La nueva arquitectura verde
Sint¨¦tico o natural, un aire vegetal arropa edificios de todo el mundo
Lo hemos visto en el paisajismo. Ya no se trata de recortar boj para formar escudos ni de sembrar parterres con flores en las que brillen los colores nacionales. El arte topiario qued¨® muy atr¨¢s y un nuevo paisajismo, m¨¢s reparador que decorador, prolifera en las ciudades. As¨ª, mientras la reconversi¨®n de zonas industriales en espacios verdes lleva ¨¢rboles a los extrarradios urbanos, el centro de las ciudades clama por espacios sombreados, h¨²medos y verdes.
En Se¨²l, el arquitecto coreano Minsuk Cho, del estudio Mass Studies, envolvi¨® la tienda de la dise?adora de moda belga Ann Demeulemeester con un manto de musgo. Consigui¨® as¨ª una fachada viva que convierte el edificio en un peque?o generador de ox¨ªgeno. Minsuk Cho (1966) es un arquitecto global. Tras formarse en Se¨²l, estudi¨® en la Universidad de Columbia, en Nueva York, y luego trabaj¨® en Rotterdam para Rem Koolhaas y su estudio OMA (Office of Metropolitan Architecture). Sin embargo, m¨¢s que en Holanda, fue en el periplo de sus viajes de estudio y trabajo donde Cho aprendi¨® a construir lo inesperado, a saber ver donde m¨¢s cuesta hacerlo. As¨ª, en este peque?o inmueble ha sabido llevar naturaleza donde ¨¦sta no parec¨ªa caber ni tener cabida.
Minsuk Cho envolvi¨® una tienda con musgo y dio vida a la fachada
Tambi¨¦n el centro de Tokio es un lugar re?ido con la vegetaci¨®n. Por eso dos tokiotas de adopci¨®n como la italiana Astrid Klein (1962) y el brit¨¢nico Mark Dytham (1964) optaron por dibujar ca?as de bamb¨² para levantar una sombra, una pantalla protectora, contra el exceso de sol. Su edificio-anuncio, en el centro de la capital nipona, tiene la fachada de vidrio cubierta por una pintura blanca y rota. Lo serigrafiado all¨ª no son, en realidad, ca?as de bamb¨² sino la ausencia de las ca?as, su vac¨ªo: los huecos de los tallos y las hojas del bamb¨² sobre el fondo blanco. De este modo, recortando siluetas transparentes sobre la fachada blanca, esos vac¨ªos dejan ver la luz verde del muro interior del edificio. El serigrafiado funciona as¨ª como una doble cara: sombrea el interior del edificio y agranda la mancha verde exterior sum¨¢ndose a la vegetaci¨®n del jard¨ªn.
Pero no todo es naturaleza versionada y posmoderna. Tambi¨¦n el primitivismo tiene cabida en la nueva arquitectura verde. La nostalgia y la levedad se dan la mano en un puente peatonal levantado por un catal¨¢n en Austin (Tejas) que recuerda m¨¢s a un ingenio construido por Tom Sawyer y sus compinches que a una pasarela de vanguardia. Juan Mir¨® (1964) es un barcelon¨¦s que se gradu¨® en Madrid y estudi¨® en Yale. En Estados Unidos conoci¨® al puertorrique?o Miguel Rivera. Juntos forman uno de los estudios m¨¢s sugerentes de Austin. All¨ª, su pasarela de acero oxidado est¨¢ inspirada en los manglares que colonizan las orillas del r¨ªo. Este puente no es una l¨ªnea: la irregularidad de las barandillas se funde con un paisaje de ramas y arbustos.
Los trabajos de Mir¨® y Rivera, Dytham y Klein y Mass Studies reconsideran lo que podr¨ªa ser la arquitectura verde. Todos han sido seleccionados entre los 100 mejores proyectos de los ¨²ltimos tiempos por un grupo de 10 cr¨ªticos internacionales convocados por la editorial Phaidon. Es la tercera vez que esta editorial brit¨¢nica encarga a expertos de diversos pa¨ªses el canon de la ¨²ltima arquitectura internacional.
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