Abortar a los 16: sin permiso... ?y en secreto?
La posibilidad de que las menores decidan sin contar con sus padres se convierte en uno de los puntos m¨¢s controvertidos de la reforma
Una chica de 16 a?os se queda embarazada y decide abortar. Va al hospital con una amiga o con su novio. Sin dec¨ªrselo a sus padres. Porque piensa que no estar¨ªan de acuerdo, porque no tiene confianza, o, sencillamente, porque no quiere dar cuentas a nadie de su intimidad. Esta imagen, que ser¨¢ una realidad si el anteproyecto de ley del aborto se aprueba tal cual por el Parlamento, est¨¢ atormentando a un buen n¨²mero de padres y madres espa?oles, tanto a favor como en contra del derecho al aborto, que creen que el Estado debe garantizarles que puedan tomar parte en una decisi¨®n tan trascendente como interrumpir un embarazo. Piden que, al menos, se les informe de lo que va a hacer su hija.
Antes de 2002 no exist¨ªa la obligaci¨®n legal de pedir el consentimiento
El BNG propone que se informe a los tutores de todas las intervenciones
Frente a esta opini¨®n, otro sector sostiene que si la mayor¨ªa de edad sanitaria est¨¢ en los 16 a?os, si a esa edad los adolescentes pueden consentir cualquier intervenci¨®n quir¨²rgica, no debe haber excepciones para el aborto. Ser¨¢ labor de los padres conseguir una relaci¨®n fluida con sus hijas y que ellas busquen su apoyo. Es lo que defiende el Gobierno. "Evidentemente, lo id¨®neo es que ante una decisi¨®n como ¨¦sta, las j¨®venes puedan contar con sus seres queridos y con su c¨ªrculo de confianza, pero esto no se puede imponer por ley", dice la ministra de Igualdad, Bibiana A¨ªdo. "La confianza en el seno de las familias se enmarca en el ¨¢mbito de lo privado y al Gobierno lo que le corresponde es establecer seguridad y garant¨ªas para que, si una chica decide interrumpir su embarazo y no contarlo por los motivos que sea, la intervenci¨®n se realice en las condiciones de m¨¢xima seguridad, sin que la joven ponga en riesgo su salud. Evitar la clandestinidad y la ilegalidad es tambi¨¦n otro de los objetivos de esta ley".
El debate ha calado hondo en la sociedad. El 56% de los votantes del PSOE y el 88% de los del PP no est¨¢n de acuerdo con el Gobierno, seg¨²n una encuesta de Metroscopia que publica hoy este diario. La medida recibe el apoyo s¨®lo del 40% de los electores socialistas y del 8% de los populares.
Dentro del PSOE ya se han alzado voces cr¨ªticas. Algunos, como el presidente de Castilla-La Mancha, Jos¨¦ Mar¨ªa Barreda, est¨¢n en contra incluso de que las menores puedan decidir por s¨ª mismas. Pero la mayor parte de los discrepantes s¨®lo reclama, como el presidente extreme?o, Guillermo Fern¨¢ndez Vara, informaci¨®n para los padres. El presidente Zapatero ha terciado en la pol¨¦mica defendiendo que se trata de "una decisi¨®n ¨ªntima de la mujer", que es la que "tiene la responsabilidad de un embarazo para toda la vida".
En la legislaci¨®n comparada europea hay numerosos casos en los que se permite a las menores decidir por s¨ª mismas y sin ninguna exigencia adicional. Es as¨ª en Reino Unido, Grecia, Portugal, Holanda, Noruega, Rep¨²blica Checa, Letonia y Lituania. En Alemania se sigue un sistema basado en la capacidad de juicio, y no en la edad. El consentimiento de las mayores de 16 a?os se presume v¨¢lido salvo que se pruebe lo contrario; entre los 14 y 16 se analiza caso por caso; y por debajo de los 14 es necesaria la autorizaci¨®n de los padres a no ser que la menor pruebe ante un juez que tiene capacidad para decidir.
En otros pa¨ªses se exige que las menores tengan la aprobaci¨®n de un adulto, pero no es necesario que sean los padres o tutores. En Francia, por ejemplo, en principio, deben presentar el consentimiento de su tutor, pero si prefieren no contarlo en casa, basta con que vayan al hospital o a la cl¨ªnica acompa?adas por un adulto que ellas elijan. En Finlandia, las menores de 17 a?os necesitan autorizaci¨®n, pero no de los padres, sino del m¨¦dico que practica la interrupci¨®n del embarazo. Y en Dinamarca hay comisiones formadas por cuatro personas en cada distrito que autorizan los abortos de menores y discapacitadas. Hungr¨ªa y Luxemburgo s¨ª exigen la autorizaci¨®n paterna en todos los casos de abortos de menores. Hay otros que tambi¨¦n lo hacen, pero con alguna excepci¨®n. En Italia, si hay un peligro grave para la salud de la joven, no hace falta el permiso parental, y si los padres no consienten la intervenci¨®n o no se ponen de acuerdo, decide un juez.
