La ballena aterriza en Aarhus

S¨®lo cinco horas de oscuridad. En Aarhus (Dinamarca), las calles adoquinadas, las casas de madera junto a los canales y el vibrante barrio latino ven su belleza realzada durante las soleadas noches de verano. Con la luz, la creatividad se desboca y la ciudad se llena de arte, que aparece en la calle, junto al mar (en un ambicioso proyecto que trata con ¨¦xito de dignificar la exposici¨®n de esculturas al aire libre), en un museo o en las galer¨ªas independientes. La capital de Jutlandia permite un recorrido art¨ªstico de lo m¨¢s variopinto.

Erguida en la arena junto a la playa de Tangkrogen, al otro lado de la bah¨ªa de Aarhus, una escultura cin¨¦tica se contonea suavemente impulsada por el viento; una gigantesca bola de billar flota solitaria sobre el mar y una ballena helic¨®ptero aparece aparcada junto al bosque de Ballehage. Como un accidente del paisaje, el proyecto expositivo Sculpture by the sea (Escultura junto al mar) sorprende a los paseantes a lo largo de dos kil¨®metros y medio. "La ¨²ltima vez que expuse la ballena fue en la playa australiana de Bondi. A unos chavales les gust¨®, la subieron a una loma y se deslizaron, una y otra vez, montados en ella. Es divertido que la gente se encuentre con el arte y reaccione", comenta Benjamin Gilbert, un joven que exhibe su obra entre las 60 de la muestra. Creada por David Handley (uno de los comisarios) en Australia hace 12 a?os, la iniciativa llega por primera vez a Europa avalada por los pr¨ªncipes Frederik y su esposa, la australiana Mary.

Tras el paseo por la playa, y para refugiarse de la intermitente lluvia estival danesa, es recomendable acercarse a ARoS, el museo de arte y un emblema de la ciudad desde su refundaci¨®n en 2004. Una impresionante escalera conecta el edificio c¨²bico, proyectado por Schmidt, Hammer & Lassen, con la ciudad. Desde la terraza del museo se realiza un recorrido cultural a trav¨¦s de diferentes etapas art¨ªsticas. Marilyns pop art de Warhol o la corriente fluxus del alem¨¢n K?pcke comparten espacio con cuadros cl¨¢sicos de la edad de oro de la pintura danesa en los 17.000 metros cuadrados del complejo. Pero De 9 Rum, una impresionante instalaci¨®n, aguarda escondida en el s¨®tano. Son nueve habitaciones -una alegor¨ªa del descenso a los infiernos relatado por Dante en la Divina Comedia-, cada una de las cuales ha sido creada por un artista diferente (todav¨ªa falta una por completar). En el sal¨®n ideado por la suiza Pipilotti Rist, la l¨¢mpara o el sof¨¢ cambian de lugar seg¨²n el capricho de los visitantes, que al moverlos entran a formar parte del proceso creativo. Otras exposiciones se disfrutan en el Aarhus Kunstbygning, el centro de arte contempor¨¢neo creado en 1917.

En bici por el centro

Cualquier hora es adecuada para ir al centro en bici (se alquilan en la calle como un carrito del s¨²per, introduciendo una moneda de 20 coronas, unos tres euros). El coraz¨®n de la ciudad esconde peque?as galer¨ªas que exhiben otro tipo de arte. Objetos perdidos como una colilla, un chicle pisado o una nota arrugada, que se encuentran en la calle y que parece que no dicen nada, han inspirado a Lasse Krog, que los expone en Machwerket. El espacio alternativo forma, junto con Rum 46 o Spanien 19C, una peque?a red dedicada a las creaciones locales.

Si la luminosidad es excesiva, se puede esperar la noche para recorrer los barrios de Store Torv y Lille Torv y disfrutar en soledad de la exposici¨®n de fotos al aire libre 100 Places (www.100places.com). Im¨¢genes del Polo Norte, de la Gran Barrera de Coral australiana o del campo andaluz, as¨ª hasta cien paisajes amenazados por el cambio clim¨¢tico. La muestra acaba el 15 de julio, pero la efervescencia veraniega contin¨²a con el Festival de Jazz (del 10 al 19 de julio) o en el jard¨ªn del pueblo-museo Den Gamle By (Viborgvej, 2; www.dengamleby.dk), que recrea una aldea danesa como salida de un cuento de Andersen. Si al regreso los d¨ªas parecen cortos, extra?os o diferentes, puede que sea por influencia del arte o porque el particular brillo estival de Aarhus ha quedado grabado en el recuerdo.

M¨¢s propuestas e informaci¨®n en la Gu¨ªa de Dinamarca