Algo m¨¢s que una movilizaci¨®n laboral
Los partidos independentistas se suman para "propiciar el cambio pol¨ªtico" - UGT y CC OO critican que su exclusi¨®n s¨®lo cabe interpretarse en clave soberanista
Los sindicatos nacionalistas no lo van a tener f¨¢cil para lograr el reto de paralizar Euskadi y Navarra el pr¨®ximo jueves. La convocatoria de huelga general contra las pol¨ªticas de los sucesivos gobiernos en materia laboral, fiscal y social ha sido secundada por ELA, LAB, STEE-EILAS, HIRU, por los partidos nacionalistas Aralar y EA, y por un cierto n¨²mero de colectivos que comparten los mismos principios ideol¨®gicos m¨¢s all¨¢ de un determinado modelo sindical. Pero, a pesar de que la mayor¨ªa de la clase trabajadora cree que existen razones objetivas para alg¨²n tipo de movilizaci¨®n, en la industria vasca no se est¨¢ palpando un ambiente proclive a secundar de forma mayoritaria una huelga general.
Frialdad en el sector p¨²blico ante la convocatoria de ELA y LAB
El Gobierno cree que el paro destila hostilidad contra el cambio
La exclusi¨®n de CC OO y UGT de la convocatoria, las expectativas que ha generado el cambio de Gobierno en Euskadi, y el hecho de que el presidente espa?ol Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero est¨¦ resistiendo la presi¨®n de la patronal y del PP para abaratar el despido y acometer una reforma del mercado laboral, est¨¢n siendo un aut¨¦ntico freno en las industrias. Pero es que adem¨¢s en muchos centros de trabajo se rechaza por considerar que se trata de una huelga que se escora m¨¢s hacia la arquitectura de la construcci¨®n nacional que hacia la resoluci¨®n de problemas laborales. Analistas de estas fuerzas sostienen que la huelga no va a lograr parar mayoritariamente la industria en ?lava ni en Vizcaya. Tambi¨¦n creen que fracasar¨¢ en el sector p¨²blico.
Y eso que la convocatoria llega en pleno poceso de deterioro laboral, con 121.100 personas en el paro, de las que s¨®lo 69.241 cobraban prestaciones de desempleo hasta marzo, seg¨²n el INEM. Las empresas, que salen del mayor periodo continuado de crecimiento de los beneficios, se han despojado ya de los eventuales, y est¨¢n planteando recortes de salario y derechos, en una escalada amparada en el desplome de todos los ¨ªndices, desde el PIB, hasta el de producci¨®n industrial, y sobre todo, de las ventas, y por lo tanto de los resultados. M¨¢s de mil expedientes de regulaci¨®n de empleo s¨®lo en 2008 y lo que vamos de 2009 con cerca de 35.000 trabajadores afectados, dan idea de la magnitud de la recesi¨®n. De hecho algunos sindicalistas de UGT, sobre todo en ?lava, han suscrito un comunicado en el que se muestran partidarios de una inicaitiva m¨¢s contundente.
Las direcciones de UGT y CC OO, argumentan, no obstante, que no haber intentado la uni¨®n sindical en una coyuntura como esta es un acto premeditadamente pol¨ªtico. Entienden que la convocatoria de los nacionalistas es amplia en contenidos laborales, y excluyente en lo pol¨ªtico para aglutinar a todos los soberanistas en un momento en el que por vez primera en 30 a?os gobernar¨¢ el PSE-EE.
ELA y LAB admiten que cada nueva organizaci¨®n que se suma hace sus propias aportaciones, pero reiteran una y otra vez que las razones para convocar el paro general son laborales.
Aunque es cierto que sin la profunda crisis econ¨®mica y las consecuencias que est¨¢ teniendo en los trabajadores la huelga no hubiera tenido sentido; y que se hubiera celebrado tambi¨¦n con el PNV en el poder, el nuevo Gobierno percibe en la convocatoria una buena dosis de hostilidad al cambio pol¨ªtico registrado.
Mientras las nuevas autoridades laborales preparan el decreto de servicios m¨ªnimos, el Gobierno estudia las circunstancias de la convocatoria, como la proximidad a la investidura de Patxi L¨®pez, y los apoyos que ha recibido, entre ellos el de Arnaldo Otegi. El dirigente de la izquierda abertzale hizo un llamamiento a participar en la huelga para "volver a demostrar" que existe una masa social suficiente que quiere el cambio pol¨ªtico en t¨¦rminos nacionales y sociales".El hecho es que la fotograf¨ªa de quienes apoyan la huelga general se parecer¨¢ mucho a la que se produjo en Ir¨²n en marzo de 2008 y tambi¨¦n el pasado abril, tras la convocatoria del Foro soberanista de Debate Nacional en Ir¨²n para celebrar el Aberri Eguna, con el objetivo de unir a las asociaciones, fuerzas pol¨ªticas y sindicales independentistas. ELA particip¨® en 2008, aunque no suscribi¨® el manifiesto en 2009.
EA tambi¨¦n se ha sumado a la convocatoria, a pesar de que uno de sus referentes hist¨®ricos, Joseba Azkarraga, ha sido la m¨¢xima autoridad en materia de politicas laborales al frente de la consejer¨ªa de Justicia, Empleo y Seguridad Social. Azkarraga dio luz verde a m¨¢s de mil EREs entre 2008 y 2009 aunque en torno al 90% llegaban al departamento pactados entre trabajadores y empresa.
Los m¨¢s criticados por los sindicatos, que han llegado a solicitar que se regule la no aceptaci¨®n de los EREs cuando llegan en descuerdo entre las partes, ascienden a unos cien, entre ellos el de la multinacional de pilas Cegasa, en Vitoria.
Un empleado de esta planta, de 56 a?os de edad, afiliado a ELA, y en regulaci¨®n hasta final de a?o, dijo ayer no entender nada: "Espero no encontrarme con nadie de EA en ninguno de los actos de la huelga general".
El PNV, partido que se ha desmarcado de la movilizaci¨®n "porque el pa¨ªs no est¨¢ para huelgas generales" cree que la decisi¨®n de EA de ponerse detr¨¢s de la pancarta es una "aut¨¦ntica extravagancia" que "confirma el deterioro interno" de esa formaci¨®n.
La ¨²ltima huelga general organizada en el Pa¨ªs Vasco por motivos laborales tuvo lugar el 20 de junio de 2002 contra el decretazo del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar que recortaba las prestaciones por desempleo. ELA y LAB celebraron la huelga un d¨ªa antes. En aquella ocasi¨®n, el entonces secretario general de ELA, Jos¨¦ Elorrieta, calific¨® la huelga de "ensayo del proceso soberanista".
En mayo de 1992 se celebr¨® en todo Espa?a una huelga contra la reforma laboral emprendida por el Gobierno del PSOE, que recortaba el desempleo. En Euskadi todos los sindicatos pararon unidos.
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