Israel Lancho, la determinaci¨®n herida
Antes que ver a su hijo Israel en la plaza o en la televisi¨®n, su madre, Mercedes, prefiri¨® pasar la tarde tratando de entretenerse trabajando. Su t¨ªa Guadalupe s¨ª vio la corrida en la peque?a pantalla y presenci¨® la cogida: "No se lo deseo a nadie", comenta, "aquello se hizo eterno". Las dos iban ayer por la ma?ana camino de Madrid a encontrarse con el diestro, afortunadamente ya fuera de peligro y en situaci¨®n estable, aunque vaya a permanecer a¨²n unos d¨ªas en la UCI del hospital Virgen del Mar de Madrid. Finalmente, la cornada no afect¨® al pulm¨®n ni al coraz¨®n, aunque penetrara en la cavidad tor¨¢cica y rompiera la pleura. Mercedes, la madre, est¨¢ al habla con los allegados m¨¢s ¨ªntimos, pero prefiere escudarse tras su hermana Guadalupe si es que hay que hablar con los medios: "Israel", dice ¨¦sta, "es una persona muy abierta y cari?osa". Israel Lancho quiso ser torero desde que, en la ganader¨ªa de su abuelo paterno Demetrio, se puso delante de una vaquilla, con tan s¨®lo cinco a?os. "Se llev¨® un revolc¨®n tremendo, pero se levant¨® encorajinado y volvi¨® a torearla". Su determinaci¨®n a ello fue, desde entonces, total: "Hab¨ªa que verle con 15 a?os yendo en monopat¨ªn a la escuela de tauromaquia de Badajoz". El duro aprendizaje en capeas y novilladas por toda Extremadura fue el paso siguiente que dio en pos de cumplir su sue?o de tomar la alternativa.
Calidad humana
Su calidad humana la ilustra la manera en que el conocido humorista Mariano decidi¨® convertirse en su apoderado durante un tiempo: Israel coment¨® en el curso de una entrevista en la televisi¨®n auton¨®mica de Castilla-La Mancha, lo poco dotadas que se encontraban las plazas de toros en orden a permitir el acceso de personas discapacitadas. Ese gesto de sensibilidad conmovi¨® de tal manera al c¨®mico que se puso en contacto con ¨¦l y estrecharon su amistad.
Durante el pasado San Isidro, Lancho logr¨® pegarle dos tandas de naturales a un encastado toro de la ganader¨ªa de Cuadri con un temple y una hondura que casi extra?aron en un torero tan poco placeado como era ¨¦l. Estuvo muy cerca de abrir la puerta grande de Las Ventas, cosa que no ocurri¨® por su falta de acierto con el estoque. Entonces coment¨® que sal¨ªa con el alma partida por haber estado tan cerca de cumplir lo que es el sue?o m¨¢ximo de un torero y no lograrlo por el mal uso del acero. El mi¨¦rcoles sali¨® con el pecho partido de la misma plaza, despu¨¦s de mostrar un valor inconmensurable con el que compensar su falta de experiencia y tratar de abrirse un hueco en la dur¨ªsima profesi¨®n que voluntariamente decidi¨® ejercer.
Babelia
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