Sin conocimiento, sin consentimiento
Paralelamente al discutido debate sobre la reforma de la regulaci¨®n en materia de aborto, el Gobierno socialista -parece que no excesivamente conforme con la respuesta obtenida de un sector mayoritario de la sociedad espa?ola- ha vuelto a buscar la confrontaci¨®n introduciendo un nuevo elemento, que se resume en la posibilidad de que las menores de edad puedan abortar sin el consentimiento ni conocimiento de sus padres.
Cuesta mucho imaginar el porqu¨¦ de esta decisi¨®n. Ning¨²n padre o madre puede entender que una menor tenga que pasar ella sola por ese trauma sin contar con el consejo, apoyo y opini¨®n de sus progenitores, pero para el Gobierno socialista, la misma hija a la que se le proh¨ªbe beber alcohol o hacerse un piercing es suficientemente adulta como para someterse a una intervenci¨®n como el aborto sin que lo sepan sus padres. Es tan dif¨ªcil de explicar tama?a incongruencia que hasta ilustres miembros del partido socialista, entre ellos varios presidentes auton¨®micos, la han criticado.
De hecho, as¨ª lo entendi¨® el legislador hace algunos a?os cuando, precisamente por la importancia de esta intervenci¨®n, la llamada Ley Reguladora de la Autonom¨ªa del Paciente aprobada en el a?o 2002 incluy¨® en su art¨ªculo noveno el aborto, la pr¨¢ctica de ensayos cl¨ªnicos y la pr¨¢ctica de t¨¦cnicas de reproducci¨®n humana asistida como intervenciones que requer¨ªan la mayor¨ªa de edad para prestar el consentimiento. Incluso el partido socialista, que en este momento se empe?a en hacer bandera de una irresponsable reforma, estuvo de acuerdo. Tan s¨®lo el Grupo Mixto present¨® una enmienda, que fue rechazada, para que las menores de edad pudiesen abortar sin el consentimiento de sus padres.
Por eso es inexplicable la actitud de quienes supuestamente quieren hacer descender el n¨²mero de abortos, pero, por una parte, convierten este drama en un m¨¦todo anticonceptivo y, por otra, facilitan los medios para que se pueda practicar de forma clandestina al entorno familiar. La incoherencia es aplastante. Continuamente legislamos para defender y preservar la salud. Se aprueban leyes antitabaco que impiden a los menores de edad comprar hasta un cigarrillo. Tampoco se puede suministrar alcohol a quien no ha cumplido los 18 a?os. Hasta se precisa del consentimiento de los padres para realizar excursiones en horario escolar. Pero el partido socialista minimiza el aborto facilitando que esas menores de edad que no pueden tomarse una ca?a s¨ª puedan pasar por un quir¨®fano sin que sus padres ni consientan, ni conozcan. Sorprendente.
Sandra Moneo es portavoz de Igualdad del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso.
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