Mensajes
La paranoia es t¨ªpica del narcisista frustrado. Ve en los dem¨¢s sus propios defectos, que no es capaz de asumir, y acaba sinti¨¦ndose rodeado de enemigos, peligros y mensajes cifrados. Conviene no confundirla con la susceptibilidad. No s¨¦ de qu¨¦ se trata en este caso. Conf¨ªo en que sea simple susceptibilidad. Pero yo tambi¨¦n empiezo a captar mensajes ocultos. Me explico. ?Est¨¢n familiarizados con las teor¨ªas freudianas acerca de los excrementos? Dice Freud que el beb¨¦ relaciona el excremento, lo primero que es capaz de producir por s¨ª solo, con los deseos del Otro (la madre), porque es el Otro quien le instruye en la necesidad de hacerlo y, m¨¢s adelante, en la necesidad de hacerlo s¨®lo en determinados momentos y lugares. Piensa que su evacuaci¨®n intestinal produce placer en el Otro, y acaba identificando el excremento con algo maravilloso. Seguramente he le¨ªdo mal a Freud, no me hagan mucho caso. De todas formas, el psicoan¨¢lisis identifica el excremento con la riqueza y, m¨¢s en concreto, con el dinero.
Dicho esto, ?no ven ustedes un clar¨ªsimo mensaje subliminal en la actual temporada de Supervivientes? El concurso ex¨®tico de Telecinco est¨¢ dominado por la caca. ?se es el gran tema de conversaci¨®n de los infelices de la isla: si hoy han defecado ya tres veces, si ayer cuatro... Entre tanta diarrea, se nos informa de que el superviviente Santi debe abandonar la isla porque s¨®lo ha defecado dos veces en dos meses. Carezco de formaci¨®n m¨¦dica, pero me parece poco.
Ll¨¢menme paranoico, si quieren: empiezo a convencerme de que este Supervivientes no es m¨¢s que un gran quejido on¨ªrico, un grito que surge del subconsciente de los directivos de Telecinco. En plena ca¨ªda de la publicidad y de los beneficios, es decir, en pleno s¨ªndrome de abstinencia por la reducci¨®n del dineral que ganaban antes, uno de sus programas se vuelca en la cuesti¨®n excrementicia. Est¨¢ clar¨ªsimo, ?no? Es como un llanto secreto por la pasta perdida. O quiz¨¢ no. En ese caso, disculpen. Ser¨¢ que yo tambi¨¦n me he vuelto susceptible, o paranoico.
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