En el balc¨®n y sin tiburones debajo
Mariano Rajoy est¨¢ hoy m¨¢s fuerte. Ha ganado, puede salir al balc¨®n de G¨¦nova y no ver debajo a los tiburones que, con hambre atrasada, esperaban que saltara, sino a simpatizantes alborozados. Le vale con haber ganado por segunda vez unas elecciones nacionales. Gan¨® las municipales de 2007 y ha perdido otras tres: dos generales y las anteriores europeas. Y, sobre todo, le vale haber pasado en 15 meses, desde las generales de 2008, de una desventaja de cuatro puntos a casi cuatro por encima del PSOE. O sea, que ha remontado casi ocho puntos, a raz¨®n de medio punto por mes.
La ventaja no le asegura nada, pero le permite enmudecer a sus cr¨ªticos de dentro y fuera del partido, que adem¨¢s carecen de l¨ªder alternativo. Con este resultado no es seguro el cambio que pregona Rajoy para el Gobierno, pero tampoco el que ans¨ªan en el PP los que no han dejado de dudar de sus posibilidades. Se discutir¨¢ si la ventaja es demasiado corta para las primeras elecciones de la crisis. Si cuatro millones de parados tienen una traducci¨®n demasiado escasa en las urnas. Si es s¨®lo consecuencia de la movilizaci¨®n de su electorado, frente al desinter¨¦s de la izquierda. Rajoy no disipa la incertidumbre sobre si avanza inexorablemente hacia su tercera derrota en unas generales o si est¨¢ en condiciones de ganarle a Zapatero, pero ha ganado por casi cuatro puntos. O si el resultado de ayer es, en el fondo, una buena noticia para el PSOE porque permite que Rajoy siga en precario, no sea sustituido ya por otro l¨ªder m¨¢s fuerte y en tres a?os, si se inicia el final de la crisis, Zapatero puede remontar si moviliza al electorado de izquierdas que se qued¨® en casa ayer. Pero Rajoy est¨¢ m¨¢s fuerte, aunque no tenga fuerza suficiente para pensar en una moci¨®n de censura. El PP ha vuelto a demostrar que es imbatible en sus feudos, aunque deber¨ªa hacerse mirar si con eso le vale para tener mayor¨ªa en el Congreso o si debe reforzarse en Catalu?a o Pa¨ªs Vasco. Le ha funcionado la estrategia de no eludir el caso Correa y presentarlo como un ataque al partido. As¨ª ha movilizado a los suyos frente al enemigo exterior en Valencia y Madrid. Esa movilizaci¨®n de los convencidos la ha reforzado con un mensaje m¨¢s duro y un candidato ultraconservador. Su reto ahora es recuperar la imagen m¨¢s centrista que busc¨® hace un a?o en el congreso de Valencia y su inter¨¦s por trabar acuerdos con CiU y PNV. Ahora debe ponerse a buscar complicidades para poner en aprietos al Gobierno en el Congreso, en mejores condiciones.
El PP ha remontado casi ocho puntos de diferencia con el PSOE desde las generales de hace 15 meses
Alberto Ruiz-Gallard¨®n no se ha quemado en la campa?a. Tiene coartada porque estaba de viaje oficial, pero no ha participado en ning¨²n acto. Si el PSOE hubiera ganado se hubiera acelerado la hip¨®tesis del relevo de Rajoy por Gallard¨®n, rival m¨¢s temible para Zapatero. Pero Rajoy puede haber ganado impulso suficiente para llegar hasta las generales de 2012.
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