"No recuerdo, ni tengo agenda", alegan los sospechosos del espionaje en Madrid

Todos los agentes de la consejer¨ªa de Interior del Gobierno de Esperanza Aguirre sospechosos de espiar a altos cargos del PP carecen de memoria y de agenda. Todos ellos calcaron su declaraci¨®n cuando fueron interrogados por la polic¨ªa el pasado marzo a instancias del fiscal jefe del Tribunal Superior de Madrid, Manuel Moix, por el presunto espionaje al vicealcalde de Madrid Manuel Cobo y al ex consejero de Justicia de Madrid Alfredo Prada entre marzo y mayo de 2008. La desmemoria sobre los seguimientos a ambos pol¨ªticos populares contrarios a Aguirre afect¨® al ex director general de Seguridad, Manuel Sergio Gam¨®n, y a sus subordinados Jos¨¦ Manuel Pinto Serrano, Jos¨¦ Luis Caro Vinagre, Jos¨¦ Oreja S¨¢nchez y Antonio Coronado.

-"?D¨®nde se encontraba usted el 2 de abril de 2008 sobre las ocho horas de la ma?ana y el 8 de abril de 2008 sobre las 14 horas?" El 2 de abril, los esp¨ªas anotaron en su parte el seguimiento de Manuel Cobo desde su domicilio en un municipio de la periferia de la capital a su despacho. Y el 8 de abril, Cobo y Prada fueron vigilados por los esp¨ªas cuando pisaron la sede del PP para una reuni¨®n del partido.

La respuesta que registra la polic¨ªa es id¨¦ntica en la media docena de agentes interrogados: "Dice que no lo recuerda, asimismo indica que no lleva ning¨²n tipo de agenda personal".

-"?D¨®nde se encontraba el 22 de abril de 2008 sobre las 17 horas y el 23 de abril de 2008 sobre las 18 horas?". El 22 de abril los esp¨ªas anotaron, entre otras cosas, que a las 17.30 llegaba al despacho de Prada el conductor de Gam¨®n. Y el 23 de abril los agentes dieron parte de que estuvieron buscando sin ¨¦xito a Prada en su lugar de trabajo.

Respuesta a coro de los agentes en su declaraci¨®n ante la polic¨ªa: "Dice que no lo recuerda". Ninguno fue capaz de revelar qu¨¦ tareas retribuidas con dinero p¨²blico desempe?¨® en los d¨ªas sospechosos. Aparentemente, ninguno de ellos tiene ninguna base oficial para consultar y demostrar c¨®mo se gan¨® su sueldo en los d¨ªas citados en los interrogatorios de la polic¨ªa. Todos los investigados, ex guardias civiles o ex polic¨ªas, admiten que en la etapa del espionaje estaban coordinados por Gam¨®n. Su labor es un misterio.

En el acta de las declaraciones hay una pregunta a la que todos los interrogados hicieron frente sin escudarse en el olvido.

-"?Viaj¨® el 13 de abril de 2008 a Chinch¨®n?". "No", replicaron todos sin titubear. Hay una clave que explica por qu¨¦ aqu¨ª no acuden a la desmemoria: todos ellos saben que el 13 de abril ninguno estuvo espiando a Prada en Chinch¨®n. Porque ese d¨ªa Prada no estuvo en Chinch¨®n. El consejero de Interior, Francisco Granados, tambi¨¦n lo sabe. D¨ªas despu¨¦s del interrogatorio, el consejero envi¨® al fiscal documentos que probaban que Prada se encontraba en esa fecha en Le¨®n. Las mismas pruebas que luego filtrar¨ªa el Gobierno regional a algunos medios de comunicaci¨®n para intentar desacreditar los partes. Pero la coartada no sirve. Porque el parte de los esp¨ªas, que consta en el sumario del caso aportado por este peri¨®dico, dec¨ªa la verdad: Prada estuvo en Chinch¨®n el 13 de mayo de 2008, pero EL PA?S public¨® por error que ese seguimiento fue el 13 de abril.

La respuesta evasiva de los agentes implicados no par¨® la investigaci¨®n de Moix ni la de la juez que luego ha asumido el caso. La polic¨ªa, a instancias de Moix, recab¨® los tel¨¦fonos m¨®viles de los sospechosos, sus dietas de desplazamiento, los veh¨ªculos que usaron y todos sus gastos de repostaje. La documentaci¨®n sigue en estudio por la polic¨ªa, a la espera de hallar coincidencia de sus movimientos con los lugares del espionaje. La lista de investigados por el espionaje, am¨¦n de los interrogados, se ha engrosado con m¨¢s nombres de agentes de Granados: Bel¨¦n Espartero, Jos¨¦ Palomo, Roberto Casielles y Jos¨¦ Manuel Rodr¨ªguez. Se analizan sus tel¨¦fonos, todos sus ingresos, y se da por hecho que la juez conceder¨¢ la pericial caligr¨¢fica que la polic¨ªa considera indispensable para determinar si su graf¨ªa coincide con las de los partes. Y todo para investigar si agentes auton¨®micos utilizaron (malversaron) fondos p¨²blicos para espiar.