Los desaf¨ªos de Iberoam¨¦rica
Elaborar un proyecto de futuro es el principal objetivo de 'Iberoam¨¦rica 2020. Retos ante la crisis', una obra colectiva dirigida por Felipe Gonz¨¢lez, que ha reunido trabajos de 32 personas de la esfera pol¨ªtica, intelectual y t¨¦cnica
Este texto es un extracto de la introducci¨®n al libro. Su t¨ªtulo: 'Am¨¦rica Latina: la crisis y el futuro'Todo el mundo, sin excepciones, asume ya el car¨¢cter global y sist¨¦mico de esta crisis financiera y econ¨®mica. La impresionante burbuja especulativa del sistema financiero estall¨® y sus consecuencias afectan a pa¨ªses centrales y perif¨¦ricos o desarrollados y en desarrollo, cualquiera que sea su nivel. Las ficciones de una bonanza sin l¨ªmites y sin fundamentos reales se han deshecho, y el golpe sobre la econom¨ªa productiva est¨¢ siendo tan intenso que se volver¨¢ en c¨ªrculo vicioso contra el propio sistema financiero.
Es cierto que, en esta ocasi¨®n, la crisis empez¨® por los mercados de Estados Unidos. Las reacciones, primero de Europa y m¨¢s tarde de Am¨¦rica Latina, de Rusia o de Asia, eran las mismas y sucesivas. "Es cosa de Estados Unidos", se dec¨ªa. O, m¨¢s tarde, "de Estados Unidos y de la Uni¨®n Europea", hasta que todos se contaminaron y empezaron a reaccionar. La ceguera temporal se acab¨®. La epidemia se transform¨® en pandemia y el mundo entr¨® en una fase recesiva que, salvo en los lejanos tiempos de 1929 y con sus l¨®gicas diferencias, nunca se hab¨ªa vivido en un clima como el actual y con unos efectos semejantes. (...)
En oto?o de 2008, en Am¨¦rica Latina todav¨ªa se sosten¨ªa que la crisis era cosa de los pa¨ªses centrales
Habr¨ªa que aprovechar las pol¨ªticas de gasto para impulsar las infraestructuras con rapidez y eficacia
Cuando escribo esto, como participaci¨®n introductoria en un libro colectivo sobre el futuro de Am¨¦rica Latina y el Caribe, dudo si plantear la reflexi¨®n a modo de pregunta: ?qu¨¦ hacer frente a la crisis?, porque la pregunta pudiera quedar fuera de actualidad por el car¨¢cter coyuntural que atribuimos siempre a la crisis. Pero, pens¨¢ndolo bien, es m¨¢s f¨¢cil que pierdan actualidad las respuestas que la pregunta misma, porque la crisis, por su profundidad y complejidad, est¨¢ para quedarse durante un tiempo que ahora es imposible evaluar.
Toda crisis es una ocasi¨®n ineludible para que nos planteemos, en los estrechos m¨¢rgenes disponibles, las medidas antic¨ªclicas que disminuyan su efecto sobre nuestras realidades, pero tambi¨¦n es una oportunidad para enfrentar las reformas estructurales pendientes que puedan facilitar un desarrollo sostenido y sostenible a medio y largo plazo. (...)
Pero cuando hablamos de la crisis como oportunidad para plantearse reformas de fondo, en las escalas locales y globales, quiero decir que Am¨¦rica Latina y el Caribe tienen pendientes esas reformas que afectan a las instituciones representativas de la democracia para darles mayor calidad, en t¨¦rminos de previsibilidad, transparencia y eficiencia; reformas, tambi¨¦n, para abordar un modelo de crecimiento con capacidad para redistribuir el ingreso y reducir la desigualdad; reformas, en fin, para desarrollar las infraestructuras f¨ªsicas y mejorar el capital humano. Am¨¦rica Latina y el Caribe deben, asimismo, plantearse acciones que faciliten la integraci¨®n, m¨¢s en t¨¦rminos pr¨¢cticos que ideol¨®gicos, para aprovechar todas las sinergias que tiene la regi¨®n. Por eso se puede afirmar que sin crisis, incluso en medio del quinquenio de bonanza pasado, estas reformas eran necesarias para avanzar hacia un futuro mejor, sostenible y exitoso en la inserci¨®n de la regi¨®n en la nueva realidad global del siglo XXI. (...)
