Treinta 'l¨¢cteos'
El local m¨¢s c¨¦lebre de Malasa?a lleva d¨¦cadas educando sobre 'rock and roll'
Esta historia de La V¨ªa L¨¢ctea puede empezar por Hannah Montana y los Jonas Brothers, esos cr¨ªos con acn¨¦ de la factor¨ªa Disney cuyos rostros forran las carpetas de los adolescentes de todo el mundo. Obviamente, Hannah y Jonas encajan en La V¨ªa L¨¢ctea tanto como ponerse a dieta y zamparse todos los d¨ªas una bolsa de Cheetos. Pero son los m¨²sicos favoritos de la hija, de 12 a?os, de ?ngel Aparicio, el tipo de se encarg¨® de llevar el c¨¦lebre local de Malasa?a en su ¨¦poca dorada, los a?os ochenta. Aparicio, que cuenta 51 a?os y dej¨® en 1989 Madrid para vivir en Altea (Alicante), se pasar¨¢ ma?ana a pinchar por La V¨ªa L¨¢ctea para celebrar el 30 aniversario del, indiscutiblemente, epicentro roquero de Madrid.
El club se inclin¨® hacia el sonido de guitarras de finales de los setenta
Ramones, Jam, Elvis Costello y los Clash eran fijos en el bar
"Primero empec¨¦" -cuenta Aparicio- "como cliente. Era un bar nuevo, pon¨ªan buena m¨²sica, se escuchaba muy bien y hab¨ªa posibilidades de ligar. As¨ª que era perfecto". Habla de julio de 1979, cuando se levant¨® en un antiguo almac¨¦n en el n¨²mero 18 de la calle Velarde un club con vocaci¨®n musical, underground y liberal. Pero, ?oh sorpresa!, uno de los primeros grupos que Aparicio escuch¨® all¨ª fue a los melosos Dire Straits. "Bueno, era su primer disco y estaban de actualidad", cuenta. El club pronto se inclin¨® hacia el sonido de guitarras de finales de los setenta: Ramones, Jam, Elvis Costello y los Clash eran fijos. Precisamente el l¨ªder de estos ¨²ltimos, Joe Strummer, fue uno de los c¨¦lebres m¨²sicos que pis¨® La V¨ªa. Se present¨® como cualquier cliente, sin avisar, y pidi¨® uno de sus vicios, el brandy Soberano.
La V¨ªa est¨¢ hoy en manos de los mismos que hace tres d¨¦cadas. Amparo Fern¨¢ndez, 58 a?os, es la viuda del fundador, Marcos L¨®pez, que falleci¨® de un infarto en 2003. Amparo, una se?ora que se conserva divinamente, recuerda aquellos primeros a?os: "Mi marido era un hombre inquieto y un gran aficionado a la m¨²sica. Viaj¨® por Europa, cogi¨® de aqu¨ª y all¨¢ y se vino con la idea de La V¨ªa". Junto con Amparo llevan el local su hija Patricia, de 37 a?os, y su sobrino David Krahe, de 38. Los dos crecieron y encontraron pareja (ella cuenta tres hijos y ¨¦l dos) en La V¨ªa. "Empec¨¦ de pinchadiscos con 17 a?os. Al d¨ªa siguiente se incendi¨® el local", relata David, que ejerce de encargado, dj, adem¨¢s de tocar la guitarra para Los Coronas y Josele Santiago. ?La filosof¨ªa del local? Una selecci¨®n musical muy cuidada, hasta tal punto que a mediados de los ochenta se convirti¨® en el acta fundacional de lo que se llam¨® sonido Malasa?a. Y el dise?o, claro, repleto de p¨®steres de rock and roll y de los cuadros de Costus, pintores de la Movida. "Desde los inicios intentamos poner m¨²sica que no encuentras en otros lugares. A mediados de los ochenta se convirti¨® en un espacio de encuentro generacional". Javier Krahe habla de aquel sonido, guitarrero y garagero, que impulsaron bandas madrile?as como Sex Museum, Pleasure Fuckers o Los Enemigos. La V¨ªa era su cuartel general. All¨ª pinchaban periodistas como Diego A. Manrique, m¨²sicos como Kike T¨²rmix, y se pasaban figuras internacionales, como Nico (la musa de Velvet Underground, que "no par¨® de fumar porros"), Johnny Thunders o Paul Collins. O reinas del destape en los ochenta, como Nadiuska, que se present¨® "con un se?or barbudo y muy encorbatado". Las estrellas internacionales siguen peregrinando all¨ª, como los Killers, que pincharon. Y los pol¨ªticos: recientemente se dejaron caer los socialistas Diego L¨®pez Garrido y Trinidad Jim¨¦nez.
Todos los grupos reconocen la influencia de La V¨ªa en la m¨²sica espa?ola. Los m¨¢s j¨®venes, como Ignacio, 31 a?os, voz de Zodiacs: "Ahora vivo en Chueca, pero antes, cuando lo hac¨ªa en Euskadi, La V¨ªa L¨¢ctea era el para¨ªso que hab¨ªa que visitar. Un lugar donde ponen buen¨ªsima m¨²sica. Y una est¨¦tica alucinante. All¨ª grabamos nuestro primer v¨ªdeo"; y tambi¨¦n los veteranos, como Alejo Alberdi, 49 a?os, miembro de Derribos Arias: "Cuando se cerr¨® Rock Ola hubo un trasvase de gente a La V¨ªa. Recogi¨® el testigo. Era un club social. Adem¨¢s, la Movida se hab¨ªa desvirtuado. En La V¨ªa el rock vuelve a ser underground".
De las figuras imprescindibles en la historia del local, adem¨¢s de Marcos L¨®pez y ?ngel Aparicio, hay que citar al Pele, un madrile?o castizo de 63 a?os que ha hecho de todo (portero, encargado, camarero...) en los 24 a?os que lleva en La V¨ªa. Y todav¨ªa sigue en el tajo: "Y el caso es que no me gusta la m¨²sica. Vi a los Beatles en la Plaza de Las Ventas en los sesenta, pero fui porque iban mis amigos". Y no se puede olvidar a Monty, un asturiano extra?o e imaginativo que ejerci¨® de encargado durante las temporadas m¨¢s desinhibidas de La V¨ªa. Monty acab¨® fug¨¢ndose a Australia con la hija de un embajador ruso. ?ltimas noticias del sujeto: ha montado una tienda donde vende carne en Antigua, Guatemala. Su nombre: La V¨ªa L¨¢ctea Carnicer¨ªa. Es el esp¨ªritu de La V¨ªa.
30? Aniversario de La V¨ªa L¨¢ctea. Actuaci¨®n de Geraint Watkins. Ma?ana en La V¨ªa L¨¢ctea y el s¨¢bado en El Sol.
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