La corazonada
"Para 2016 ni t¨² ser¨¢s alcalde ni yo Rey". Ese fue, seg¨²n me cuentan, el comentario que don Juan Carlos le hizo a Gallard¨®n el d¨ªa que el Ayuntamiento de Madrid fue a La Zarzuela para entregarle el proyecto ol¨ªmpico. Es algo m¨¢s que una corazonada, porque el Rey sabe que en la cabeza del alcalde no est¨¢ el eternizarse en Cibeles y en la del monarca debe estar la de abdicar en pocos a?os para coronar a don Felipe y que reine una temporada bajo su atenta mirada.
La otra corazonada, la de que Madrid consiga los Juegos de 2016, est¨¢ menos fundamentada. La semana pasada vimos a Reyes, Pr¨ªncipes, alcaldes y presidentes rindiendo pleites¨ªa a unos desconocidos como si sus cargos y t¨ªtulos dependieran de ellos. Lo de ser miembro del comit¨¦ examinador del COI es un chollo. Esos 16 hombres y mujeres sin piedad que vinieron a inspeccionarnos se pegaron una semanita en Madrid a cuerpo de rey. Las mejores habitaciones del Villamagna fueron para ellos, alfombra roja en todos los recorridos y se comieron nuestro mejor jam¨®n. Un ejercicio indisimulado de pelotilleo rayano en la humillaci¨®n para que la candidatura de Madrid 2016 reciba una buena nota. Estoy seguro que la obtendr¨¢ y no porque les hayamos sacado brillo a la chaqueta de tanto pasarles la mano por el lomo, sino porque la nuestra es objetivamente una buena opci¨®n, puede incluso que la mejor opci¨®n de cuantas aspiran a la designaci¨®n.
Mantener la aspiraci¨®n ol¨ªmpica nos obliga a un nivel de autoexigencia que mejora la ciudad
Madrid es por muchos motivos una garant¨ªa de ¨¦xito en la organizaci¨®n de unos Juegos y adem¨¢s la gente los quiere de verdad, lo que no siempre ocurre entre las ciudades aspirantes. Londres, sin ir mas lejos, nos arrebat¨® en Singapur los del 2012 sin contar con el entusiasmo de su ciudadan¨ªa, una parte importante de la cual ve en las Olimpiadas m¨¢s inconvenientes que ventajas. Seg¨²n parece, son muchos los londinenses que contemplan los Juegos como un incordio que les trastorna la ciudad y no quieren movidas co?azo. Sin embargo, ese factor humano no pes¨® en la elecci¨®n que la delegaci¨®n brit¨¢nica, encabezada por Tony Blair, logr¨® moviendo las fichas la noche antes en el hist¨®rico hotel Raffles. All¨ª nos quitaron la cartera dej¨¢ndonos con esa cara de membrillos que a¨²n conservamos. As¨ª que esta vez se me ha hecho m¨¢s duro observar el agasajo de los miembros del COI. Y adem¨¢s, yo tambi¨¦n tengo una corazonada, como reza el lema de la candidatura de Madrid, una que no coincide con la que proclama Gallard¨®n.
Cu¨¢nto me gustar¨ªa comerme esto que digo, pero creo que lo tenemos francamente jodido. Podemos ponerle toda la ilusi¨®n, trabajo y talento que queramos, pero al final deciden otras variables y otros manejos que objetivamente hacen muy dif¨ªcil que en el verano de 2016 haya Juegos Ol¨ªmpicos en Madrid.
No voy a abundar en el peso incuestionable de esa regla no escrita que mantiene la alternancia de continentes, ni tampoco en la dificultad de recaudar el apoyo de los pa¨ªses latinos estando la candidatura de R¨ªo de por medio. Tampoco en la divisi¨®n del voto europeo porque Roma y Par¨ªs aspiran al 2020 y sus posibilidades ser¨ªan nulas si una ciudad del viejo continente organizara los Juegos de 2016. Aunque son vectores adversos nada desde?ables, veo a¨²n peor la fortaleza potencial de la candidatura de Chicago. Y no porque tengan un proyecto mejor que el nuestro, ni porque est¨¦n dispuestos a ponerle m¨¢s dinero o pasi¨®n. Chicago ser¨¢ la elegida si quiere Barack Obama. Como el presidente de los Estados Unidos se plante el 2 de octubre en Copenhague para apoyar la candidatura de su ciudad natal, las posibilidades de Madrid rozar¨¢n el cero absoluto. Con su poder de seducci¨®n y el mundo a sus pies, basta con que Obama les diga "ven" para que los miembros del COI lo dejen todo y se lleve el gato al agua del lago Michigan. Seamos realistas, al d¨ªa de hoy nadie se le resiste.
Esto no quiere decir que Madrid est¨¦ perdiendo el tiempo y el dinero en este segundo intento. La flauta siempre puede sonar, y mantener viva la aspiraci¨®n ol¨ªmpica nos obliga a un nivel de autoexigencia que contribuye a mejorar la ciudad. Estar en la carrera le otorga tambi¨¦n a la capital una gran proyecci¨®n internacional y, lo que es m¨¢s importante, la experiencia y la tenacidad aumentan las probabilidades de alcanzar el sue?o ol¨ªmpico en 2020. A las ventajas de ese anhelo podr¨ªamos a?adirle la prodigiosa capacidad que tiene de poner a remar en la misma direcci¨®n a unos pol¨ªticos incapaces de trabajar juntos en beneficio de su pa¨ªs. Ojal¨¢ empujaran para levantar la econom¨ªa con la misma generosidad y empat¨ªa que lo hacen en favor del Madrid ol¨ªmpico. Cu¨¢nto agradecer¨ªamos esa corazonada.
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