Azote de multinacionales
La Uni¨®n Europea (UE) ha multado al fabricante de chips Intel con 1.060 millones de euros. Se trata de una cifra r¨¦cord. Y castiga nuevamente a una multinacional norteamericana, como ya sucedi¨® con Microsoft. Hay una serie de llamativas coincidencias en los dos casos. El motivo es el mismo: abuso de posici¨®n dominante. Es decir, el pecado no consiste en se?orear un mercado, sino en aprovecharse de este predominio para imponer sus propias leyes. La segunda es que Intel y Microsoft han mantenido un matrimonio de conveniencia y estrategias complementarias. Uno, due?o del sistema operativo m¨¢s implantado, y el otro, de los procesadores m¨¢s empleados. La piel y las tripas de un ordenador. A esta pareja se le conoce incluso con un nombre propio: Wintel. La tercera es que la UE ha actuado empujada por firmas norteamericanas que se sintieron desprotegidas por su Administraci¨®n. Acudieron a Europa para solicitar un amparo que, a su juicio, no recib¨ªan en casa.
El caso Intel fue promovido ante la UE hace nueve a?os por el fabricante de chips AMD. Acusaba a Intel de incentivar con descuentos ventajosos y d¨¢divas a fabricantes y tiendas de ordenadores para que ofrecieran a los clientes m¨¢quinas equipadas con su procesador. Paul Otellini, presidente de Intel, ha replicado que nunca ha vendido por debajo de coste y que si puede realizar grandes descuentos es porque invierte en innovaci¨®n. Alega que no ha habido queja de los consumidores y su preeminencia en el mercado la basa en una sencilla matem¨¢tica: cuando hay dos proveedores importantes en un sector, si uno gana cuota de mercado perjudica al otro.
La gran diferencia entre los casos Microsoft e Intel es que ¨¦ste salta con Obama en la presidencia de Estados Unidos. Bush siempre vio las iniciativas de la UE como una intromisi¨®n. La nueva Administraci¨®n norteamericana tiene al frente de la regulaci¨®n de la concurrencia a Christine Varney, una dama que abiertamente considera a los ineficientes controles antitrust como una de las causas de la crisis. Veremos c¨®mo reacciona ante el azote europeo.
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