Pl¨¢stica por el suelo del monasterio
Los j¨®venes del IES de Celanova, alumnos de los mejores ilustradores de Espa?a
Las palabras y las cosas fluyen esparcidas por el suelo en varias dependencias del monasterio de Celanova (Ourense). Cientos de p¨¢ginas de peri¨®dicos, libros, postales de arquitectura y revistas culturales conviven en organizado desorden con los trabajos que los alumnos del IES del municipio han realizado en su asignatura de Pl¨¢stica. Un homenaje a los ilustradores de los medios de comunicaci¨®n a quienes los estudiantes de primero y tercero de ESO han versionado con su visi¨®n intocada a¨²n por la voracidad pol¨ªtica.
Un caos de dibujos sobre ilustradores que han obligado a los alumnos a tocar, primero, los peri¨®dicos. A hojearlos despu¨¦s en busca de los gr¨¢ficos, y a leerlos finalmente para encontrarle sentido a las ilustraciones.
El dibujante m¨¢s popular entre los estudiantes fue Forges
Algunos ilustradores reconocieron que alg¨²n alumno super¨® su trazo
El profesor de Pl¨¢stica Jos¨¦ Rivela los embarc¨® -a autores y alumnos- en un trabajo colectivo de interpretaci¨®n de la realidad. Los chavales le pusieron palabras a las cosas -casi siempre pol¨ªticas- y despu¨¦s las dibujaron recreando los originales. Alguno, como Marcos Balfag¨®n (ilustrador de EL PA?S), advirti¨® que el trabajo del alumno hab¨ªa mejorado el suyo. Porque Rivela mantuvo la conexi¨®n de ida y vuelta entre dibujantes y aprendices. Escane¨® los trabajos de los alumnos basados en las vi?etas de los ilustradores y se los envi¨® a ¨¦stos, que casi siempre los comentaron.
Junto a Balfag¨®n y a Forges, Peridis, El Roto, Enrique Flores, Eulogia Merl¨¦, C¨¦sar Fern¨¢ndez Arias, est¨¢n tambi¨¦n Sean Macakaoui, Xouvanova, Isabel Mu?oz, Ricardo Cases. Y, acompa?¨¢ndoles, libros de Zo¨¦ Vald¨¦s, Espido Freire y Jean Clottes. Tambi¨¦n hubo postales con sus obras, enviadas por los arquitectos Francesco y Alessandro Mendini. No faltaron colaboraciones como la de las fundaciones La Pedrera, Jorge Guill¨¦n y Foto Colectania, o de la galer¨ªa Juana de Aizpuru. Las editoriales Alfaguara y Mondadori tambi¨¦n estuvieron presentes.
M¨¢s de un centenar de colaboradores celebraron la Pl¨¢stica de los chavales del IES de Celanova. Un despliegue de apoyos de primera para que los alumnos leyeran y reflexionaran antes de ponerse a dibujar. Para que le pusieran palabras a la realidad antes de interpretarla.
Los estudiantes quedaron satisfechos. Los ilustradores, tambi¨¦n. El colectivo Blank Paper Image ha propuesto a Rivela el trabajo a la inversa. "Quieren que los chicos hagan ahora dibujos de las vacas y de las cosas de sus pueblos y venir despu¨¦s ellos a retratarlas" para hacer el trabajo complementario de interpretaci¨®n sobre lo interpretado.
"Aprendimos las distintas t¨¦cnicas y por qu¨¦ se hacen dibujos a partir de un texto", comentan las alumnas Alba Velo, Elena V¨¢zquez y Tania Calvi?o. "Hay que implicarse para despu¨¦s poder transmitir las ideas dibuj¨¢ndolas", completan la aseveraci¨®n.
Y de entre los dibujantes con los que m¨¢s aprendieron, Forges se lleva la palma entre los m¨¢s j¨®venes. Es el preferido para imitar. El dibujante, que ha prometido visitar la exposici¨®n este mes, agradece en uno de los correos electr¨®nicos que envi¨® a Rivela las "molestias forgianas" que ¨¦ste se tom¨® y manda recado para los "preclaros copistas" de sus dibujos. "Hay que ver c¨®mo son capaces los j¨®venes de captar el movimiento, que es lo m¨¢s dif¨ªcil", se sincera con el profesor.
Los neodibujantes lo llenan efectivamente todo de movimiento. Pura acci¨®n en su visi¨®n de la realidad que se cuenta en los peri¨®dicos. Pero tambi¨¦n calcan los peridianos (de Peridis) mon¨®logos de Zapatero consigo mismo y juegan con los sombreados de El Roto.
El IES de Celanova no s¨®lo contact¨® con m¨¢s de un centenar de artistas pl¨¢sticos: se carte¨® electr¨®nicamente con todos y cada uno de ellos. Rivela cuenta que la mayor comunicaci¨®n la tuvieron con Forges, Peridis, Balfag¨®n y Joan Crisol, fot¨®grafo que trabaja para la revista Zero. Les envi¨® una fotograf¨ªa "preciosa; una especie de anuncio de vaqueros con un chico sobre otro", explica el profesor de Pl¨¢stica.
El pintor e ilustrador Santiago Morilla les envi¨® uno de sus cuadros y varios libros y CD. Todo ello se expone ahora sobre los suelos del barroco monasterio celanovense. Rivela cree que sus alumnos aprendieron sobre todo el h¨¢bito de acercarse a los peri¨®dicos y, si acaso, a leerlos despu¨¦s. "La educaci¨®n es integral", sostiene.
"Hubo mejora en el dibujo, claro que s¨ª, pero a dibujar se aprende dibujando; es pr¨¢ctica", reconoce el profesor, aunque resume la actividad en la frase que pronunci¨® una de sus alumnas cuando ¨¦l mismo les pregunt¨® por la lecci¨®n que hab¨ªan extra¨ªdo de este curso. "Que dibujar no es f¨¢cil".
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