Obama presenta un plan para cumplir el plazo del cierre de Guant¨¢namo

Intentando responder al mismo tiempo a la decepci¨®n de la izquierda, la presi¨®n de la derecha y la incredulidad del Congreso, Barack Obama presentar¨¢ hoy un plan para hacer viable su promesa de cerrar la prisi¨®n de Guant¨¢namo en enero del a?o pr¨®ximo. El presidente estadounidense defender¨¢, seg¨²n han adelantado portavoces oficiales, la necesidad de ajustarse a ese plazo, aunque eso obligue a sacrificios como el de aceptar a varias decenas de presos en c¨¢rceles de EE UU.

Obama tiene que convencer a una opini¨®n p¨²blica que se resiste a aceptar a esos detenidos, algunos de los cuales son considerados como peligrosos terroristas, en prisiones cercanas a sus vecindarios. Una encuesta, el mes pasado, reflejaba que, precisamente por ese temor, un 48% de los norteamericanos era contrario al cierre de Guant¨¢namo, mientras que el 44% lo respaldaba.

El 48% de los estadounidenses se opone al cierre de la prisi¨®n

Para vencer esa resistencia, Obama presentar¨¢ hoy Guant¨¢namo como el m¨¢ximo exponente de toda la arquitectura ilegal levantada por la anterior Administraci¨®n y como una bandera con la que alistar activistas contra EE UU. Defender¨¢, por tanto, su cierre como una medida que, no s¨®lo no pone en peligro la seguridad del pa¨ªs, sino que la refuerza.

Cumplir ese objetivo en el plazo de un a?o anunciado un d¨ªa despu¨¦s de su toma de posesi¨®n se ha convertido en un reto muy dif¨ªcil de cumplir para el presidente. Siguiendo la posici¨®n previamente tomada por la C¨¢mara de Representantes, el Senado retuvo los 80 millones de d¨®lares requeridos por la Casa Blanca para el cierre de Guant¨¢namo hasta que Obama no presente un proyecto concreto sobre c¨®mo hacerlo.

"La decisi¨®n de cerrar Guant¨¢namo fue la correcta", ha declarado el l¨ªder de la mayor¨ªa dem¨®crata en el Senado, Harry Reid, "pero bajo ninguna circunstancia daremos un paso sin un plan responsable y completo por parte del presidente".

El retraso en la aprobaci¨®n de los fondos, en s¨ª mismo, constituye un peque?o problema para cumplir con el calendario previsto por el presidente. Pero, sobre todo, demuestra que, mientras en la campa?a electoral todos los pol¨ªticos dem¨®cratas aplaudieron esa medida, ahora, cuando se acercan las elecciones legislativas del a?o pr¨®ximo, todos est¨¢n atentos a la impopularidad que esa decisi¨®n puede tener en sus respectivas circunscripciones.

Obama necesita, por tanto, recobrar autoridad en esta materia y recuperar la iniciativa. El presidente hablar¨¢ hoy de la enorme mancha que la existencia de Guant¨¢namo deja sobre la reputaci¨®n de este pa¨ªs y pedir¨¢ a todos, ciudadanos y clase pol¨ªtica, ser consecuentes con el deseo de poner fin al dram¨¢tico legado de Bush. Eso requiere algunos esfuerzos, entre ellos el de asumir el problema que representa el destino de los 240 encarcelados en Guant¨¢namo.

La Administraci¨®n mantiene sus gestiones para que m¨¢s de un centenar de esos detenidos puedan ser enviados a otros pa¨ªses de Europa y Oriente Medio, pero advierte que ser¨¢ muy dif¨ªcil cumplir con ese objetivo si no se acepta que un pu?ado de esos presos -entre 50 y 100- se quede en territorio norteamericano.

Parece obvio que ning¨²n pa¨ªs puede pedir a otro acoger a quienes rechaza por miedo, pero eso es lo que est¨¢ ocurriendo. Senador tras senador sostienen que les parece bien que se cierre Guant¨¢namo, pero que no les env¨ªen los presos a sus Estados, ni siquiera a prisiones de alta seguridad. El mismo director del FBI, Robert Mueller, dijo que la presencia de esos detenidos en suelo de EE UU constituye un peligro.

Entonces, ?qu¨¦ hacer con ellos? Los republicanos lo tienen muy claro: dejarlos en Guant¨¢namo. "Cerrar esas instalaciones s¨®lo servir¨¢ para hacer menos seguro a EE UU", asegur¨® el l¨ªder de la minor¨ªa republicana en el Senado, Mitch McConnell.