"La felicidad ha sido demonizada"
Se sienta de espaldas al sol y empieza a leer con voz nerviosa: "Nuestro mundo es un mundo desencantado, como dec¨ªa Max Weber. No creemos en la providencia ni en la intencionalidad de la naturaleza, y por eso la novela no deber¨ªa ser desalojada de nuestras vidas. Pues si la vida humana es lo que no tiene sentido, la novela es la instancia en la que acaso trata de restablecerlo, a trav¨¦s de la verosimilitud...", y la voz de Andr¨¦s Trapiello se torna m¨¢s segura a medida que avanza en la lectura de este pr¨®logo-manifiesto sobre los lindes de la ficci¨®n y la realidad, ante "los peligros de los escritores de poetizar la Historia". As¨ª empieza Trapiello la entrevista por su novela Los confines (Destino), que le genera un poco de nerviosismo por el tema abordado. Ha ido hasta una de las ¨²ltimas fronteras sociales, morales, hist¨®ricas y literarias donde reinan lo prohibido, la culpa y el pecado invadidos de prejuicios en todas las culturas: el incesto.
"El para¨ªso es para quienes lo merecen. Hay l¨ªmites en el deseo y no todos deben poder realizarse"
Pero en la novela, como amor verdadero entre dos hermanos que lo desaf¨ªan todo.
La arrogancia del sol matutino que entra por la puerta del balc¨®n borra los colores del piso de Trapiello en Madrid. Una luminosidad potenciada por las paredes blancas, el sof¨¢ marfil, un suelo de madera claro y algunos cuadros dan al sal¨®n un aire monacal. Trapiello ha robado muchas horas a la escritura de su serie Sal¨®n de pasos perdidos (van 15 tomos) para mirar de frente este tab¨² "sin hacer apolog¨ªa". Habla sentado de espaldas al balc¨®n, al sol, al Oriente. Junto a un rinconcito literario precedido por un espejo de agua del siglo XVIII que refleja la realidad como en un estanque rizado por la brisa y que parece visualizar sus reflexiones sobre "la confusi¨®n entre los g¨¦neros". "Por eso he tratado de escribir mis novelas en el territorio de la pura ficci¨®n", insiste este poeta, ensayista y novelista nacido en Manzaneda de Tor¨ªo (Le¨®n) hace 56 a?os, que en su nueva obra juega todas las cartas a un amor pol¨¦mico. No en vano, Max, uno de los protagonistas, advierte que probar¨¢ "que no hay ni mal ni bien en todo esto. Que la suma del mal y del bien es la inocencia".
PREGUNTA. ?Cu¨¢l es el sentido de Los confines?
RESPUESTA. Es una novela de la vida, no sobre el incesto. Sus protagonistas mantienen una relaci¨®n incestuosa, puesto que son hermanos, pero lo que nos ata?e a todos no es el incesto sino el amor que sienten. El incesto s¨®lo les incumbe a ellos, pero el amor nos incumbe a todos. Por lo dem¨¢s, no he querido hacer un tratado sobre el incesto, ya que no soy ni antrop¨®logo ni soci¨®logo ni psic¨®logo, s¨®lo soy un novelista.
P. Pero es la espina dorsal del libro y todo en ¨¦l va y viene por esa relaci¨®n.
R. S¨ª, aunque cuanto menos sepa el lector, menos prejuzgar¨¢ la novela, que no dilucida el origen del incesto sino que muestra c¨®mo dos hermanos sufren su prohibici¨®n y los prejuicios de un amor al l¨ªmite. La naturaleza no conoce la moral, y el incesto es un estado de naturaleza, incluso la Iglesia cat¨®lica tendr¨ªa que explicar muchas cosas. Pero insisto, no he escrito un tratado sobre el incesto, aunque su prohibici¨®n marca, seg¨²n L¨¦vi-Strauss, el paso del estado de naturaleza a la cultura y, como se?alan algunas feministas, esta teor¨ªa es en realidad la descripci¨®n acr¨ªtica del patriarcado, y el patriarcado est¨¢ en el origen del machismo, y el machismo directamente relacionado con la violencia de g¨¦nero. Para otros, el tab¨² del incesto es incluso anterior a la cultura, con un origen gen¨¦tico.
