XIX
Las dos series m¨¢s vistas en el mundo son House y CSI. Lo cual viene a demostrar algo que ya se sab¨ªa: permanecemos aferrados al siglo XIX.
Olv¨ªdense de la novela francesa, de Dickens y de Dostoievski. El gran personaje decimon¨®nico, el que mejor encarna el esp¨ªritu del XIX, es Sherlock Holmes. El detective de Baker Street representa el triunfo supremo del mito cient¨ªfico, seg¨²n el cual la observaci¨®n, el estudio y la l¨®gica, es decir, la ciencia, pueden desentra?ar cualquier enigma, incluyendo el m¨¢s oscuro: el comportamiento humano. Ya sabemos, o deber¨ªamos saber, que las cosas no son as¨ª, sino m¨¢s bien al contrario, y que cada hallazgo suscita nuevas dudas. Pero nos consuela so?ar con el mundo perfecto de Holmes.
El personaje del doctor Gregory House fue concebido casi como una parodia de Holmes: todo en ¨¦l, hasta su direcci¨®n (apartamento 221 B), est¨¢ basado en el detective creado por Conan Doyle a partir, ir¨®nicamente, de un m¨¦dico escoc¨¦s llamado Joseph Bell. El hospital es s¨®lo un entorno neutro, sin batas ni enfermos entubados, en el que puede desarrollarse el trabajo infalible de la mente cient¨ªfica enfrentada a un criminal desconocido disfrazado de enfermedad rara.
Las referencias a Holmes son mucho menos directas en CSI; el mecanismo, sin embargo, es id¨¦ntico: el caos universal, simbolizado por el crimen, puede resolverse con dotes de observaci¨®n, deducciones met¨®dicas y un buen laboratorio. La verdad se descubre siempre, el progreso es lineal, la ciencia nos da las respuestas, etc¨¦tera: ah, la dulzura del pasado, aquel tiempo anterior a la Gran Guerra, a Auschwitz, a la bomba at¨®mica, a la f¨ªsica cu¨¢ntica y a los derivados financieros.
El presente no es ajeno, por supuesto, a la programaci¨®n televisiva. Lost y sus imitaciones representan lo contempor¨¢neo con bastante eficacia: personajes que se mueven en un entorno fluido e incomprensible y hacen cosas extra?as, impulsados por razones desconocidas. Personalmente, ese g¨¦nero me inquieta: me recuerda demasiado al Gobierno. Yo tambi¨¦n, al final, busco consuelo en la seguridad de House y CSI.
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