El 'lehendakari' exige "bolsillos de cristal" a todos sus altos cargos

Frente a la crisis, austeridad, transparencia, humildad y buen gobierno, para hacer eficaz cada euro gastado. "Nadie ha venido a este gobierno para hacerse rico", resumi¨® el lehendakari Patxi L¨®pez al centenar y medio de altos cargos -consejeros, viceconsejeros, directores generales y cargos directivos de confianza- que reuni¨® ayer en Lehendakaritza, en una iniciativa sin precedentes. El objetivo, transmitirles personalmente las pautas de actuaci¨®n ¨¦ticas y pol¨ªticas que pretende que siga su Gobierno.

El lehendakari quiere a los altos cargos del primer Gobierno socialista de la historia vasca con "bolsillos de cristal", vacunados contra la corrupci¨®n. Y que el dinero que se destine a contrarrestar la crisis se gaste con eficiencia. Por eso pidi¨® a cada consejer¨ªa que revise sus presupuestos y "ara?en" los euros que puedan para ponerlos al servicio de las necesidades reales. "Vamos a compaginar la austeridad extrema en gastos no necesarios con fuertes inversiones generadoras de empleo y de valor a?adido", volvi¨® a anunciar. "Nosotros no pensamos que en ¨¦poca de crisis no hay que hacer inversiones, pensamos todo lo contrario", explic¨®, haciendo de Keynes uno de los baluartes de su pol¨ªtica econ¨®mica.

"No voy a permitir ning¨²n fraude en este terreno", les dice a los 150 cargos

Si Italia no estuviera como est¨¢ con Berlusconi, hasta se podr¨ªa decir eso de que L¨®pez quiere que sus altos cargos sean como la mujer del C¨¦sar. Su mensaje son¨® m¨¢s al discurso de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, cuando lleg¨® a La Moncloa en 2004. Y, sobre todo, recogi¨® las ideas del compromiso-dec¨¢logo por la transparencia presentado por los socialistas vascos en la campa?a electoral de municipales y forales de 2007. Ahora quiere llevarlo Patxi L¨®pez a todos los departamentos del Gobierno y a las sociedades p¨²blicas que dependen de ¨¦l.

Tal vez por eso record¨® a los congregados que son servidores de lo p¨²blico y que "los recursos p¨²blicos no son nuestros, nos los dejan para gestionarlos los ciudadanos". "Se supone que nosotros, la gente de izquierdas, tenemos un concepto altruista y de mayor peso de lo p¨²blico. Que las ideas de justicia e igualdad est¨¢s mucho m¨¢s arraigadas en nuestro ADN. Y eso es verdad. Y por eso ni se nos perdona, ni voy a permitir ning¨²n fraude en este terreno".

El lehendakari advirti¨® que no iba a pasar ni una. Que en su amplio equipo -a¨²n quedan altos cargos por nombrar- no hay sitio para el equ¨ªvoco, ni para "ninguna sombra de duda sobre nuestra gesti¨®n". S¨®lo relaj¨® algo el tono para recordar lo realizado en estos 30 d¨ªas al frente del Gobierno. Un mes donde lo "m¨¢s importante" ha sido "mantener la normalidad institucional". "Ning¨²n servicio p¨²blico, por peque?o que sea ha dejado de funcionar. Hemos respetado a los profesionales de la Administraci¨®n, que son la garant¨ªa del buen funcionamiento". Era un mensaje frente a las voces apocal¨ªpticas que alertaban de limpias en las instituciones desde el nacionalismo, que a¨²n no ha metabolizado la p¨¦rdida del poder.

Hasta las formas fueron austeras: tras el discurso, agua, pastas y caf¨¦. Antes, un ¨²ltimo mensaje p¨²blico: "a trabajar, a trabajar y a trabajar", como dec¨ªa otro socialista, Ram¨®n Rubial, que tambi¨¦n hizo historia al presidir el Consejo General Vasco, el ¨®rgano preauton¨®mico que precedi¨® al primer Gobierno vasco.

Para despu¨¦s, sin c¨¢maras ni periodistas, estaba previsto otro discurso para recordar a los presentes que el Gobierno es ¨²nico, que no debe haber competencia ni forcejeos entre departamentos. La misma idea que hab¨ªa dejado en su intervenci¨®n inicial: "Lo que cada uno haga afectar¨¢ al conjunto". Pero el lehendakari opt¨® por dejarlo as¨ª. "No voy a hablar dos veces". No parec¨ªa necesario.