Un gran jugador de equipo

Pau Gasol ha tenido una media de 19 puntos, 9 rebotes, 2 tapones y 2 asistencias por partido en la fase final de la NBA. Si se hubiera jugado en Europa, estoy seguro de que su media habr¨ªa sido algo incre¨ªble, pero como soy estadounidense, no tengo ni idea de c¨®mo calcularla.

Las estad¨ªsticas de Gasol son impresionantes de por s¨ª. Pero sus contribuciones a la base de datos de nba.com dif¨ªcilmente son la raz¨®n de que los Lakers sean los actuales campeones de la NBA. Los Lakers ganaron en gran parte porque Gasol fue capaz de coexistir con Kobe Bryant. La frase anterior no suena como un gran cumplido. Ahora mismo estoy coexistiendo con mis pantalones y no parece que a nadie le emocione especialmente. Pero Bryant es mucho m¨¢s dif¨ªcil de tratar que un par de pantalones. Es notorio por su mal humor, propenso al egocentrismo y tiene la personalidad de mi cepillo de dientes. El no pegarle un pu?etazo es ya una victoria para cualquier jugador.

Gasol ha llevado esta coexistencia a otro nivel. Bryant y ¨¦l (y Odom y Fisher y todos esos t¨ªos que estamos realmente hartos de ver en la televisi¨®n) se felicitaron el uno al otro, en parte porque Gasol no dej¨® que su ego se interpusiera en su objetivo de ganar un campeonato. Muchos jugadores con su capacidad y su pedigr¨ª habr¨ªan exigido m¨¢s tiros o se habr¨ªan enfadado cuando Bryant lo pas¨® por alto por 43? vez consecutiva estando en posici¨®n. Gasol, no. Es posible que no lo hiciera porque no fuera realmente consciente de lo que estaba pasando. Para ser sinceros, esa pinta que tiene siempre con la boca abierta no acaba de disuadirme de esa hip¨®tesis. Pero es probable que sea m¨¢s inteligente que sus expresiones faciales y que s¨ª que entendiera lo que estaba pasando. Y donde otros jugadores se habr¨ªan comportado de forma distinta, Gasol lo hizo a la perfecci¨®n.

Naturalmente, no viene mal el que sea un jugador de baloncesto casi perfecto (para su altura, claro est¨¢; no esperar¨ªa que ganara a Dwyane Wade en un uno contra uno). Su tiro en suspensi¨®n es lo suficientemente bueno como para hacerle peligroso, su capacidad de ver la cancha es sobrenatural y su juego de piernas hace que Kevin McHale a?ore los d¨ªas en los que no iba cojeando por un tobillo roto.

Todos sus dones hacen posible la que es su mayor contribuci¨®n: que es un gran compa?ero de equipo. Y no voy a decir que ha aprendido a ser un buen compa?ero de equipo porque es europeo, principalmente porque estoy cansado de atribuiros tantos m¨¦ritos (y tambi¨¦n estoy cur¨¢ndome el coraz¨®n roto que me ha partido una europea en concreto, as¨ª que su continente y yo no tenemos una buena relaci¨®n en la actualidad).

Pau Gasol es un gran compa?ero de equipo porque es un gran jugador de baloncesto. Deber¨ªamos poder decir lo uno sin lo otro; deber¨ªa significar que un jugador es un gran jugador porque es un gran compa?ero de equipo. Pero solemos perder de vista esta relaci¨®n. Olvidamos que el baloncesto es, al fin y al cabo, un juego en el que juegan cinco, no uno. Gasol entiende esto. Y como lo entiende, voy a tener que aguantar un a?o entero oyendo lo buenos que son los Lakers.

Muchas gracias, Pau.

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