Rub¨¦n Pinar, por la puerta grande

Rub¨¦n Pinar tiene dieciocho a?os, todav¨ªa no ha cumplido uno de alternativa y ya ha saboreado la gloria de la puerta grande de Las Ventas en fecha se?alada. No est¨¢ nada mal para un chaval que empieza a abrirse camino. Confirm¨® su alternativa el d¨ªa del estallido art¨ªstico de Morante y su presencia qued¨® diluida por el intenso aroma de aquella hist¨®rica tarde. Ayer se desquit¨® y grit¨® a los cuatro vientos que le sobran ilusi¨®n y ganas; y, sobre todo, que tiene hambre de ser figura. Y lleg¨® dispuesto a lo que hiciera falta, a embestir si sus toros no embest¨ªan, a arrimarse como un condenado y a triunfar por encima de todo.

No es un exquisito este Pinar, pero s¨ª valiente, pundonoroso y entregado. Y cuando un torero presenta esas credenciales es dif¨ªcil que no cale en los tendidos. Ayer cal¨® hondo en sus dos toros, manejables ambos, aunque no f¨¢ciles. Exig¨ªan quietud y decisi¨®n, y ambas condiciones las desgran¨® Pinar. Tir¨® de la embestida de su primero, bien colocado siempre, y lig¨® tandas de muletazos muy estimables, sobre todo, por el lado derecho. Brind¨® al respetable el sexto, y se mostr¨® mand¨®n, seguro y arrebatador en derechazos muy ce?idos que emocionaron por su decisi¨®n. Se tir¨® a matar para salir a hombros, y lo consigui¨®. Hizo lo que debe hacer un torero: dominar a sus toros y romperse delante de ellos. Ojal¨¢ le dure la motivaci¨®n que ayer le llev¨® en volandas hasta la calle de Alcal¨¢.

Por el contrario, Ferrera y Tejela se fueron derechitos a su hotel con m¨¢s pena que gloria. Y no es que no tuvieran toros, que los tuvieron, pero est¨¢n mayores, o lo parecen, o quieren y no pueden, o se les acab¨® el carburante de la ilusi¨®n. Cualquiera sabe...

El primero de Ferrera era un torrente de casta y codicia en la muleta. Embisti¨® una y mil veces y a¨²n estar¨¢ embistiendo en el limbo de los toros. Y lo hac¨ªa con vibraci¨®n y alegr¨ªa. Pero ten¨ªa mucho que torear y dominar ese toro. Exig¨ªa sometimiento y una muleta poderosa y templada. Una cerrada ovaci¨®n le acompa?¨® con todo merecimiento en el arrastre. El cuarto ten¨ªa menos motor, pero repiti¨® con nobleza en el tercio final. Pitos y silencio fue el bagaje conseguido por su matador. Ferrera es un torero animoso, valiente, esforzado y bullanguero. Su fuerte son las banderillas a toro pasado y con ellas destac¨® ante el cuarto, pero decae mucho con capote y muleta. No estuvo a la altura de ninguno de sus toros. Ni mucho menos.

Y Tejela tampoco tiene perd¨®n de Dios. Parece conformado con su posici¨®n de eterna esperanza, y da la impresi¨®n de que est¨¢ en proceso de prejubilaci¨®n. Le sobraron precauciones y mala colocaci¨®n, y su labor fue aburrida y mon¨®tona. As¨ª le ocurri¨® ante el noble tercero, con el que no dijo nada, y con el ¨¢spero quinto, que se quiso comer al torero por su impericia y falta de sometimiento. Una pena, porque la corrida de ayer se llev¨® muchas orejas al desolladero.