La reina de los intocables
La popular l¨ªder del BSP, Mayawati, amenaza los cimientos del poder de India
Los 250 millones de dalits (casta conocida antiguamente como intocables) de India la llaman behenji (hermana) y Mayawati les ense?a que ellos tambi¨¦n pueden tener un sue?o. Apoyada en sus votos y con la fuerza del elefante que simboliza su partido, el Partido Bahujan Samaj (BSP, seg¨²n sus siglas en ingl¨¦s), esta mujer de 53 a?os amenaza los cimientos del poder de la mayor democracia del planeta. Estas elecciones, cuyos resultados se conocer¨¢n ma?ana, tal vez a¨²n no sean las suyas, pero Mayawati no oculta que quiere ser primera ministra de la India y gobierne quien gobierne tendr¨¢ que contar con ella.
Naci¨® en la miseria pero siempre supo que ¨¦se no era su mundo. Se hizo primero maestra, luego abogada y encontr¨® en la pol¨ªtica el camino para desplegar sus alas. Pas¨® por encima de las risas que desataba su ignorancia; por encima de los desprecios de sus compa?eros de filas; de las cr¨ªticas de los periodistas; de los odios de quienes dejaba atr¨¢s. Mayawati es una fuerza de la naturaleza, un animal pol¨ªtico que no pone l¨ªmites a su ambici¨®n de poder.
El partido de los m¨¢s pobres ser¨¢ la bisagra en el nuevo Parlamento
Quienes la siguen de cerca desde que en 1995 consigui¨® lo que ning¨²n, ni ninguna, dalit antes hab¨ªa logrado, ser jefe del Gobierno de un Estado indio, dicen que "ha mejorado mucho". Fue en su Estado natal, Uttar Pradesh (UP), el m¨¢s poblado de la India -175 millones de personas- y uno de los m¨¢s conflictivos por su inmensa pobreza. S¨®lo consigui¨® mantenerse al frente cuatro meses, pero no se rindi¨®. En 1997 encabez¨® otra coalici¨®n gubernamental que dur¨® 6 meses y en 2002, otra por 18 meses.
Para las elecciones provinciales de 2007, Mayawati era ya el sue?o de muchos. Su falta de discurso pol¨ªtico -sus mensajes son cortos, repetitivos y casi sin contenido- lo supli¨® estudiando la base social de las barriadas -todas ellas pobres- a las que se dirig¨ªa y ampli¨® su colecta de votos colocando candidatos brahmanes (la casta sacerdotal, a la que pertenecen la mayor¨ªa de los intelectuales y profesionales liberales) o musulmanes en distritos en los que ¨¦stos eran mayor¨ªa. El BSP gan¨® por goleada. Logr¨® 206 de los 403 esca?os de la Asamblea de UP y comenz¨® a extender sus redes por los Estados vecinos.
Sus cr¨ªticos aseguran que ha amasado una fortuna cercana a los 10 millones de euros; que no ha hecho nada por mejorar las condiciones de vida de sus votantes; que, en contra de las leyes que protegen el patrimonio hist¨®rico art¨ªstico, trat¨® de construir frente al Taj Mahal un centro tur¨ªstico tipo Las Vegas; que se presenta cubierta en diamantes y que en lugar de construir escuelas y hospitales construye elefantes gigantes para que se vea bien el s¨ªmbolo del BSP. "Conduce el elefante" es su consigna.
Sus defensores, sin embargo, afirman que desde que gobierna en UP nadie ha vuelto a golpear a un dalit; que da esperanza a quienes viven sin ella desde que el hinduismo estableci¨® el sistema de castas hace 4.000 a?os, y que ha devuelto la dignidad a otros muchos millones de marginados de esta potencia emergente, como los musulmanes y las tribus. Si Mayawati ha llegado, los dem¨¢s pobres entre los m¨¢s pobres tambi¨¦n pueden llegar.
La mayor¨ªa de los sondeos aparecidos ayer tras un mes de elecciones generales apuntan a que el BSP ser¨¢ la bisagra del nuevo Parlamento, que ver¨¢ sus 545 esca?os divididos entre una multitud de partidos provinciales y las dos formaciones pol¨ªticas nacionales, el gobernante Partido del Congreso y el integrista hind¨² BJP. Aunque las diferencias en los an¨¢lisis son notables, Seema Mustafa, jefa de informaci¨®n de la revista Covert, concede al BSP entre 38 (el doble de los que tiene ahora) y 50 diputados, lo que convertir¨ªa al BSP en la tercera fuerza pol¨ªtica nacional.
Mayawati, que no ha querido hacer alianzas antes de las elecciones, se ha declarado a favor de formar con los partidos comunistas, el socialista y otros provinciales, el Tercer Frente, del que ella ser¨ªa primera ministra. Parece muy improbable, pero la batalla de la hermana de los dalits no ha hecho m¨¢s que empezar.
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