En esos momentos del oto?o de 2008, en Am¨¦rica Latina todav¨ªa se sosten¨ªa que la crisis era cosa de los pa¨ªses centrales. Hasta que, como a los dem¨¢s pa¨ªses emergentes o en v¨ªas de desarrollo, les lleg¨® el turno de aceptar la pandemia. Aun as¨ª, los tiempos de reacci¨®n de los poderes p¨²blicos han sido comparativamente r¨¢pidos. En la crisis de 1929, hubo que esperar a 1932 para que el nuevo presidente de Estados Unidos iniciara un plan de respuesta de car¨¢cter keynesiano.
Los temas de los siete cap¨ªtulos en los que se enmarcan las aportaciones de este libro, m¨¢s la calidad de los autores, nos permiten hacer un repaso sobre las reformas necesarias en la regi¨®n. (...)
?Antecedentes. Am¨¦rica Latina y el Caribe vivieron en los a?os ochenta del pasado siglo la crisis de la deuda -o lo que se ha venido en llamar "la d¨¦cada perdida"-, en el marco de acontecimientos mundiales de enorme envergadura.
De esos acontecimientos podemos destacar la desaparici¨®n del comunismo como modelo sist¨¦mico alternativo y la liquidaci¨®n de la pol¨ªtica de bloques. La llegada de Gorbachov y la ca¨ªda del Muro de Berl¨ªn son los hitos m¨¢s relevantes de ese proceso. Pero tambi¨¦n se produjo el impacto de una revoluci¨®n tecnol¨®gica sin precedentes. (...) En Am¨¦rica Latina se produjo la ca¨ªda sucesiva de los sistemas dictatoriales, arrastrados por ese contexto global, en medio de la crisis de la deuda y los fen¨®menos de la hiperinflaci¨®n. A caballo entre los ochenta y los noventa, tuvo lugar el esfuerzo de estabilizaci¨®n y las reformas liberalizadoras de la econom¨ªa, marcadas sobre todo por las privatizaciones. El proceso, positivo en su conjunto aunque con episodios dram¨¢ticos en algunos sectores de actividad, fue de reformas econ¨®micas y financieras sin que se produjeran cambios institucionales que prepararan a los Estados para la nueva etapa que se abr¨ªa.
De ah¨ª, entrados ya en el siglo XXI, pasamos al lustro de bonanza m¨¢s exitosa en cuatro d¨¦cadas. Parte de los factores internos que explican esa bonanza vienen de las reformas anteriores que facilitan el aprovechamiento de los factores externos e impulsan el crecimiento econ¨®mico y la disminuci¨®n de la pobreza.
El ciclo quinquenal es inexplicable sin esos factores externos que lo impulsan. El espectacular crecimiento de los precios de las materias primas, incluidas las alimentarias; el incremento de los flujos de inversi¨®n; el impacto de las remesas de emigrantes; el acceso al cr¨¦dito en mejores condiciones y otros cayeron sobre cuentas p¨²blicas sanas y precios controlados.
Aunque hubiera reformas institucionales y estructurales de fondo pendientes, como las que hemos citado, estos cinco a?os se han vivido como de euforia. En ese ambiente era imposible imaginar que los actores pol¨ªticos se ocuparan de esas reformas porque el viento de la bonanza nubla la vista y trata de ser aprovechado como ¨¦xito propio y no transitorio.
?Y lleg¨® la crisis. Y en medio de ese cuadro de optimismo general se ha desencadenado la crisis financiera provocando un dram¨¢tico cambio de ciclo mundial. La regi¨®n, tras los primeros meses en que se negaba el contagio que esta vez proven¨ªa de los pa¨ªses centrales, ha empezado a sentir los efectos con creciente dureza y desigual respuesta.
A pesar de las fortalezas relativas de los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, hemos visto una evoluci¨®n de los precios al alza, un descenso importante de las remesas, una ca¨ªda considerable de las exportaciones y de los precios de las materias primas, una subida de las tasas de inter¨¦s y una fuerte desaceleraci¨®n del crecimiento, a¨²n sin llegar -todav¨ªa- a la recesi¨®n que conocemos en las econom¨ªas de los pa¨ªses centrales.
Naturalmente, estos factores empiezan a afectar a la inversi¨®n y al empleo, vuelven a plantear el descenso de los niveles de vida bajo los l¨ªmites de la pobreza y agitan los escenarios sociales. (...)
