El AVE paga los platos rotos

Portugal est¨¢ en a?o de elecciones y ya empiezan a sentirse los efectos cuando el partido apenas est¨¢ en los primeros minutos. La crisis econ¨®mica, l¨®gico, ocupa un lugar estelar en el recurso argumental de los pol¨ªticos. El Partido Social Dem¨®crata (PSD), l¨ªder de la oposici¨®n conservadora, decidi¨® desde el primer momento atacar al Gobierno por el flanco del gasto, concretamente en las obras p¨²blicas. No son tiempos de m¨¢s carreteras, nuevos aeropuertos o de trenes de alta velocidad, insiste el PSD, que habla de despilfarro. El Gobierno socialista que dirige Jos¨¦ S¨®crates, ni caso.

Hasta el 7 de junio. Las cosas han cambiado desde la derrota estrepitosa del Partido Socialista (PS) en las elecciones europeas y la victoria, mucho menos espectacular, pero victoria al fin, del PSD. Ya se sabe que unas elecciones al Parlamento Europeo poco tienen que ver con unas legislativas, en las que se decide el Gobierno de la naci¨®n, y que no deber¨ªan extrapolarse los resultados de una para cantar victorias futuras que no se han producido. Pero lo cierto es que el 7 de junio fue un aviso para el PS, que hasta entonces viv¨ªa confiado desde su torre de marfil en revalidar su mayor¨ªa absoluta en los pr¨®ximos comicios dentro de tres meses.

El resultado de las elecciones europeas provoca un recorte del gasto p¨²blico

El Gobierno aplaza los contratos para construir un tramo del AVE a Espa?a

S¨®crates niega que haya planes para congelar el proyecto

Tras la derrota se impon¨ªa un gesto, un gui?o, un giro, por peque?o que fuera. El cambio de rumbo se ha producido precisamente en el proyecto m¨¢s importante del plan gubernamental de infraestructuras: la red de alta velocidad entre Portugal y Espa?a. La ni?a de los amores de S¨®crates.

Hagamos un breve repaso. En noviembre de 2003, el primer ministro portugu¨¦s, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, y su hom¨®logo espa?ol, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, anunciaron en la cumbre bilateral de Figueira da Foz las bases de una red de alta velocidad entre Portugal y Espa?a. Barroso, un pol¨ªtico de centroderecha, habl¨® de "un designio nacional para las pr¨®ximas dos d¨¦cadas".

Hace justo un a?o, su sucesor, Jos¨¦ S¨®crates, socialista, declaraba solemnemente que su pa¨ªs no pod¨ªa quedar rezagado, ni renunciar a la modernidad al referirse al AVE. Promesas y buenos prop¨®sitos. Los dos Gobiernos hablaban de apuesta estrat¨¦gica, de cambio de cara en cinco a?os, del AVE Lisboa-Madrid en 2013...

Tras el varapalo electoral del 7 de junio, y ante la euforia de la oposici¨®n, el Gobierno ha decidido aplazar hasta la pr¨®xima legislatura la firma de los contratos para la construcci¨®n del tramo Caia-Poceir?o de la l¨ªnea de alta velocidad entre Lisboa y Madrid. Una decisi¨®n aplaudida por el presidente de la Rep¨²blica, An¨ªbal Cavaco Silva, que ha sentado fatal a las empresas implicadas en el concurso de licitaci¨®n del primer tramo del AVE en Portugal, concretamente los consorcios Mota-Engil y Soares da Costa. Temen que un proceso que lleva mucho tiempo acabe de mala manera. En otras palabras, que el pr¨®ximo Gobierno pudiera congelar la construcci¨®n de la red de alta velocidad para rebajar gastos. El primer ministro lo niega rotundamente. Hacerlo tendr¨ªa consecuencias poco agradables para Portugal, que podr¨ªa perder 330 millones de euros de los fondos comunitarios recibidos y deber¨ªa renegociar otros 955 millones. La papeleta queda para el pr¨®ximo Gobierno.