Un dudoso inter¨¦s general

"Si se despe?a un autob¨²s escolar por un barranco, ?hasta cu¨¢ntos ni?os puedo permitir que se me mueran sin que crispen?", respondi¨® I?aki Gabilondo a sus jefes, cuando en 1980, como director de Informativos de TVE, le reclamaban informaci¨®n de Estado que no alterase a la sociedad en momentos delicados para la incipiente democracia.

La cita viene a cuento de la decisi¨®n de TVG de levantar de la parrilla un documental sobre las vacas locas bajo el pretexto de no da?ar econ¨®micamente al sector ganadero. El propio presidente de la Xunta, Alberto N¨²?ez Feij¨®o, justific¨® la decisi¨®n por la petici¨®n, nunca constrastada, de un sindicato agrario. La pol¨¦mica que se desat¨® ha obligado a los nuevos responsables del ente p¨²blico a emitir el programa ma?ana. Pero el debate no se ha resuelto. ?Hast¨¢ qu¨¦ punto los intereses de un colectivo pueden ser obst¨¢culo a la libertad de expresi¨®n y el derecho a la informaci¨®n? ?Qu¨¦ motivos pueden justificar que no se difunda una noticia veraz, obtenida por medios legales y contrastada con distintas fuentes?

"Hurtar informaci¨®n veraz a la sociedad es tratar a la gente como menores"

"Deben ser los profesionales y no las autoridades quienes decidan"

Razones de Estado, siempre relacionadas con la seguridad, y la protecci¨®n de derechos individuales, como la intimidad o el honor, o aquellas cuestiones que afectan a menores, son los ¨²nicos l¨ªmites que establecen los expertos en comunicaci¨®n. Durante el 23-F, el propio Gabilondo tuvo que esperar casi un d¨ªa para emitir unas im¨¢genes de inter¨¦s indudable: la toma del hemiciclo por los golpistas. El objetivo de esperar a la salida de los diputados del Congreso fue "salvaguardar la vida de todas aquellas personas". "Habitualmente la pretensi¨®n de escamotear infomaci¨®n en nombre de un presunto inter¨¦s general o social es una forma de dudar del papel de los medios en democracia y tambi¨¦n de la capacidad de los ciudadanos. En no pocas ocasiones ese gesto de paternalismo esconde otros intereses", avisa.

Llucia Oliva, presidenta del Consell de la Informaci¨® de Catalunya, un organismo autorregulador que vela por el cumplimiento de los principios ¨¦ticos en la actividad period¨ªstica, sostiene que "hurtar a la sociedad informaciones veraces es tratar a las personas como menores de edad y tambi¨¦n un da?o a la democracia". Esta periodista cita como excepciones aquellas "noticias sensibles relativas a actos terroristas que podr¨ªan causar males mayores". En todo caso, aboga por que el medio "se justifique con honradez ante los ciudadanos y la redacci¨®n cuando decida limitar un informaci¨®n".

En el Reino Unido se ha abierto una discusi¨®n despu¨¦s de que algunos bancos acusasen a los medios de agravar la situaci¨®n econ¨®mica con sus informaciones. La presidenta de la Federaci¨®n de Asociaciones de Prensa (FAPE), la gallega Magis Iglesias, se muestra radicalmente en contra de cualquier censura. Recuerda que el "inter¨¦s general" est¨¢ vinculado a "valoraciones subjetivas" y defiende que "deben ser los profesionales y no las autoridades quienes decidan sobre la publicaci¨®n o no de informaciones conflictivas". De paso, reclama "responsabilidad y un escrupuloso oficio" a los informadores para que se garantice "la pluralidad".

El reci¨¦n nombrado secretario general de Comunicaci¨®n de la Xunta, Alfonso Cabaleiro, que fue director de Radio Galega con Fraga, cita como excepciones s¨®lo aquellas que recoge el art¨ªculo 20 de la Constituci¨®n, relacionadas con la intimidad, el honor, la propia imagen o los derechos de los menores. Y recuerda que, en caso de colisi¨®n, corresponde a la "tutela jurisdiccional" "garantizar los derechos" constitucionales.

Ferm¨ªn Bouza es catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa en la Complutense de Madrid. Distingue entre "informaciones confidenciales relativas a la seguridad del Estado que s¨ª deben ser preservadas, algo que entiende todo el mundo, y las opiniones conflictivas, que no son en absoluto el mismo caso". Bouza cita el caso del reportaje de las vacas locas. "S¨®lo puede causar un da?o, el retrospectivo, que es volver a recordar actitudes nada ejemplares de otro Gobierno del PP". Partidario de dar una nueva oportunidad a los gestores de TVG, ruega que el canal no siga el ejemplo de Telemadrid, "donde el partidismo ni siquiera se disimula".

El decano del Colegio de Xornalistas de Galicia, que agrupa a m¨¢s de 1.000 profesionales, Xos¨¦ Manuel Pereiro, insiste en que una noticia lo es "porque precisamente no le gusta a alguien". Y cita "las fotos de los abusos en Abu Ghraib que seguramente da?aron a la imagen de los Estados Unidos, de su Gobierno y seguramente de la naci¨®n". Otra cosa es la emisi¨®n de im¨¢genes de cad¨¢veres o primeros planos de v¨ªctimas "que s¨ª deber¨ªan tener en cuenta los intereses de sus familiares". "Pero el inter¨¦s general es casi siempre una argucia para esconder intereses particulares".

Y ah¨ª sostiene Pereiro, colaborador de este peri¨®dico, la responsabilidad deber¨ªa ser la misma en los medios p¨²blicos y en los privados. En eso coincide Alfonso Cabaleiro y tambi¨¦n I?aki Gabilondo: "Lo contrario ser¨ªa como admitir que los ¨²nicos hospitales que deben operar bien son los p¨²blicos".