La crisis satura los juzgados y retrasa el cobro de los despidos
Los jueces de lo social tardan hasta tres meses en resolver las demandas de los empleados - La carga de trabajo se duplica
"A los juzgados, por el callej¨®n". En el n¨²mero 22 de la calle de Orense, un cartel indica que hay que doblar la esquina para encontrar la puerta de los juzgados de lo social. El edificio, antiguo y descuidado, alberga nueve de los 39 tribunales que resuelven los asuntos laborales de Madrid. El resto (salvo uno) se sustancia unas manzanas m¨¢s all¨¢, en el n¨²mero 59 de la calle de Hernani, donde la actividad es fren¨¦tica. El trabajo de los jueces incluye resolver las demandas por despidos y las reclamaciones de indemnizaciones o atrasos en los salarios. Y este a?o, con la crisis, va camino de duplicarse.
"Estamos muy preocupados, la situaci¨®n se nos ha ido de las manos", explica con inquietud el magistrado Benito Raboso, decano de los juzgados de lo social de Madrid. "Estamos al 200% de nuestro ritmo normal". El aumento de trabajo ya empez¨® a notarse el a?o pasado. De 45.533 asuntos ingresados en 2007 se pas¨® a 63.566 en 2008. A d¨ªa de hoy, se estima que pueda llegarse a los 80.000, a la vista de que en el primer trimestre se han registrado ya 20.010. Una saturaci¨®n que sufren quienes buscan ayuda en la justicia.
La jurisdicci¨®n social es la m¨¢s castigada por la crisis, seg¨²n el juez decano
"Las sentencias por despidos tardaban en dictarse entre un mes y un mes y medio en 2007. Ahora duplicamos los plazos", ejemplifica Raboso. Pero el problema no acaba ah¨ª. Los retrasos afectan tambi¨¦n al dinero p¨²blico: si la sentencia se demora m¨¢s de 60 d¨ªas, se puede reclamar al Estado que abone los salarios de tramitaci¨®n (lo que deja de cobrar el trabajador desde su despido hasta entonces).
El papel se amontona por las esquinas del edificio de la calle de Orense. Hay archivadores hasta en los pasillos de camino al ba?o. Muchas salas carecen de ventanas y el aire acondicionado funciona cuando quiere.
"El problema es que tenemos la toga reventada", expone Emma Cobo, titular del Juzgado n¨²mero 29. "El trabajo nos desborda y los medios no proporcionan eficacia para las partes", a?ade. Se refiere a la escasez de salas, a lo obsoleto de los sistemas inform¨¢ticos, a las esperas. La Consejer¨ªa de Justicia se comprometi¨® a unificar los juzgados en sedes ¨²nicas por jurisdicci¨®n mientras se pone en marcha la Ciudad de la Justicia. "Se mejorar¨¢n las instalaciones y el funcionamiento", alegan en referencia a los de lo social. Pero todav¨ªa no se sabe cu¨¢les ni c¨®mo. El consejero, Francisco Granados, se re¨²ne hoy con el ministro de Justicia para abordar el problema de la saturaci¨®n de los juzgados.El trasiego de documentaci¨®n forma parte de la jornada. Las dos sedes principales de los juzgados de lo social est¨¢n cerca, pero el ir y venir supone una tarea a?adida para los trabajadores. Los de los juzgados de la calle de Orense deben desplazarse a la sede central, la de Hernani, que es donde se reciben todos los asuntos de la jurisdicci¨®n social de Madrid (a excepci¨®n de los de M¨®stoles, que cuenta con dos juzgados propios): unas 300 demandas y cerca de 600 escritos cada d¨ªa.
"Est¨¢n llegando el doble de asuntos que hace unos a?os", asegura C¨¦sar Hern¨¢ndez, responsable del departamento que registra los escritos nuevos. Un total de 11 personas se ocupa de esta tarea y de clasificar los documentos sin descanso, con unos medios no muy boyantes, desde las instalaciones a la tecnolog¨ªa. "A menudo tenemos problemas de red", detalla una inform¨¢tica del Decanato. A?ade que desde hace tiempo trabajan con una red de un mega para unos 300 usuarios. "Ahora van a ampliarla", concede.
En la planta baja de la sede central, jueces y letrados esquivan a la gente api?ada frente a un panel electr¨®nico donde se suceden los n¨²meros, al modo de un puesto de mercado. Cada pocos minutos, una trabajadora asoma la cabeza por la puerta y llama al siguiente. Entra en una habitaci¨®n peque?a compartida por cinco abogados, tres administrativos y dos becarios. Es el Servicio de Orientaci¨®n Jur¨ªdica. Se atiende a los trabajadores con premura. "Querr¨ªamos un margen de 30 minutos por persona, pero tenemos que conformarnos con 10", explica la coordinadora, Josefa Garc¨ªa. "Atendemos a m¨¢s de 100 al d¨ªa", dice. El paro amenaza aqu¨ª en todas sus versiones. Desde inmigrantes sin contrato hasta trabajadores que un d¨ªa se encontraron la obra cerrada y nunca recibieron una carta de despido con la que empezar a cobrar el desempleo.
La crisis se respira en cada una de las salas de estos juzgados. Magistrados, secretarios, funcionarios y abogados coinciden en el diagn¨®stico: falta personal y faltan medios. La Junta de Jueces, que representa a los magistrados de Madrid, quiere plantear un plan de refuerzo que incluya cinco juzgados "bis" (provisionales) para afrontar la situaci¨®n. As¨ª lo expusieron el pasado viernes al Consejo General del Poder Judicial.
"La social es la jurisdicci¨®n que se est¨¢ viendo m¨¢s castigada por la crisis", afirma el juez decano de Madrid, Jos¨¦ Luis Gonz¨¢lez Armengol. "Y los asuntos que trata son temas prioritarios. Si no funciona bien, la justicia ya no sirve para nada", zanja. El Ministerio s¨®lo prev¨¦ crear un nuevo juzgado de lo social este a?o en Madrid.
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