'Coraline', animaci¨®n seria al otro lado del espejo
Henry Selick defiende la t¨¦cnica artesanal frente al ordenador
En los estudios Laika se pasaron todo el rodaje de Los mundos de Coraline jugando a las mu?ecas. Mu?ecas como las de su protagonista, una ni?a de 11 a?os en busca de unos padres que le hagan m¨¢s caso, que por lo general no levantan -en la vida real- m¨¢s de 24 cent¨ªmetros del suelo. Un juego minucioso, porque en el mejor de los d¨ªas Henry Selick y su equipo no rodaron m¨¢s de dos segundos de pel¨ªcula. Claro que Selick sab¨ªa lo que hac¨ªa, como demuestran Pesadilla antes de Navidad y James y el melocot¨®n gigante, que hizo antes de Monkeybone, una mezcla de animaci¨®n y actores de carne y hueso. Animaci¨®n con mu?ecos que se mueven fotograma a fotograma.
Despu¨¦s de 20 meses de rodaje (10 a?os si incluimos el tiempo de financiaci¨®n y preproducci¨®n), Los mundos de Coraline lleva camino de convertirse en un cl¨¢sico como lo es Pesadilla antes de Navidad. "Lo gracioso de aquella pel¨ªcula es que fue el primer largometraje en stop motion realizado por un gran estudio [Disney]. Tuvo ¨¦xito, cost¨® poco y parec¨ªa que el mundo era nuestro. Pero a continuaci¨®n lleg¨® Toy story y la animaci¨®n por ordenador domin¨® el mercado", confiesa Selick (Glen Ridge, Nueva Jersey, 1952), que se cri¨® a base de los dibujos animados cl¨¢sicos y de unos esqueletos que le atra¨ªan, creados por Ray Harryhausen fotograma a fotograma para Jas¨®n y los argonautas. "Hay a quien el proceso le parece tedioso. Para m¨ª es como interpretar mediante mis mu?ecos, imbuir de vida un mundo que existe, que puedes tocar". As¨ª describe una t¨¦cnica que a este animador le recuerda tambi¨¦n a la de los escaparatistas. De esta forma le dio vida al cuento de Neil Gaiman, una historia a la que en su opini¨®n aport¨® "color y calor" frente a la frialdad del escritor brit¨¢nico (autor de Sandman), a?adiendo a su protagonista elementos de su sobrina, de su hermana y de la obra de Degas.
El triunfo de Pesadilla antes de Navidad fue agridulce, porque la fama se la llev¨® Tim Burton; el dinero, los estudios Disney, y el futuro de esta animaci¨®n que Selick tanto ama se lo arrebat¨® la llegada del CGI, las im¨¢genes generadas por ordenador. Los mundos de Coraline es su dulce venganza. Una inmersi¨®n en mitos como Alicia en el pa¨ªs de las maravillas, con resonancias a David Lynch o Hayao Miyazaki. Y adem¨¢s en 3D. "Es mi trabajo m¨¢s personal y estoy seguro de que llega en el mejor momento. Ya se empieza a notar en el p¨²blico un cierto cansancio de tanta animaci¨®n por ordenador"."Se empieza a notar cansancio en la fiebre digital", afirma el director
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