Nuevas en la caseta

"En mi otra vida trabaj¨¦ en la asesor¨ªa jur¨ªdica de un banco. Siete a?os. Luego lo dej¨¦. Me fui a mi casa pensando que quer¨ªa editar libros... y hasta aqu¨ª". Para Mar¨ªa Moreno (Madrid, 1970), "hasta aqu¨ª" es la caseta 188 de la Feria del Libro. Es la que ocupa Veintisiete Letras, la editorial que dirige junto a Viviana Paletta, una bonaerense del 67 que se vino a estudiar a la Complutense en 1991 y que, con un beb¨¦ de dos meses, llega a la foto con el tiempo justo entre toma y toma. La ni?a naci¨® en abril. La editorial, el 26 de septiembre de 2007. Lo dice Moreno de carrerilla, sin dudar de la fecha, con un brillo de satisfacci¨®n en los ojos. Ella y Paletta se conocieron trabajando en La Esfera de los Libros. Cuando lo dejaron decidieron lanzarse por su cuenta. Eligieron un nombre con ecos cabal¨ªsticos y literarios "a la vez que junta n¨²meros y letras, las que us¨® Mar¨ªa Moliner en su diccionario".

"En mi otra vida trabaj¨¦ en la asesor¨ªa jur¨ªdica de un banco", dice Mar¨ªa

"La Feria asusta, porque te das cuenta de tu verdadero tama?o"

"El reto es seducir en espa?ol; los lectores est¨¢n volcados en las traducciones"

Su 'best seller' es 'Historia de la revoluci¨®n rusa', de Le¨®n Trotski

La suya es la editorial madrile?a m¨¢s joven de las presentes en el Retiro. Tanto que, con 19 t¨ªtulos en el cat¨¢logo, estaban muy lejos de los 91 que exige el reglamento de la feria para tener caseta propia. Por eso la comparten con Melusina, uno de los mejores sellos de la ¨²ltima hornada. O de la pen¨²ltima, porque la proliferaci¨®n de editores independientes es una de las tendencias de los ¨²ltimos a?os. Otra tendencia, tama?o obliga, es que compartan caseta. Es lo que hacen tambi¨¦n Rey Lear y Ediciones del Viento por una parte y, por otra, las siete del grupo Contexto, que obtuvo el ¨²ltimo Premio Nacional a la Mejor Labor Editorial y que re¨²ne a Libros del Asteroide, Barataria, Global Rythm, Impedimenta, N¨®rdica, Perif¨¦rica y Sexto Piso.

"Como Melusina es de Barcelona, nosotras cuidamos la paradita", dice Mar¨ªa Moreno, que explica esta pac¨ªfica "guerra de la independencia" porque el ¨¦xito y la visibilidad de unos anima a otros a poner en marcha sus propios proyectos. Y donde dice ¨¦xito debe decir supervivencia, la palabra clave en un trabajo en el que, con frecuencia, una o dos personas se hacen cargo de todo: la direcci¨®n, la edici¨®n "de mesa", la promoci¨®n y hasta la maquetaci¨®n. Cada d¨ªa surge un editor nuevo, pero ?hay cama para tanta gente? "En el sector s¨ª hab¨ªa un hueco", cuenta Moreno apuntando a un mundo en el que las grandes marcas arriesgan cada vez menos. "Pero debemos pensar si ese hueco existe tambi¨¦n en el inter¨¦s de la gente. No vale s¨®lo con editar cosas de calidad. Hay que conseguir que interese a un n¨²mero suficiente de lectores".

Para eso la feria es el escaparate ideal: "Un escaparate que a veces se transforma en un espejo. Y asusta porque te das cuenta de tu verdadero tama?o", dice, cauta, Mar¨ªa Moreno. "Pero esto es una fiesta, una oportunidad ¨²nica para darnos a conocer. O la ¨²nica. La cr¨ªtica ha tratado muy bien nuestros libros, pero esto es otra cosa. Viene gente que nos conoce por Facebook, despistados que piensan que eres una librer¨ªa y desconocidos que se llevan el cat¨¢logo y luego vuelven a tiro hecho. Claro que nos gustar¨ªa vender mucho, pero esto es algo m¨¢s que vender".

Veintisiete Letras, cuyo best seller es Historia de la revoluci¨®n rusa, de Le¨®n Trotski ("y son 1.020 p¨¢ginas"), ha apostado fuerte por la literatura latinoamericana y por recuperar cl¨¢sicos universales que merecen una segunda vida. Colette, Alejandro Sawa, Lloren? Villalonga o Haroldo de Campos conviven en su caseta con escritores como Mart¨ªn Cerda, Javier V¨¢sconez y Adolfo Casta?¨®n, autores consagrados en sus respectivos pa¨ªses pero con los que cuesta arrancar en Espa?a: "El reto es seducir con el espa?ol. Los lectores est¨¢n muy volcados en las traducciones, sobre todo del mundo anglosaj¨®n. Hay que apostar por la versi¨®n original". "En Am¨¦rica Latina se est¨¢ escribiendo el mejor espa?ol de la actualidad, pero el desconocimiento de lo que se hace all¨ª es enorme. El problema es el peso de los t¨®picos. Los efectos del boom de los a?os sesenta contin¨²an y la gente sigue pidiendo exotismo".

Su pr¨®ximo t¨ªtulo ser¨¢n las Cartas a Stalin, de Bulgakov. Su deseo futuro, "seguir publicando a Andr¨¦s Rivera", un deslumbrante autor argentino -muy comprometido socialmente pero nada sermoneador- cuya novela El profundo sur inaugur¨® el cat¨¢logo de Veintisiete Letras: "Es nuestro pater familias. Vino a Madrid con 80 a?os, por sus propios medios y con su mujer, que lleva una biblioteca popular. Presentamos el libro y particip¨® en un festival de la Casa de Am¨¦rica. Cuando se despidi¨® de nosotras nos dio un sobre. Pensamos que era una carta. ?Era el dinero que le hab¨ªan pagado en el festival! Como est¨¢bamos empezando, quer¨ªa ayudar. En Argentina, la mayor¨ªa de sus derechos est¨¢n en manos de una editorial grande que no se arriesga a publicarlo en Espa?a. Nosotras vamos a pelear por ¨¦l hasta que quebremos".