El excesivo Tom Ford

Tras separarse de Gucci, Tom Ford sigue creando, dise?ando, inventando. Este mismo mes ha presentado su ¨²ltimo perfume unisex en Londres. Pero su ¨²ltima aventura es un largometraje del que es coproductor y guionista, una adaptaci¨®n de Un hombre soltero, una de las primeras novelas del movimiento de liberaci¨®n homosexual, publicada por Christopher Isherwood en 1964. En su deb¨² en el celuloide han participado los actores Colin Firth y Julianne Moore. Ford ha estado en Los ?ngeles durante el rodaje. Y como siempre, se ha dejado ver impecable, con sus camisas blancas impolutas. Vestido como si estuviera creando una colecci¨®n. Eso s¨ª, de la pel¨ªcula poco se sabe. ?l lo ha querido as¨ª.

Su tienda en nueva york es la m¨¢s exclusiva, pero a brad pitt le viste en casa

Al hablar del rodaje, casi ninguna revista ha podido evitar a?adir la coletilla de "el anterior director art¨ªstico de Gucci e Yves Saint Laurent", un puesto que abandon¨® en 2004. El dise?ador, de origen tejano y que este a?o cumplir¨¢ unos incre¨ªbles 48 a?os, estar¨¢ para siempre ligado a esas dos marcas. Sin embargo, ha demostrado que hay vida despu¨¦s de ellas. En 2007 present¨® su propia l¨ªnea de ropa masculina, bautizada como Tom Ford y abri¨® una tienda en la avenida Madison de Nueva York que se ha convertido en un exclusiv¨ªsimo lugar de peregrinaci¨®n para sus ac¨®litos.

El regreso de Tom Ford a Estados Unidos fue ¨¢spero. Es dif¨ªcil ser profeta en su tierra. El establishment cultural de Nueva York levant¨® las cejas con desd¨¦n al ver llegar al hijo pr¨®digo que hab¨ªa abandonado las marcas europeas. El cr¨ªtico de The New York Times Horacio Silva public¨® un demoledor reportaje en el que relataba c¨®mo se hab¨ªa sentido ninguneado y ultrajado por el trato recibido en la tienda, que cuenta con un ¨¢rea VIP a la que s¨®lo se accede con cita previa.

"Es de risa", escribi¨®. "Es una parodia hilarante de una boutique pretenciosa de la avenida Madison, una tienda que desprende el aroma de una pose arribistamente angl¨®fila disfrazada de refinamiento aristocr¨¢tico y caballeresco".

Dicen los tejanos que todo es m¨¢s grande en Tejas. Y Ford, nieto de la reina de los cosm¨¦ticos Est¨¦e Lauder, lo es de coraz¨®n y, por tanto, dado a la desmesura. El pasado octubre, cuando estall¨® la gran crisis financiera, las revistas de moda ridiculizaron un par de propuestas suyas: unos protectores oculares de los que se utilizan para las sesiones de rayos UVA, que vend¨ªa por unos 300 euros y unas botas de piel de 6.000.

Pero no todo es desd¨¦n para Tom Ford. Entre sus amigos se cuenta la todopoderosa directora de la revista Vogue, Anna Wintour. Ford sale, desde hace dos d¨¦cadas, con el periodista Richard Buckley, nacido en 1948 y que hasta 2005 dirigi¨® la revista especializada en decoraci¨®n de Vogue. Entre los famosos que lucen Tom Ford asiduamente est¨¢ el actor y sex symbol Brad Pitt. En una entrevista para televisi¨®n, el pasado 20 de mayo, el actor revel¨® que iba totalmente vestido de Ford. "Esta ma?ana vino a mi casa y me visti¨® completamente", dijo, luciendo un traje de color rosado y una camisa blanca. Un buen gesto. Pero probablemente uno debe de ser Brad Pitt para que Tom Ford vaya a casa a vestirle.