Depresi¨®n inmobiliaria
Aunque los precios est¨¢n cayendo con rapidez, el colapso de la vivienda perdurar¨¢ hasta 2012
El mercado de la vivienda, el pilar m¨¢s firme del crecimiento de la econom¨ªa espa?ola entre 1998 y 2007, est¨¢ sufriendo un ajuste sin precedentes en la historia econ¨®mica espa?ola que, seg¨²n casi todas las evidencias disponibles, se prolongar¨¢ al menos hasta mediados o finales de 2012. La persistencia de esta crisis se explica por el descomunal exceso de oferta de vivienda, acumulada durante la burbuja inmobiliaria, calculado en 1,2 millones de pisos sin vender que pesan como el plomo sobre las alas de constructoras, inmobiliarias y, ahora, de los bancos que han tenido que hacerse cargo de muchos de ellos para compensar los impagados.
Una de las condiciones de la recuperaci¨®n econ¨®mica es que el mercado absorba esos pisos. Pero para que el stock de viviendas comience a venderse parece necesario que se produzca un descenso de los precios, de forma que se equilibre de nuevo la relaci¨®n entre oferta y demanda. Los informes recientes prev¨¦n para 2009 una ca¨ªda de los precios del 10% y una m¨¢s acusada del 12% en 2010. Cuanto m¨¢s r¨¢pida y profunda sea esa ca¨ªda, antes se recuperar¨¢ la actividad inmobiliaria. Por eso son desaconsejables las subvenciones y apoyos p¨²blicos a promotoras y constructoras; y por eso el Gobierno deber¨ªa moderar de momento sus planes entusiastas de construcci¨®n de viviendas protegidas.
Pero tambi¨¦n es necesario que se recupere la actividad econ¨®mica, de forma que el aumento de la renta permita a los potenciales compradores considerar la opci¨®n de comprar un piso. No hay expectativas de recuperaci¨®n significativa de las rentas a corto plazo. Y las rebajas del coste del dinero no son suficiente est¨ªmulo para impulsar en estos momentos decisiones de inversi¨®n muy costosas para las familias.
La decisi¨®n del Gobierno de eliminar la deducci¨®n en el IRPF por compra de vivienda a partir de 2011 es acertada, puesto que estabiliza los precios a medio plazo, previene los factores que pueden favorecer una nueva burbuja inmobiliaria y constituye un acicate eficaz para que se avance en la venta de las viviendas sin salida. Pero para que esa decisi¨®n surta efecto debe aplicarse con rapidez y sin componendas. Es de temer que las presiones pol¨ªticas de algunos socios parlamentarios potenciales del Gobierno consigan mantener la desgravaci¨®n fiscal para franjas de renta superiores a los 18.000 euros anuales -el l¨ªmite inicial fijado por el Ejecutivo-, con lo cual se perder¨ªan los dos efectos econ¨®micos mencionados y se prolongar¨ªa innecesariamente la crisis de la vivienda.
Las promesas de Rodr¨ªguez Zapatero sobre un nuevo patr¨®n de crecimiento, m¨¢s productivo y con mejor calidad de empleo, deben reservarse para el medio plazo; y es muy saludable aumentar las inversiones en educaci¨®n y tecnolog¨ªa. Se ha perdido una legislatura y media por no haber tomado en su d¨ªa esas decisiones de inversi¨®n. Pero a corto plazo, la vivienda y el turismo siguen siendo las paredes maestras del PIB. Eso deber¨ªa estar tan claro como el cambio de patr¨®n econ¨®mico.
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