El amor como absoluto
En la primera p¨¢gina, la cita de Stendhal sugiere la idea fundamental del libro, el amor como absoluto. Tema inabarcable, heterog¨¦neo e inmortal que Trapiello enriquece a?adiendo con toda intenci¨®n el concepto de transgresi¨®n social y moral al convertir a los amantes protagonistas en hermanos. El encendido discurso amoroso contiene en abundancia, como debe ser, los topos amorosos tradicionales pero tambi¨¦n un efecto turbador, propio de la literatura moderna, viva y en¨¦rgica. Se a?aden, adem¨¢s, numerosos elementos melodram¨¢ticos para reforzar un argumento casi de culebr¨®n suramericano, como si el autor condicionado por la realidad en la admirable novela-diario que nos entrega cada a?o haya querido desquitarse. Pero, al igual que en sus diarios, la construcci¨®n del texto est¨¢ presidida por la racionalidad. El lenguaje es siempre claro y directo sin que las met¨¢foras o las im¨¢genes desfiguren el recto sentido, los acontecimientos actuales y el pasado de los personajes se expresan con orden y atendiendo a las necesidades narrativas y la estructura es impecable: comienzo y antecedentes de la historia situados en territorio colombiano, intermedio y n¨²cleo dram¨¢tico en Espa?a y vuelta a Colombia para los sucesos hasta el desenlace. La emoci¨®n se mantiene alta casi siempre, pero sin ofuscar al lector que mantiene la capacidad de distanciarse y juzgar por su cuenta hechos y personajes. Desde luego, el que conozca la obra de Trapiello no se sentir¨¢ defraudado.
Los confines
Andr¨¦s Trapiello
Destino. Barcelona, 2009
271 p¨¢ginas. 19 euros
Es ¨¦sta una novela escrita con grandeza de miras, con af¨¢n de trascendencia y de un empe?o tan excesivo que a veces lleva a introducir cuestiones irrelevantes, como el atentado de la estaci¨®n de Atocha. Lleva dentro un gesto de rabia ante las injusticias del mundo. La primera parte del libro, extraordinaria, combina la libertad debida a los personajes con los sucesos marcados por la fatalidad y el azar. El autor, muy consciente de su necesidad, ha creado un gran aparato ret¨®rico para envolver la escena primordial, el acto incestuoso, el momento en que la vida da el giro irreversible, para que sea cre¨ªble y humano. Quien lo cuenta todo es la mujer enamorada, una narradora cordial y misteriosa que narra una gran pasi¨®n tamizada por el temperamento anal¨ªtico propio del personaje pero refiere tambi¨¦n, ante nuestro asombro, acontecimientos que no ha visto y pensamientos de otras personas que no puede conocer. Con ello, acompa?a y encauza gratamente nuestra lectura hasta el final cuando muestra todas sus cartas y confiere vigor, armon¨ªa y virtud al desenlace.
Trapiello, en la ¨²ltima parte, quiere dejar clara su posici¨®n moral ante lo que nos cuenta y entonces surgen, en mi opini¨®n, algunos problemas. Para defender en conciencia y honorablemente la validez de una relaci¨®n incestuosa libremente aceptada por ambas partes, un asunto de ley y tolerancia en nuestra sociedad y que, desde luego, me parece justo y razonable, introduce impensadamente la relaci¨®n sexual de un viejo con una ni?a para ejercer un contraste y consecuentemente provocar el rechazo moral muy l¨®gico de esta ¨²ltima opci¨®n. Naturalmente, desde un punto de vista ¨¦tico no hay dudas pero ello ha obligado a forzar las situaciones narrativas y a desfigurar en parte a los personajes. Trapiello, eso s¨ª, ustedes ya lo ver¨¢n, pretende con esta historia enmendar la plana a Garc¨ªa M¨¢rquez y, desde luego, eso no ser¨¦ yo quien se lo reproche. -
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.