Su alteza es una morosa
La princesa Maha al-Suidari, esposa del ministro del Interior saud¨ª, tiene deudas en 30 grandes firmas de Par¨ªs
Cuando una princesa ¨¢rabe entra con su s¨¦quito en una tienda, los dependientes se cuadran mientras el propietario se frota las manos. Pero si quien aparece es la princesa Maha al-Suidari, todos se echan a temblar. Al menos, en las exclusivas tiendas parisienses donde ella, la esposa de Naif Bin Abdulaziz, ministro del Interior de Arabia Saud¨ª y miembro de la realeza de su pa¨ªs, es capaz de dejar sin pagar ropa interior por valor de 70.000 euros. La princesa, acostumbrada a pisar las densas alfombras del hotel Crillon y con un cuerpo hecho a la medida de Dior, lleva un a?o sin pagar un euro en m¨¢s de 30 establecimientos de lujo de Par¨ªs: Dior, Kay Largo, Divina, Hanro, Marina, Frett¨¦, Le Nain Blue, el propio Crillon...
Ha dejado sin pagar ropa interior valorada en 70.000 euros
La mayor¨ªa de las grandes firmas no han abierto la boca; pero Jacky Giami, el propietario de Key Largo, una tienda de ropa deportiva donde se venden pantalones de ch¨¢ndal a 600 euros, ha contado al diario Le Parisien que se pasa los d¨ªas esperando en la cafeter¨ªa del hotel George V. All¨ª es donde antes se liquidaban los pagos con los comerciantes, justo al d¨ªa siguiente de que la princesa vaciara sus escaparates.
"Ella no es el tipo de cliente al que usted le pide una garant¨ªa a la hora de llevarse prendas", razona. La ¨²ltima vez que Maha al-Suidari visit¨® su tienda, se llev¨® art¨ªculos por valor de 140.000 euros, un 7% de la facturaci¨®n anual de su negocio. A la hora de cobrar, asegura ¨¦l, le recibieron con un "vuelva usted ma?ana", y hasta hoy.
Dada la discreci¨®n habitual que se gasta el negocio del lujo con sus clientes, y desde luego gracias a la inmunidad diplom¨¢tica de la que goza Maha al-Suidari, algunos de los comerciantes han acudido a la embajada ¨¢rabe para ver si, puesto que el esposo de la morosa es ministro, alguien paga la cuenta. Pero la embajada declina amablemente la invitaci¨®n a pagar que le remiten empresarios como Camila Boushaba, de la exclusiva tienda de lencer¨ªa O caprices de Lili. All¨ª siempre se consider¨® a la princesa saud¨ª una clienta excelente, que gastaba a discreci¨®n y pagaba puntualmente. Pero hace ahora un a?o que se llev¨® prendas por valor de 70.000 euros. "Esa cantidad no es nada para ellos, pero nosotros somos una tienda con dos empleados, no somos Chanel ni una de las grandes cadenas, y eso es mucho dinero para nosotros", explic¨® Boushaba al peri¨®dico The Guardian.
De momento, s¨®lo ha recibido una respuesta clara a sus peticiones. Pertenecen a un representante de la diplomacia saud¨ª en Par¨ªs, quien con mucho oficio respondi¨® que no pod¨ªa hacerse cargo de "las facturas de los culottes de la princesa".
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