El salvador del 'ladrillo' se da a la fuga

Dijo que ven¨ªa a "animar" la econom¨ªa espa?ola, a sanear empresas y a crear empleo. Y hubo quien se lo crey¨®. Josep Xicola, tras tomar las riendas de Fincas Corral, pretendi¨® hacerse hueco entre el empresariado catal¨¢n. Se pase¨® por los despachos de grandes compa?¨ªas en apuros para ofrecerse a qued¨¢rselas, pero sin poner un euro. Disfrutaba acudiendo a salones inmobiliarios, apareciendo en diarios y televisiones y ofreci¨¦ndose a colaborar con las administraciones p¨²blicas. Pero hoy ese castillo de naipes se ha venido abajo.

El que se llamaba "el salvador" de Fincas Corral est¨¢ desaparecido, declarado insolvente y siendo investigado por los Mossos d'Esquadra a ra¨ªz de denuncias y requerimientos judiciales. Se le imputan delitos de toda ¨ªndole: impagos de n¨®minas, compras de empresas insolventes para liquidarlas con f¨®rmulas de dudosa legalidad, quedarse con los alquileres de sus clientes...

El empresario quiso apropiarse de Don Piso y Habitat sin poner un solo euro

Xicola se hizo popular en Barcelona en agosto del a?o pasado, cuando anunci¨® la compra de Fincas Corral. En su despacho de la Rambla de Catalunya recib¨ªa a todo el mundo para contar sus "ambiciosos" planes, con desparpajo, descamisado. Si se le preguntaba cu¨¢nto hab¨ªa pagado y de d¨®nde hab¨ªa sacado el dinero, se re¨ªa. "?Cr¨¦dito? ?Bah! Yo, cash [efectivo]", dec¨ªa altivo.

Se hab¨ªa hecho con una de las mayores redes de intermediaci¨®n inmobiliaria, con 310 oficinas por toda Espa?a y delegaciones en Portugal, Andorra, Panam¨¢, M¨¦xico y Hungr¨ªa. Y a¨²n as¨ª, le parec¨ªa poco. "Quiero 2.000 oficinas, y otras 700 que tambi¨¦n despachen aloe vera para los empleados que se depriman vendiendo pisos", sosten¨ªa.

Cuando se hizo con Fincas Corral, los trabajadores llevaban meses sin cobrar. Les prometi¨® que les ir¨ªa pagando tras una reuni¨®n en la que mostr¨® varias veces su asombro porque era agosto y hab¨ªa gente de vacaciones. "Muy bien, muy bien, ha ido taaan bien...", repet¨ªa. No le faltaba raz¨®n, porque incluso los sindicatos confiaban en su solvencia. "Lo cre¨ªmos, pero pasaban los meses, y s¨®lo recib¨ªamos alg¨²n anticipo o pagar¨¦s sin fondos", explica un antiguo trabajador.

La desconfianza de los empleados se convirti¨® en desesperaci¨®n cuando hasta Barcelona llegaron trabajadores de Nature Pack, un fabricante onubense de envases que Xicola hab¨ªa comprado. A pesar de que la sociedad ten¨ªa un plan de viabilidad, los empleados vieron c¨®mo Xicola la desmantelaba. "Nos cortaron la luz, y ya fuimos a verlo a Barcelona. Y va y nos dice que nos constituyamos en cooperativa, que nos alquila la empresa", explica un trabajador.

Las oficinas de Fincas Corral pronto se quedaron tambi¨¦n sin luz, tel¨¦fono e Internet. Y en vez de crecer, la red se adelgazaba. La historia se repet¨ªa. Y no era la primera ni la segunda vez. Dos personas que se consideran "afectadas" por los "pufos" de Xicola cuentan que el empresario se hac¨ªa con compa?¨ªas en apuros asumiendo la deuda. "?l se quedaba la sociedad haci¨¦ndose cargo del pasivo y cobraba como compensaci¨®n el 3% de la deuda", asegura un empresario.

Todo parec¨ªa legal. Pero fuentes que colaboraron con Xicola cuentan que se malvend¨ªa activos, agotaba los suministros de tel¨¦fono y luz hasta que dejaba de pagar o cobraba los alquileres que gestionaba sin dar la renta al propietario. Entonces desaparec¨ªa. Y en alguna ocasi¨®n, ni tan siquiera se hab¨ªa inscrito como administrador ¨²nico en el Registro, con lo que se reclamaban las deudas a los antiguos propietarios. Todo eso, y m¨¢s, est¨¢ en los juzgados. ?Cu¨¢ntas veces lo ha hecho? El propio Xicola se jactaba hace unos meses de haber adquirido 300 sociedades en apuros.

"Esta vez ha sido demasiado, se expuso a la luz p¨²blica", a?aden. Trat¨® de ganarse a las administraciones cuando anunci¨® que pon¨ªa todo el patrimonio de la firma, m¨¢s de 8.000 pisos, en alquiler, o que pon¨ªa pisos para mujeres maltratadas. Y de hecho, tuvo un convenio con la Sociedad P¨²blica de Alquiler, aunque ¨¦sta acab¨® por romperlo.

Xicola tambi¨¦n recorri¨® grandes despachos de Barcelona. Acudi¨® a Bruno Figueras, de quien quer¨ªa Don Piso y Habitat. Y poco despu¨¦s, lanz¨® una oferta por El Caser¨ªo a Kraft. Los empresarios barceloneses pasaron de un cierto asombro a burlarse de ¨¦l. "Iba a empresas para comprarlas. Y cuando le dec¨ªan, 'muy bien, ?cu¨¢nto nos ofrece y c¨®mo nos va a pagar?', respond¨ªa: 'Yo no pongo dinero, yo pongo ilusi¨®n'. ?Y tan ancho!", afirman fuentes empresariales.

Hoy Xicola ya no pasea por la zona de negocios de la capital catalana. Acumula requirimientos judiciales a los que no responde porque la Seguridad Social embarg¨® parte de su sede social, que est¨¢ desmantelada. Todos sus n¨²meros de tel¨¦fono habituales ya no existen. Juzgados de Zaragoza, Bilbao, Sevilla y Barcelona han declarado a la empresa "insolvente" y en "ignorado paradero". Y as¨ª sigue.