Kak¨¢ y Ronaldo, a la calle
Una ma?ana de hace tres o cuatro a?os, mientras pase¨¢bamos por un barrio m¨¢s o menos residencial de Managua, el novelista Sergio Ram¨ªrez nos dijo a Juan Urbano y a m¨ª que el problema de Latinoam¨¦rica era que todas sus naciones eran dos pa¨ªses, uno real y otro virtual, uno pobre y otro rico, uno en el que el problema de la gente era encontrar comida y otro en el que el problema era comprar una nevera en la que guardarla, a ser posible de esas con dispensador de cubos de hielo y grifo de agua fr¨ªa.
Da la sensaci¨®n de que en Espa?a empieza a ocurrir lo mismo, porque abres los peri¨®dicos y dependiendo de la secci¨®n que leas parece que las noticias hablen de dos mundos diferentes: si est¨¢s en las p¨¢ginas de informaci¨®n nacional, te encuentras casi cuatro millones de desempleados y un mill¨®n y medio de familias en las que nadie tiene trabajo; pero si pasas a las de Econom¨ªa, en las ¨²ltimas hojas los bancos sacan petr¨®leo del subsuelo de la crisis y ganan euros suficientes como para sepultar las islas Baleares y medio Logro?o bajo una monta?a de monedas, pero en las primeras, la cat¨¢strofe aparece a cuatro columnas, el consumo se hunde, los comercios bajan los precios, la morosidad aumenta... Y si te vas a Deportes, ves que el Real Madrid va a pagar 80 millones por el jugador del Manchester United Cristiano Ronaldo, y 65 por Kak¨¢, la estrella del Milan, y treinta y tantos por Ribery, el l¨ªder del Bayern de M¨²nich; y alrededor de treinta por Xavi Alonso, del Liverpool; y ciento y pico por tres futbolistas del Valencia, Villa, Silva y Albiol... En unos sitios llueve el dinero y en otros no crece nada. O sea, que ya estamos en eso, o al borde de eso, y pronto habr¨¢ dos Espa?as, una real y otra virtual, y una de ellas ha de helarte el coraz¨®n.
Pronto habr¨¢ dos Espa?as, una real y otra virtual, y una de ellas ha de helarte el coraz¨®n
En Madrid el asunto se est¨¢ poniendo de color hormiga, como dicen en Chile, y nuestra regi¨®n es, junto con la valenciana y las Canarias, la ¨²nica en la que los datos del paro no han mejorado durante el mes de mayo, sino que se han vuelto peores.
En las listas del Inem ya hay 417.273 madrile?os, y uno se imagina que si a todos esos ciudadanos los pones en fila, igual hasta se salen de las fronteras de la Comunidad. Es raro, porque justo en esas comunidades donde el desempleo no retrocede quien gobierna es el Partido Popular, cuyos l¨ªderes juran por tierra, mar y aire, d¨ªa y noche y treinta y dos d¨ªas por mes que si los eligen van a arreglar el asunto y que en un abrir y cerrar de ojos vamos a estar todos colocados y con una n¨®mina en el bolsillo.
"Pues no s¨¦ yo", me dice Juan Urbano, "a este paso los jugadores que fiche Florentino P¨¦rez para el Real Madrid van a tener que salir a jugar al paseo de La Castellana si quieren que alguien los vea, porque igual a los socios, que en lugar de hacer malabarismos con una pelota los hacen con su sueldo, no les da para pagar el abono de la temporada que viene. ?Y si le compramos uno menos al Valencia y con lo que se ahorran nos bajan el precio del asiento? Pi¨¦nselo, presi, se lo digo en serio, que fichar a una afici¨®n es lo m¨¢s importante. Ya s¨¦ que nosotros, caballeros del honor, no tendr¨ªamos la m¨¢s m¨ªnima duda a la hora de elegir entre el Santiago Bernab¨¦u o el supermercado, pero los hinchas con hambre aplauden m¨¢s despacio.
Y si no, ya saben, que Cristiano Ronaldo y Kak¨¢ salgan despu¨¦s de los partidos a jugar un rato en La Castellana para los que no puedan pagarse la entrada, como hizo el otro d¨ªa el tenor peruano Juan Diego Fl¨®rez, que tras poner en pie al Teatro Real en un homenaje a Alfredo Kraus, se asom¨® a la terraza del coliseo y cant¨® La flor de la canela para los cientos de aficionados que segu¨ªan el concierto en la calle, a trav¨¦s de una pantalla instalada en la plaza de Oriente. Qu¨¦ detalle, compartir el fondo del tesoro con los que no han podido pagarse el viaje a la isla.
Juan Urbano y yo habl¨¢bamos de todo eso mientras pase¨¢bamos por Madrid, donde en mayo ha habido 2.131 parados m¨¢s, bajo un sol de justicia, y nos dijimos que ojal¨¢ no lleguemos a vivir en dos pa¨ªses distintos llamados del mismo modo, uno en el que alguna gente siempre est¨¢ dentro y otra siempre est¨¢ fuera, en el que la mitad del peri¨®dico cuenta los apuros de casi todos y la otra mitad explica lo bien que les va a unos cuantos. No puede sobrar tanto para algunas cosas mientras falta tanto para las cosas que importan.
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