Powell planta cara a Cheney en el Partido Republicano

Desmintiendo las dudas intencionadamente introducidas por el ex vicepresidente Dick Cheney, el general Colin Powell, todav¨ªa la voz m¨¢s reconocible de la derecha moderada en Estados Unidos, declar¨® ayer que sigue siendo un republicano y que continuar¨¢ luchando para que su partido recupere el centro, de donde constantemente se aleja desde hace a?os.

"Sigo siendo un republicano", afirm¨® Powell. "Durante 50 a?os he votado para la presidencia por la persona que he considerado m¨¢s capaz. El a?o pasado lo hice por Barack Obama, pero en los 20 a?os anteriores he votado por candidatos republicanos".

Con esta entrevista en el programa Face the Nation, de la cadena de televisi¨®n CBS, Powell, ex secretario de Estado y ex jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, regresa de lleno a la batalla pol¨ªtica en Washington y se suma al debate sobre el rumbo que debe tomar la oposici¨®n si quiere recuperar posiciones en las elecciones del pr¨®ximo a?o.

El general regresa de lleno a la batalla pol¨ªtica en Washington

El general, que a punto estuvo de aspirar a la presidencia y que a¨²n no ha descartado que pueda intentar hacerlo en el futuro, respald¨® la pol¨ªtica de seguridad de Obama, con el que dijo haber mantenido contacto despu¨¦s de su llegada a la Casa Blanca.

Esta reaparici¨®n de Powell, que ya removi¨® la arena pol¨ªtica cuando en octubre anunci¨® su voto por Obama, vuelve a producirse en un momento que favorece m¨¢s al presidente que a los republicanos. La oposici¨®n est¨¢ actualmente atravesando por el momento, relativamente, m¨¢s favorable desde noviembre y cree haber encontrado en sus cr¨ªticas al cierre de la prisi¨®n de Guant¨¢namo y otras decisiones de la Casa Blanca en materia de seguridad nacional un punto de vulnerabilidad de esta Administraci¨®n.

Powell vino ayer a respaldar la clausura de Guant¨¢namo, la prohibici¨®n de las torturas y a darle un empuj¨®n, desde su autoridad como militar y hombre de Estado, a la actuaci¨®n de Obama para mantener a este pa¨ªs seguro.

"Guant¨¢namo nos ha causado grandes problemas en el mundo, era una situaci¨®n insostenible a la que hab¨ªa que poner fin", manifest¨® el ex secretario de Estado, quien defendi¨® tambi¨¦n la intenci¨®n de Obama de trasladar a una parte de los reclusos a prisiones instaladas en territorio estadounidense.

?ste es uno de los aspectos en los que el apoyo de Powell le puede resultar m¨¢s ¨²til al presidente. Los congresistas y una parte considerable de la opini¨®n p¨²blica rechazan el traslado de los detenidos en Guant¨¢namo a c¨¢rceles estadounidenses porque creen que eso constituir¨ªa un peligro para los ciudadanos de este pa¨ªs.

Powell rebati¨® y ridiculiz¨® ese peligro con el argumento de que el sistema carcelario norteamericano alberga al mayor volumen de presos en todo el mundo y dispone, por tanto, de experiencia suficiente en el manejo de los reos m¨¢s peligrosos. "Tenemos m¨¢s de dos millones de presos en nuestras c¨¢rceles. ?Por qu¨¦ no podemos traer a esos detenidos y que sean encarcelados aqu¨ª?", insisti¨®.

Habiendo servido durante cuatro a?os para el presidente George W. Bush, Powell fue m¨¢s prudente en la cr¨ªtica a las torturas. Reconoci¨® que, durante ese tiempo, supo que "esas pr¨¢cticas" (el ahogamiento fingido) estaban siendo consideradas por la CIA y dijo que present¨® al respecto "las consideraciones legales oportunas". "En aquellos primeros d¨ªas [despu¨¦s del 11-S] no se nos hubiera perdonado que no hubi¨¦ramos hecho todo lo posible", explic¨®. Pero a?adi¨® que esos m¨¦todos fueron eliminados en 2003 y que no existe raz¨®n alguna para, como hace Cheney, justificarlos ahora.

Powell se exhibe, pues, como contrapeso a Cheney y con una visi¨®n de un conservadurismo distinto. "Creo en un Partido Republicano integrador y de amplia base", afirm¨® el ex secretario de Estado.