El que sabe, sabe
Una de las cosas m¨¢s maravillosas que le pueden ocurrir a uno es aceptar con deportividad y placer que se le venga abajo alguna concepci¨®n previa, alg¨²n prejuicio, alg¨²n dogma del pasado, porque en el fondo es sentirse joven. Yo ten¨ªa muy mala opini¨®n de los tecn¨®cratas, por aquello de los del Opus que tan estrechamente colaboraron con Franco, y aunque con los a?os esta mala opini¨®n se suaviz¨®, pues facilitaron un progreso econ¨®mico necesario y previo a la democracia, no dejaba de tener en lo pol¨ªtico la mala consideraci¨®n que Paul Preston tiene de ellos: en lo pol¨ªtico eran de instinto reaccionario. Por eso he mirado a los cualificados t¨¦cnicos independientes del nuevo Gobierno vasco con ciertas reticencias de entrada, hasta que las declaraciones de uno de ellos me han hecho pensar que, quiz¨¢s, a los que hay que mirar con preocupaci¨®n son a los provenientes de la partitocracia excesiva que padecemos, y no a los buenos profesionales.
Las claras contestaciones que el consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, hiciera a este peri¨®dico el pasado viernes, manifestando una voluntad de reforma y cambio acomodada a la nueva sociedad y a la opini¨®n de profesionales y usuarios ya las quisiera yo en boca de los consejeros pol¨ªticos. "El modelo actual ya no es el adecuado", "no he venido a mejorar lo heredado, he venido para acometer una reforma profunda", "el sistema sanitario pierde dinero por muchos sitios debido a sus ineficiencias",... Es lo m¨¢s pol¨ªtico que he escuchado en una d¨¦cada: superaci¨®n del pasado, cambio, reforma, p¨¦rdida de dinero, ineficacia. Y, adem¨¢s, ?existe una visi¨®n general de lo que hacer! Si fuera un pol¨ªtico el que hablase pedir¨ªa m¨¢s dinero, y de paso competencias, pues todo pol¨ªtico que se precie pide m¨¢s dinero, no para gastarlo bien, sino para tener m¨¢s poder. Bengoa se conforma con lo que hay; lo que hay que hacer es reformar el sistema. El que sabe, sabe. Y el resto de consejeros debieran tener este ¨¢nimo.
No es de extra?ar que desde lo concreto se haga hoy el discurso pol¨ªtico necesario porque la pol¨ªtica, supeditada exclusivamente a la propaganda, se ejerce desde esa plataforma superestructural -marxista donde las haya esta palabrita, que quiere decir, m¨¢s o menos, por encima de la estructura social- en la que se nos han convertido los partidos. Qui¨¦n me iba a decir a m¨ª que el optimismo pol¨ªtico ante el futuro me lo iba a dar un profesional de la salud, que desde su ¨¢mbito de trabajo probablemente nos est¨¦ indicando lo que debiera hacerse en todo el Gobierno. No por m¨¢s ertzainas y dinero habr¨¢ m¨¢s seguridad si no hay reformas bien encaminadas. No por m¨¢s dinero se euskaldunizar¨¢ mejor si no hay reformas. No por m¨¢s dinero existir¨¢ m¨¢s eficacia y bienestar para los ciudadanos si no hay reformas. El primer hito se ha tenido que poner desde Sanidad: el pasado no es el referente a seguir. Hito prometedor, pues no se conforma con ese ceb¨®n pesado, lento y bien pagado en que se ha convertido la Administraci¨®n vasca. Que cunda el ejemplo.
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