??Qu¨¦ hacer frente a la crisis? La reflexi¨®n, base de esta publicaci¨®n, tiene inevitablemente dos dimensiones esenciales: el margen que pueda existir en cada pa¨ªs para las medidas antic¨ªclicas que aten¨²en los efectos m¨¢s duros de la situaci¨®n creada; y c¨®mo relacionar esta reacci¨®n antic¨ªclica con las principales reformas que se necesitan para encarar el futuro con ¨¦xito.
Como el margen de maniobra de la mayor parte de los pa¨ªses emergentes -¨¦ste es el caso de Am¨¦rica Latina y el Caribe- es peque?o en las pol¨ªticas monetarias, habr¨ªa que aprovechar las pol¨ªticas de gasto para impulsar las infraestructuras con la m¨¢xima rapidez y eficacia, a?adiendo pol¨ªticas intensivas en empleo como las referidas a vivienda de bajo coste o reparaciones de escuelas, centros de salud, caminos rurales y otras.
En realidad, el objetivo m¨¢s importante es defender el m¨¢ximo posible de empleo, teniendo en cuenta que el producto bruto va a caer sensiblemente. En esta coyuntura, habr¨¢ que mirar con m¨¢s atenci¨®n la evoluci¨®n de la masa salarial y el empleo que la evoluci¨®n del PIB. Cuesta un gran esfuerzo aceptar este razonamiento, habituados como estamos a relacionar mec¨¢nicamente crecimiento del PIB y empleo.
Como en el terreno de las infraestructuras los d¨¦ficits son enormes, as¨ª como las necesidades de viviendas a precios asequibles o las mejoras en los sistemas de educaci¨®n primaria, secundaria y salud, el esfuerzo conectar¨¢ con la coyuntura y con parte de los objetivos prioritarios de medio y largo plazo que los lectores ver¨¢n en las aportaciones al libro.
Cada pa¨ªs deber¨ªa tener en cuenta el grado de contaminaci¨®n producido en sus sistemas financieros y productivos por la crisis de los derivados, y vigilar el flujo de cr¨¦dito a las peque?as y medianas empresas para que la necrosis del sector empresarial no se agrave. En la regi¨®n, el 85% del empleo depende de las peque?as y medianas empresas.
?Los desaf¨ªos del futuro. La crisis, como ya se ha dicho, es tambi¨¦n una oportunidad para enfrentar reformas en profundidad que despejen el horizonte de la regi¨®n para las d¨¦cadas siguientes.
?1. Modelo de crecimiento, generador de empleo y redistribuidor del ingreso. En el debate latinoamericano se contraponen dos corrientes b¨¢sicas para enfrentar el desaf¨ªo del crecimiento: por una parte, los que afirman que hay que generar las condiciones para crecer y que la propia din¨¢mica del crecimiento producir¨¢, a la larga, un efecto de derrame que mejorar¨¢ las condiciones de vida de los m¨¢s desfavorecidos, cerrando la brecha de la desigualdad; y, por otra, los que ponen ¨¦nfasis en el crecimiento combinado con la equidad. En ambos casos se pretende una pol¨ªtica que promueva la inversi¨®n y el crecimiento, aunque las recetas sean diferentes. (...)
?2. Desarrollo de las infraestructuras. Del cuarteto cl¨¢sico energ¨ªa, comunicaciones, telecomunicaciones y agua, s¨®lo se conoce un avance considerable en el sector de las telecomunicaciones, que, con excepciones escasas, coloca a la regi¨®n en buena posici¨®n relativa. En el resto, y con diferencias l¨®gicas entre pa¨ªses, el capital f¨ªsico es escaso y opera como un obst¨¢culo permanente para un desarrollo sostenible.
Las carencias de infraestructuras de comunicaciones son muy generales en carreteras, autopistas, puertos, aeropuertos, hidrov¨ªas, etc¨¦tera. A¨²n son m¨¢s significativas en sus dimensiones supranacionales. Naturalmente, esa situaci¨®n frena las oportunidades de comercio, de inversi¨®n productiva o de flujos tur¨ªsticos (...) Am¨¦rica Latina puede y debe ser suficiente en energ¨ªa no contaminante y exportadora en el conjunto energ¨¦tico. Este escenario de aprovechamiento de su potencial facilitar¨ªa el desarrollo regional y le permitir¨ªa ganar relevancia internacional con el excedente. Sin estas variables resueltas, el desarrollo de la regi¨®n y sus sinergias de integraci¨®n se ver¨¢n lastradas. (...)
