Marat¨®n Ch¨¢vez
Hay l¨ªderes empe?ados en convencer por agotamiento. El caso m¨¢s conocido es Fidel Castro. Otro es Ch¨¢vez. El propio Fidel le ha hecho los c¨¢lculos a su programa de televisi¨®n Al¨®, presidente, que cumple estos d¨ªas diez a?os: "1.536 horas netas, es decir, las equivalentes a 64 d¨ªas completos". "Nunca una idea revolucionaria hizo uso de un medio de comunicaci¨®n con tanta eficacia", ha escrito Castro estos d¨ªas, antes de la celebraci¨®n por todo lo alto del aniversario del programa. Hablan y hablan, pero no deben estar muy convencidos de lo que dicen. En Cuba se prohibieron hace tiempo las opiniones discordantes. En Venezuela van camino de ello. A Mario Vargas Llosa y a otros intelectuales que acudieron a Caracas para hablar de libertades y democracia, los agentes de seguridad del Estado los retuvieron en el aeropuerto unos noventa minutos y les prohibieron hacer declaraciones pol¨ªticas. Al mismo tiempo que Vargas Llosa hablaba de libertades, se anunciaba que la ¨²nica televisi¨®n no controlada por el Gobierno se va a quedar sin licencia y el programa Al¨®, presidente arrancaba el marat¨®n que desde el jueves celebra su d¨¦cimo cumplea?os.
Empez¨® en una planta el¨¦ctrica del estado de Zulia, y se ir¨¢ emitiendo desde distintos lugares hasta el domingo. Y Ch¨¢vez, adem¨¢s de cantar, como suele, luci¨® su soltura dicharachera: ¨¦sa que le hizo decir en la ONU que all¨ª ol¨ªa a azufre (como el diablo) poco despu¨¦s de que interviniera Bush.
El contenido del marat¨®n: variaciones sobre un mismo tema. La propuesta est¨¦tica, la del hombre del pueblo que le habla al pueblo. Ejemplo: "El padre Bol¨ªvar quer¨ªa patria y revoluci¨®n, o quer¨ªa revoluci¨®n y patria, porque primero es la revoluci¨®n, despu¨¦s de la revoluci¨®n, como resultado de la revoluci¨®n, viene la Patria". Ch¨¢vez ha prometido que en el marat¨®n "habr¨¢ de todo", y se dice que la propuesta volcar¨¢ sus sermones llenos de chascarrillos en una salsa televisiva hecha con los ingredientes de la telenovela y la fiesta patronal.
Lo malo de tener una idea es tener s¨®lo una, y ¨¦se es el problema de Ch¨¢vez: que es capaz de repetir durante horas lo de siempre.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
