Sin pensi¨®n de viudedad por ser gitana

En sus 52 a?os de vida, Mar¨ªa Luisa Mu?oz D¨ªaz, La Nena, hija y madre de gitanos, jam¨¢s ha salido de Madrid. Pero el pr¨®ximo martes viajar¨¢ a Estrasburgo para protagonizar un juicio hist¨®rico ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. El pleito dirimir¨¢ si el Estado espa?ol debe reconocer su matrimonio por el rito gitano y pagarle una pensi¨®n de viudedad. Sobre la sentencia planea un asunto de m¨¢s trascendencia: la discriminaci¨®n de las minor¨ªas ¨¦tnicas.

La historia a la que se enfrentar¨¢n los jueces europeos arranca en noviembre de 1971. En aquella fecha, La Nena, que entonces ten¨ªa 15 a?os, se cas¨® con Mariano Dual Jim¨¦nez, que era poco mayor que ella. La Espa?a franquista no reconoc¨ªa m¨¢s matrimonios que los celebrados ante el altar. Fuera de la Iglesia cat¨®lica, las ¨²nicas uniones civiles posibles obligaban a ambos c¨®nyuges a demostrar su pertenencia a otra religi¨®n o a apostatar.

"?Estoy tan casada como la duquesa de Alba!", dice La Nena

Si gana la batalla judicial, el Estado deber¨¢ pagarle m¨¢s de 60.000 euros

"Yo no sab¨ªa que hab¨ªa que casarse por la Iglesia", dice Mar¨ªa Luisa. "Si me lo hubieran dicho, tambi¨¦n lo habr¨ªa hecho. ?Qu¨¦ m¨¢s me daba a m¨ª?". La Nena es una mujer menuda. Habla con voz cansada porque, seg¨²n cuenta, a las siete de esta ma?ana ya estaba en el mercado comprando claveles y rosas para el puesto de flores con el que se gana la vida. Un televisor descomunal que apenas cabe en su pisito de Pan Bendito, una barriada humilde a las afueras de Madrid, pone m¨²sica de fondo a sus palabras.

El matrimonio tuvo seis hijos. Cuando naci¨® la mayor, que ahora cuenta 20 a?os, les entregaron un libro de familia. En 1986, el Ministerio de Trabajo incluso les otorg¨® el t¨ªtulo de familia numerosa. Para mantener a su prole, Mariano trabajaba como alba?il. La Seguridad Social guarda constancia de que cotiz¨® 19 a?os, tres meses y ocho d¨ªas. En la cartilla sanitaria, Mar¨ªa Luisa figuraba como c¨®nyuge, y sus hijos como beneficiarios.

Mariano muri¨® de un infarto la Nochebuena de 2000. Un compa?ero de su cuadrilla de alba?iles fue a ver a la mujer y le pidi¨® los documentos que tuviera para tramitar la pensi¨®n de viudedad. Al cabo de un mes volvi¨® a llamarla: "Tengo que darte una mala noticia' me dijo. '?Cu¨¢l?'. 'Que no te van a dar la pensi¨®n'. Fue como caerme en un pozo y no ver el fondo". Entonces La Nena descubri¨® que en el libro de familia, junto a su nombre, figuraba la palabra soltera.

"El Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le dijo que no estaba casada con el fallecido", resume el abogado Sebasti¨¢n S¨¢nchez, que lleva ahora el caso junto a la letrada Magdalena Queipo de Llano. La Nena recurri¨® y ah¨ª comenz¨® la escalada judicial que culminar¨¢ el pr¨®ximo martes en Estrasburgo. En 2001 el INSS volvi¨® a denegar su petici¨®n. Acudi¨® entonces al Juzgado de lo Social y, en mayo de 2002, obtuvo su primer y ¨²nico ¨¦xito: el juez reconoci¨® su matrimonio y su derecho a la pensi¨®n. Pero la alegr¨ªa le dur¨® poco. El abogado del INSS recurri¨® y s¨®lo unos meses despu¨¦s, el 7 de noviembre de 2002, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid le volvi¨® a denegar la pensi¨®n. En sus conclusiones, los jueces argumentaban: "Una etnia es un grupo diferenciado por raz¨®n de la raza, pudiendo ser m¨²ltiples las que albergue un Estado sin que por ello se diluya o fragmente su ordenamiento jur¨ªdico en tantas cuantas razas lo integren, y un rito es una ceremonia o costumbre y por lo tanto s¨®lo regir¨¢ en defecto de ley".

Con el apoyo de la Fundaci¨®n Secretariado General Gitano y de la mano de los abogados S¨¢nchez y Queipo de Llano, La Nena llev¨® su caso al Tribunal Constitucional en diciembre de 2002. Casi cinco a?os m¨¢s tarde, en abril de 2007, ¨¦ste desestim¨® la petici¨®n. Fue entonces cuando los abogados decidieron presentar una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. "Invocamos el derecho de todo ciudadano a no ser discriminado por su etnia en relaci¨®n al derecho a la propiedad; esto es, en relaci¨®n al derecho a recibir su pensi¨®n", sostiene Sebasti¨¢n S¨¢nchez. Los letrados desean que los magistrados permitan hablar a su defendida. Ella anuncia: "Les dir¨¦ que estuve casada durante 20 a?os, que tengo seis hijos, que siempre he pagado mis impuestos... ?Que estoy tan casada como la duquesa de Alba!".

Si el Tribunal Europeo le da la raz¨®n a La Nena, el Estado deber¨¢ pagarle m¨¢s de 60.000 euros en concepto de atrasos de la pensi¨®n de viudedad. "?T¨² sabes los agujeros que tapar¨ªa yo con eso?", dice. "Y me gustar¨ªa abrir una tiendita de ropa, para seguir viviendo. Y viajar, ir a ver el mar. Porque yo nunca he visto el mar".