P. ?Estar¨ªa de acuerdo con los dos hermanos alemanes que son pareja y que piden que se cambien las leyes para que sea legal su matrimonio?
R. No har¨ªa una ¨²nica ley de excepcionalidad, pero lo que s¨ª har¨ªa es que la ley no los persiguiera. Hay que aceptar que eso es posible y que forma parte de la vida.
P. En Los confines hay una especie de vuelta al para¨ªso donde lo que prima es el amor y no el solo deseo sexual, ?intenta explicar o comprender el incesto en una relaci¨®n consentida e igualitaria por ambas partes?
R. En mi novela, por circunstancias especiales, todo sucede muy lejos de donde los personajes viven habitualmente. Ocurre en un pa¨ªs del tr¨®pico, en el sentido de que es lo m¨¢s parecido al para¨ªso, en los confines. Ah¨ª tiene lugar la conquista de ese para¨ªso que ellos dos buscan, es una raz¨®n importante del t¨ªtulo y de la tesis de la novela, eso es posible porque ha ocurrido lejos. El viaje es tan popular porque nos aleja de la vida cotidiana y sentimos que nos acerca al para¨ªso. Ese lugar es justamente el estado primigenio de naturaleza, y ah¨ª es donde puede darse la inocencia completa y absoluta donde se vive al margen de la moral, donde el para¨ªso es el estado incestuoso por antonomasia, donde el incesto no est¨¢ culpabilizado y donde estos personajes se encuentran y, por varias circunstancias, cristaliza.
P. Es curioso que sea un escritor espa?ol quien escriba del incesto, en cuyo pa¨ªs no se ha tratado de manera central, y tenga que situarlo en el tr¨®pico donde s¨ª ha sido abordado por autores como Rulfo, S¨¢bato, Vargas Llosa, Cort¨¢zar o Garc¨ªa M¨¢rquez.
R. No conozco todo lo que se ha escrito al respecto, pero s¨ª tengo la idea de que cuando el incesto aparece en la literatura suele ser entre primos, sobrino y t¨ªa, padre e hija, pero de manera un tanto tangencial, y ocasional, con malas conciencias.
P. En Cien a?os de soledad, de Garc¨ªa M¨¢rquez, es un hecho esencial y natural con un rosario de relaciones incestuosas de toda ¨ªndole, menos por amor salvo al final, aunque ya es demasiado tarde.
R. No recuerdo nada de Cien a?os de soledad, ni tengo inter¨¦s en hacerlo. Lo que me parece que hace diferente mi novela es justamente el abordar un hecho como ¨¦ste con dos personas que lo viven plenamente y reivindican la felicidad en este mundo, sin esconderse.
P. ?Por qu¨¦ el nacimiento de un amor as¨ª en tierras del realismo m¨¢gico en un libro donde, adem¨¢s, hay varias relaciones prohibidas?, ?no bastaba con el incesto?
R. Esta novela no es un cat¨¢logo de vicios. Me importaba situarla en un pa¨ªs que pod¨ªa ser identificable y, al margen de la relaci¨®n principal, citar un caso de una permisividad que hay no s¨®lo en Europa, sino una mayor que hay con la pederastia y el proxenetismo pederasta. En esos pa¨ªses que son paradisiacos la gente tiende a confundir que como es un para¨ªso, es un para¨ªso para todo, pero el para¨ªso es s¨®lo para quienes lo merecen. Hay l¨ªmites en el deseo y no todos deben poder realizarse.
P. El libro parece dejar la sensaci¨®n de que en el tr¨®pico la gente es m¨¢s permisiva con estas relaciones, ?lo cree usted?
R. Hay m¨¢s tolerancia, m¨¢s indiferencia y, sobre todo, m¨¢s explotaci¨®n. Los grados de confusi¨®n entre tolerancia y libertad son grand¨ªsimos, y muchos creen que todo est¨¢ permitido; a lo que hay que sumar que son pa¨ªses enormemente machistas, discriminatorios y con unas conquistas muy deficientes de los derechos de los ni?os, los homosexuales, etc¨¦tera. Por no hablar de Cuba, donde los homosexuales est¨¢n en la c¨¢rcel pero puedes acostarte con una chica de 14 a?os. Son pa¨ªses que responden a tipos antropol¨®gicamente machistas. Eso es lo que la novela trata de decir; en ese sentido es una novela feminista porque las mujeres son due?as de su cuerpo. A Am¨¦rica se organizan viajes sexuales, es una forma m¨¢s de vida, pero no por tolerancia de su gente sino por falta de desarrollo de los derechos.