?3. Educaci¨®n, formaci¨®n, aprendizaje, salud. Si observamos el fen¨®meno del sureste asi¨¢tico -por ejemplo, Corea del Sur- en los ¨²ltimos 30 a?os, llegaremos a la conclusi¨®n de que la variable fundamental para su espectacular desarrollo ha estado en la educaci¨®n, en la mejora sustancial de sus sistemas de formaci¨®n de capital humano, con rendimientos crecientes a lo largo del periodo. Para Am¨¦rica Latina y el Caribe, el desaf¨ªo es de enorme trascendencia desde la educaci¨®n primaria hasta la superior. Sin un cambio sustancial, que aproveche el bono demogr¨¢fico existente, resultar¨¢ imposible que la regi¨®n se incorpore a la sociedad del conocimiento, como la variable estrat¨¦gica m¨¢s relevante para el desarrollo. (...)
?4. Mejorar el funcionamiento del Estado y de las administraciones p¨²blicas. La seguridad es un concepto omnicomprensivo: seguridad f¨ªsica frente a las amenazas de la delincuencia de todo orden, seguridad en las relaciones entre los ciudadanos desde el punto de vista jur¨ªdico, o entre ellos y las administraciones p¨²blicas. Seguridad, en suma, de cumplimiento de una legalidad aplicada sin arbitrariedad y con eficiencia.
Si el ciudadano en su condici¨®n de consumidor, productor, inversor o usuario de los bienes p¨²blicos y privados no se siente seguro, protegido por un sistema judicial y policial eficiente y por una Administraci¨®n previsible y transparente, su desconfianza aumenta, su temor tambi¨¦n y, con ellos, su desapego por el sistema representativo.
(...) En el debate de los ¨²ltimos treinta a?os sobre el "Estado m¨ªnimo" neoliberal frente al "Estado grasiento" lleno de clientelismo, la evoluci¨®n hacia el primero ha triunfado, contradictoriamente, porque ahora se reclama m¨¢s Estado ante la crisis. Sin embargo, las reformas nos deber¨ªan llevar a un "Estado eficiente", que sepa aprovechar las nuevas tecnolog¨ªas, sin acrecentar clientelarmente su tama?o. Sin grasa que lo lastre y sin la anemia que le impida actuar. (...)
?5. Acciones de integraci¨®n regional.
Permanentemente o¨ªmos hablar de la necesaria integraci¨®n regional al tiempo que comprobamos las dificultades de los procesos de integraci¨®n subregional existentes, lo mismo que la escasa relaci¨®n intracomercial de Am¨¦rica Latina y el Caribe, la falta de infraestructuras de todo tipo que conecten al conjunto del territorio y el escaso conocimiento de los actores pol¨ªticos, econ¨®micos y sociales de la realidad de los dem¨¢s pa¨ªses.
Se est¨¢n produciendo encuentros del Grupo de los 20, en los que estar¨¢n presentes tres grandes pa¨ªses de la regi¨®n. Si se coordinara la posici¨®n entre ellos y, al tiempo, se coordinara con los dem¨¢s, seguramente se estar¨ªa incidiendo de manera m¨¢s eficiente en la configuraci¨®n de un nuevo orden econ¨®mico y financiero mundial y se reforzar¨ªa el sentimiento de comunidad de Am¨¦rica Latina. (...) M¨¢s que grandes construcciones ideol¨®gicas debemos propiciar acciones que faciliten la integraci¨®n regional con acciones pr¨¢cticas como las que se sugieren: posici¨®n com¨²n en el Grupo de los 20, carreteras y oleoductos internacionales, incremento del comercio. (...) La regi¨®n sufrir¨¢ la crisis, como el resto del mundo, pero saldr¨¢ de ella fortalecida si enfrenta con decisi¨®n los desaf¨ªos que tiene por delante.
Iberoam¨¦rica 2020. Retos ante la crisis, editado por Felipe Gonz¨¢lez, es un libro publicado por la Fundaci¨®n Carolina y Siglo XXI de Espa?a. Precio: 20 euros
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