El Gobierno presentar¨¢ su proyecto de ley a finales de julio o principios de septiembre para que comience su andadura parlamentaria. El texto, seg¨²n el Ministerio de Igualdad, no exigir¨¢ que se informe a los padres. La Ley de Autonom¨ªa del Paciente, de 2002 -aprobada por el Gobierno popular de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar- estableci¨® en los 16 a?os la mayor¨ªa de edad sanitaria salvo en tres supuestos: interrupci¨®n voluntaria del embarazo, reproducci¨®n asistida y ensayos cl¨ªnicos. Esa excepci¨®n para el aborto es la que el Ejecutivo quiere eliminar.
?Qu¨¦ ocurr¨ªa antes de 2002? El art¨ªculo que despenaliz¨® el aborto no hac¨ªa referencia al respecto. La ¨²nica norma aplicable era el art¨ªculo 162.2 del C¨®digo Civil, que se?ala que los menores pueden consentir por s¨ª mismos "los actos relativos a derechos de la personalidad" u otros que "de acuerdo con las leyes y con sus condiciones de madurez", puedan realizar por s¨ª mismos. El problema era qui¨¦n decid¨ªa si ten¨ªa o no suficiente madurez. Como el tema del aborto ha sido siempre tan conflictivo, las cl¨ªnicas (que son las que realizan el 97% de las intervenciones) optaron por evitar problemas y exigir a pesar de todo el consentimiento paterno.
"En un principio se ped¨ªa a las menores una carta de autorizaci¨®n firmada por los padres o tutores con una copia del carn¨¦ de identidad para asegurarnos de que la firma era la misma" explica Santiago Barambio, presidente de la Asociaci¨®n de Cl¨ªnicas Acreditadas para la Interrupci¨®n Voluntaria del Embarazo (ACAI). "Pero por las denuncias de algunos padres, en casos en los que la menor hab¨ªa falsificado la firma, las cl¨ªnicas de ACAI empezamos a exigir que las chicas vinieran con los tutores, salvo que estuvieran emancipadas". Si los padres no estaban de acuerdo, la menor pod¨ªa acudir a un juez, como ahora.
El criterio, de todas formas, no estaba claro, como lo demuestra el art¨ªculo 59 del c¨®digo deontol¨®gico del Colegio de M¨¦dicos de Barcelona, que dec¨ªa que "el m¨¦dico no practicar¨¢ nunca ninguna interrupci¨®n de embarazo sin el consentimiento libre y expl¨ªcito del paciente, dado despu¨¦s de una cuidadosa informaci¨®n, en especial cuando ¨¦ste sea menor, pero con capacidad para comprender lo que consiente. Cuando no exista esta capacidad, ser¨¢ preciso el consentimiento de las personas vinculadas responsables". Esta norma, que qued¨® sin efecto despu¨¦s de la aprobaci¨®n de la Ley de Autonom¨ªa del Paciente, expresaba que, si la menor ten¨ªa suficiente capacidad, no hac¨ªa falta el consentimiento de sus padres.
Ahora, el Gobierno tendr¨¢ que consensuar con el resto de los partidos. Los tres grupos con cuyo apoyo ya cuenta para aprobar la reforma -el Bloque Nacionalista Galego, Izquierda Unida- Iniciativa per Catalunya / Verds y Esquerra Republicana- apoyaron esta medida en las conclusiones de la subcomisi¨®n mixta Congreso-Senado. Pero ahora el BNG matiza. "No hay duda de que el aborto debe tener el mismo tratamiento jur¨ªdico que el resto de las intervenciones m¨¦dicas", dice Olaia Fern¨¢ndez, de BNG. "Pero ser¨ªa conveniente que las familias estuvieran informadas. Una idea que se puede tratar en el tr¨¢mite parlamentario es que se comunique a los padres no s¨®lo ¨¦sta, sino cualquier operaci¨®n que se le practique a un menor".
Muchas veces las creencias religiosas de la familia provocan que las menores retrasen la decisi¨®n y requieran despu¨¦s una intervenci¨®n quir¨²rgica m¨¢s compleja. Si la ley obliga a comunicar el aborto a los padres, ?cabr¨ªa alguna excepci¨®n en casos de adolescentes que tengan miedo de las consecuencias de su decisi¨®n? "La ley no puede entrar en razones morales", opina Olaia Fern¨¢ndez. Uno de los riesgos de la informaci¨®n obligatoria a los padres es que las chicas acudan a abortar a Portugal, donde no se les exige ning¨²n permiso.
Gaspar Llamazares, portavoz de IU, no est¨¢ de acuerdo en que se imponga la informaci¨®n a los padres. "Hay que tratar este tema como cualquier otro asunto sanitario", opina. "La ley no puede imponer unas buenas relaciones familiares. Y, si nadie discute que a esa edad las chicas pueden tener relaciones sexuales, de la misma forma deben poder decidir la interrupci¨®n de un embarazo".
Los parlamentarios tendr¨¢n que decidir c¨®mo regulan la peliaguda cuesti¨®n durante los pr¨®ximos meses. Parece que el debate no ha hecho m¨¢s que empezar.
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