lindamente encuadernado para tratar con seriedad y responsabilidad una situaci¨®n econ¨®mica que lastra el futuro. Rajoy se movi¨® en el centro y las clases medias, cuid¨¢ndose de no asustar a los trabajadores enroc¨¢ndose en la autodefensa de la cr¨ªticas de Zapatero -el mundo al rev¨¦s-, que le acus¨® de pretender abaratar el despido.
Tras el debate Zapatero alivia la presi¨®n del PP, pero los letras siguen por pagar. El retraso de la financiaci¨®n es buen ejemplo de ello
Con ideas propias o ajenas, Zapatero plante¨® la necesidad de un modelo productivo m¨¢s competitivo y el l¨ªder de la oposici¨®n vacil¨®. Solo una visi¨®n corta de la pol¨ªtica explica falta de consenso para hacer frente a la gravedad de la situaci¨®n y al apoyo en temas como las energ¨ªas renovables, que en Alemania han creado miles de empleos. Otras medidas de Zapatero poco le comprometen, esperando la recuperaci¨®n. Zapatero y Rajoy se enfangaron a garrotazos. Como en el cuadro de Goya, que tan bien define la naturaleza hisp¨¢nica.
Falt¨® finezza en el uso del pacto para la investidura de Patxi L¨®pez, celebrando la rectificaci¨®n de la pol¨ªtica vasca. Si Zapatero so?¨® que el acuerdo le garantizaba alguna lealtad en el Congreso, le habr¨¢ quedado claro que el PP le marcar¨¢ la agenda sin remilgos.
Falt¨® finezza tambi¨¦n en las formas, en los gritos y aspavientos. Ser¨ªa de agradecer que la se?al realizada de televisi¨®n que graba y distribuye la c¨¢mara permitiera o¨ªr el canal del sonido ambiente. As¨ª, los ciudadanos disfrutar¨ªan de la algarab¨ªa que tan animados hace los plenos y ser¨ªan conscientes del ambiente cuartelario que a menudo los preside. El del martes era el ambiente de las grandes ocasiones, pero no hace falta un debate de relumbr¨®n para o¨ªr insultos y descalificaciones tabernarias.
Tras los mandobles con el jefe de la oposici¨®n, lleg¨® la operaci¨®n seducci¨®n para consolidar una mayor¨ªa parlamentaria que cada vez cuesta m¨¢s tras los reiterados incumplimientos del desarrollo del Estatuto y el pacto para desalojar al PNV de Ajuria Enea. Zapatero renov¨® el eslogan de la Espa?a plural y record¨® lo que considera su ¨¦xito electoral mientras los 25 diputados del PSC se remueven cada vez m¨¢s inc¨®modos en el esca?o. A partir de ahora tienen una nueva fecha, la d¨¦cima, para cerrar la financiaci¨®n. En tono majete intent¨® explicar Zapatero las dificultades t¨¦cnicas y pol¨ªticas de cerrar la financiaci¨®n y asegur¨® que no le asustan las cr¨ªticas del PP. El problema es que no sirven ya las proclamas de la Espa?a plural. Sirve el cumplimiento respetuoso de los pactos y Zapatero deber¨ªa pasar del eslogan de la Espa?a plural a la pr¨¢ctica de la Espa?a federal para acabar con la inc¨®moda sensaci¨®n de tomadura de pelo que recorre hasta al mism¨ªsimo Gobierno catal¨¢n.
Sab¨ªamos que la pol¨ªtica hace extra?os compa?eros de cama y a pesar de los rifirrafes plane¨® la sensaci¨®n de que entre profesionales se impone, como dijo Erkoreka, la "dictadura del realismo". Mano de seda en guante de hierro y disposici¨®n de di¨¢logo y de futuro acercamiento. Nada que ver con la par¨¢lisis de CiU tras su derrota parlamentaria con el primer tripartito. Y es que, como dice alguien, la indignaci¨®n no es una pol¨ªtica. Y los vascos lo saben.
Ya lo dec¨ªa el CIS. Rajoy no se beneficia del desgaste de Zapatero, que est¨¢ vivo con los mismos problemas que antes del debate, pero con menos presi¨®n del PP. La crisis tardar¨¢ en escampar, la mayor¨ªa parlamentaria y la financiaci¨®n por cerrar y las letras por pagar.
Esther Vera es periodista.
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