P. Pero basta ver los casos de pederastia y turismo sexual para saber de d¨®nde son mayoritariamente las personas a las cuales se refiere.
R. Son de pa¨ªses del Primer Mundo que van al Tercer Mundo, donde la legislaci¨®n est¨¢ menos desarrollada, donde se amparan menos los derechos de la gente. Por eso, cuando dicen que se van a acostar con una ni?a, la verdad es que se van a acostar con la miseria. Y eso no es porque el Tercer Mundo sea m¨¢s liberal o permisivo, no, las que son m¨¢s permisivas son las leyes.
P. ?Cu¨¢l ha sido el resorte para escribir del incesto?
R. El de una historia real muy conocida en Espa?a cuando yo era joven. El resorte fue ver que la vida est¨¢ llena de estos casos que no se abordan porque la gente le tiene much¨ªsimo miedo al incesto, aunque sea infundado. Creo que es Claudia la que dice: "Nosotros ya no vivimos entre clanes, ya no intercambiamos mujeres, somos seres plenos". Esto es lo que subyace en la novela.
P. ?Por qu¨¦ una mujer como narradora?
R. Porque las mujeres no han tenido voz y cuando se ha hablado de ellas normalmente es un hombre el que les da esa voz. En el siglo XIX los novelistas acababan siempre haci¨¦ndoles pagar sus supuestos errores, como Madame Bovary, Fortunata y Anna Karenina. As¨ª que me propuse contar una historia de amor en relaci¨®n con la reciprocidad e igualdad, narrada desde la perspectiva de una mujer consciente del peligro que es vivir en ese grado de libertad absoluta que s¨®lo alcanza porque es parte tambi¨¦n de la m¨¢s ideal de las igualdades, la de la fraternidad. Y he hecho un gui?o cervantino en la manera de narrar de la protagonista.
P. ?Ha sido dif¨ªcil o complicado dar vida a esa voz femenina?
R. Teniendo en cuenta que somos hombre y mujer, que hay un componente femenino en los hombres y masculino en las mujeres, es sencillo si dejas hablar con naturalidad a la parte femenina que tiene uno. El novelista cuando escribe tiene el g¨¦nero de novelista, no de mujer ni de hombre.
P. En la novela se dice que la felicidad escribe p¨¢ginas en blanco. ?Es as¨ª?
R. No. La felicidad escribe p¨¢ginas memorables, lo que pasa es que hay que tratar de saber leerlas. Vivimos en una ¨¦poca en la que la felicidad ha sido demonizada y tiene un gran descr¨¦dito como consecuencia de muchas cosas razonables como el genocidio o el Gulag. Hist¨®ricamente, parecer¨ªa que somos culpables si tendemos a la felicidad, y no s¨®lo no ha sido demonizada sino que ha sido ridiculizada. Y s¨ª, ha escrito muchas p¨¢ginas en las que no hemos sabido ni querido leer, pero, al contrario, queremos escribir p¨¢ginas de felicidad.
P. ?Cree, como Nietzsche, citado en la novela, que el arte vale m¨¢s que la verdad?
R. S¨ª, pero no es una verdad ontol¨®gica. La interpretaci¨®n que hace Nietzsche de la palabra verdad es la verdad cient¨ªfica, lo demostrable. El arte vale m¨¢s que lo demostrable, y por eso el amor no se puede explicar por un tr¨¢nsito de fluidos ni de neurotransmisores, esa verdad cient¨ªfica no explica el amor. Lo explica la novela que es m¨¢s que la ciencia, y en ese sentido lo que Nietzsche viene a decir es que la novela o el arte son m¨¢s que la verdad
...Y retornan como un eco las palabras con las que Andr¨¦s Trapiello terminaba el pr¨®logo-manifiesto de esta entrevista cuando recordaba la frase de Stendhal que sirve de ep¨ªgrafe a Los confines porque, seg¨²n explica Trapiello, "el amor ¨²nicamente puede ser abordado en una novela. Es lo que puede dar sentido a una vida, lo que justifica incluso que queramos vivir en los l¨ªmites". -
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