El 'partido del rey' revoluciona la campa?a electoral en Marruecos
La nueva formaci¨®n concurre a los comicios locales de hoy
"Se¨ªsmo", "terremoto". Prensa y clase pol¨ªtica han descrito as¨ª con frecuencia los efectos de la campa?a electoral llevada a cabo por la m¨¢s joven de las fuerzas pol¨ªticas de Marruecos, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), cuya eminencia gris es Fuad Al¨ª el Himma, de 46 a?os, ¨ªntimo amigo de Mohamed VI, rey de Marruecos. Fue su compa?ero de estudios, y su director de Gabinete antes de convertirse en el hombre fuerte del Ministerio del Interior.
Hoy se celebran elecciones municipales en Marruecos para renovar a 27.795 concejales de los 1.503 ayuntamientos. Como ya sucedi¨® en las legislativas, la ley electoral reserva un porcentaje -ahora el 12%- de los cargos a las mujeres. En total hay 20.458 candidatas que en un 62% no han cumplido 35 a?os, pero poseen al menos el bachillerato.
El PAM es, con diferencia, el que m¨¢s candidatos presenta, casi 17.000, por encima de los partidos tradicionales como los nacionalistas del Istiqlal (Independencia) o los socialistas. Cuenta con multitud de candidatos pese a que fue fundado hace tan s¨®lo diez meses. El nombre de su instigador, asociado al del monarca, atrae a j¨®venes aspirantes a pol¨ªticos y a caciques locales que quieren mantenerse en sus cargos.
Su legi¨®n de candidatos y las embestidas que lanz¨® durante la campa?a contra el ministro del Interior, Chakib Benmusa, el primer ministro, Abbas el Fassi, y otros dignatarios han conseguido relegar a un segundo plano los tradicionales pron¨®sticos, en v¨ªsperas electorales, sobre el resultado de los islamistas del Partido de la Justicia y del Desarrollo (PJD).
El PAM se estren¨® electoralmente el oto?o pasado en varias legislativas parciales. Cosech¨® malos resultados. Himma sac¨® una conclusi¨®n: para ganar no bastaba con su apellido ni con el barniz modernizador que promet¨ªa dar a Marruecos. Necesitaba incorporar a los caciques locales, a los que hasta entonces hab¨ªa dado la espalda so pretexto de renovar la clase pol¨ªtica.
Entre los candidatos municipales del PAM hay ahora un buen pu?ado de oligarcas populares que concurrieron a las elecciones legislativas bajo las siglas de otras formaciones. Esta "trashumancia pol¨ªtica", como se la llama en Rabat, desestabiliza a los partidos e incumple la ley. ?sta estipula que ning¨²n cargo electo puede cambiar de partido antes de que concluya su mandato.
El ministro de Interior quiso que se aplicara la ley e impugn¨® varias candidaturas del PAM bajo los aplausos de los partidos tradicionales. Himma se enfad¨®. Interior "recurre a m¨¦todos de otros tiempos", denunci¨®. Fue a los tribunales, que en un tiempo r¨¦cord le dieron la raz¨®n. El ministro tir¨® la toalla.
Himma no se conform¨® con su victoria jur¨ªdica. Para vengarse de aquellos a los que empujaron al ministro Benmusa a actuar contra ¨¦l tom¨® la decisi¨®n de pasar a la oposici¨®n con sus 46 diputados, no sin antes efectuar un viaje rel¨¢mpago a Par¨ªs, donde el rey estaba de vacaciones. Dej¨® al Gobierno en minor¨ªa parlamentaria.
Ante la mirada at¨®nita de los marroqu¨ªes el amigo del rey se uni¨® en el Parlamento a los islamistas moderados frente a un primer ministro nombrado por el monarca. "El PAM ha generado un inmenso caos", editorializa Ahmed Benchemsi, director del semanario Tel Quel. Pero cuando pol¨ªticos y periodistas daban por finiquitado al primer ministro, el rey le llam¨® desde Par¨ªs para reiterarle su confianza.
Este culebr¨®n ha hecho olvidar que, aunque presentan la mitad de candidatos (8.870) que el PAM, los islamistas moderados apuestan por conseguir la mayor¨ªa relativa en las grandes ciudades. "Toda esta pol¨¦mica en torno al nuevo partido nos conviene porque hemos dejado de ser el gran enemigo", sostiene Lahcen Daudi, n¨²mero dos de la formaci¨®n islamista.
En Marruecos no se efect¨²an sondeos, pero uno secreto encargado por Interior, del que se ha hecho eco la prensa, atribuye al PJD el 39% de las concejal¨ªas all¨ª donde concurre. Claro que la gran vencedora de los comicios, ser¨¢ probablemente la abstenci¨®n, que en las legislativas de 2007 fue del 63%.
Los islamistas de Justicia y Caridad (un partido no legal) y un peque?o grupo izquierdista, V¨ªa Democr¨¢tica, propugnan el boicoteo de las urnas.
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Peroratas contra Espa?a
Los m¨ªtines electorales que ha dado Fuad Al¨ª el Himma, el verdadero l¨ªder del PAM, en el norte de Marruecos han estado salpicados de invectivas contra las autoridades espa?olas. "Marruecos no tiene que recibir lecciones de Espa?a" en materia de lucha contra el tr¨¢fico de drogas, afirm¨® en mayo, en Ketama, una de las capitales del hach¨ªs. "Vosotros lo cultiv¨¢is aqu¨ª y ellos cosechan los frutos all¨ª", a?adi¨® El Himma, que durante ocho a?os fue el aut¨¦ntico ministro del Interior en la sombra.
D¨ªas antes tambi¨¦n lanz¨® otra andanada en Nador, la ciudad pegada a Melilla. Acus¨® nada menos que al Ministerio de Justicia espa?ol de "cambiar los ritos del rezo musulm¨¢n e impedir la religi¨®n marroqu¨ª" en Espa?a, lo que, insinu¨®, puede dar v¨ªa libre a los terroristas. Se refer¨ªa a que el grueso de los musulmanes de esa ciudad no comulgan con la corriente promarroqu¨ª.
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