Seis textiles en crisis recibieron avales y cr¨¦ditos de la Xunta por 50 millones

El ex conselleiro de Econom¨ªa, Ram¨®n Fern¨¢ndez Antonio, estaba convencido de que la moda gallega es uno de esos sectores a los que no se les puede dejar caer en esta crisis. No se refer¨ªa a Inditex. El poder sanador de pr¨¦stamos y avales de la Xunta ser¨ªan una tirita para el grupo de Zara si alg¨²n d¨ªa llega a necesitarlos. Hablaba del textil-moda, un negocio salpicado de pymes que basan su apuesta comercial en el dise?o y son capaces de mantener un m¨¢s que aceptable nivel de ventas en el exterior. Es decir, no se asustan de la globalizaci¨®n, se aprovechan de ella.

Pero como a todas, la crisis tambi¨¦n les lleg¨® en forma de serios estrangulamientos financieros. Ah¨ª estaba el brazo inversor de la conseller¨ªa de Econom¨ªa, el Igape, para acudir en su ayuda con avales, subvenciones, pr¨¦stamos ordinarios y participativos o tomas de capital. Entre 2006 y 2008, Caramelo, Montoto, Toypes, Roberto Verino, Kina Fern¨¢ndez, Lanera y Charoa (las dos ¨²ltimas peque?as industrias) recibieron a trav¨¦s de esos instrumentos respaldo por valor de 50 millones de euros.

La ayuda p¨²blica para empresas en situaci¨®n delicada se ampliar¨¢

"Vamos a tener que aplicar estrategias de innovaci¨®n", se?ala la patronal

La mayor¨ªa se inyectaron en la empresa con nombre de golosina. Caramelo cont¨® con 30,5 millones de euros desde el sector p¨²blico. Un dinero para evitar que la crisis podase su crecimiento y su plantilla. El apoyo fue decidido, y la Xunta termin¨® entrando en el capital de la textil. Pero las cosas se torcieron, no s¨®lo para la firma que controla el empresario Manuel Jove a trav¨¦s de Inveravante. Otro fuego comenz¨® a prender en el Sur, donde G¨¦neros de Punto Montoto, de Lal¨ªn, presentaba concurso de acreedores y planteaba un despido colectivo para ochenta empleados. Eso sucedi¨® a pesar de que con dinero p¨²blico se compr¨® el 10% del capital con la entrada de Xesgalicia.

La historia de empresas que no han sabido adaptarse clava casos como los de Vecino, en A Coru?a, en los a?os noventa, o Vicente Romeo, que suspendi¨® pagos tambi¨¦n en la capital herculina una d¨¦cada despu¨¦s. A trav¨¦s de Sodiga y Xesgalicia, el sector p¨²blico lleg¨® a tomar hasta el 30% y el 22% del capital de ambas empresas.

En el ¨²ltimo a?o el patr¨®n de la moda gallega dictado desde las oficinas del Igape, -que evita cualquier valoraci¨®n sobre la situaci¨®n y declina facilitar datos alegando que "se trata de ayudas a empresas privadas, que son sociedades an¨®nimas"-, ha marcado la trayectoria de otras compa?¨ªas como Volvoreta, que gestiona la marca Kina Fern¨¢ndez; Grupo Lanera de Galicia o Toypes. ?sta ¨²ltima ha presentado un ERE para 64 trabajadores tras haber recibido 1,1 millones de euros en avales desde Santiago.

Roberto Verino no ha salido tan da?ado del inicio de la crisis econ¨®mica, pero necesita llevar a cabo un plan de reestructuraci¨®n, que incluye el cierre de tiendas, si no quiere que lo arrastre la ola. El Igape tambi¨¦n le ech¨® una mano facilit¨¢ndole un aval por importe de 11,5 millones de euros para refinanciar una deuda de 16,5 millones. Lo mismo solicit¨® Lanera, que obtuvo un aval de 4,2 millones el a?o pasado. Charoa, cuya dimensi¨®n dista mucho de la que pueden tener Caramelo o Toypes, est¨¢ participada por la Xunta. No se sabe en qu¨¦ medida, porque el Igape, de nuevo, se niega a facilitar esos datos.

La pol¨ªtica de concesi¨®n de pr¨¦stamos participativos, como los que han obtenido algunas empresas, pueden llegar debilitar la propia actuaci¨®n de la Administraci¨®n. Estos pr¨¦stamos son susceptibles de convertirse en capital, es decir, en acciones, si la empresa no los devuelve y se declara insolvente. En esa situaci¨®n est¨¢ Caramelo, pero no es la ¨²nica, porque este tipo de cr¨¦ditos tambi¨¦n los ha recibido la firma de la dise?adora Kina Fern¨¢ndez.

En otro plano, la administraci¨®n ha otorgado desde 2008 subvenciones directas para inversiones o planes de expansi¨®n en el exterior a la empresa del dise?ador lalinense Florentino Cacheda, a Pili Carrera, de moda infantil, Umbro, Confecciones Guerral o Pull and Bear. Esta ¨²ltima, del grupo Inditex, recibi¨® 2,3 millones de euros para ampliar su sede en Nar¨®n.

Este a?o la ayuda p¨²blica para empresas en situaci¨®n delicada se ampl¨ªa. En los presupuestos del Igape figura una partida de gasto de 14 millones de euros s¨®lo para el fondo Adiante, que se orienta a empresas ya existentes "que puedan estar necesitadas de apoyo financiero y de gesti¨®n, para salvar una situaci¨®n temporal de dificultades o para evitar que puedan llegar a encontrarse en ella". Otro tipo de fondo, como Emprende, orientado a proyectos de futuro, ambiciosos e innovadores, tiene un presupuesto mucho menor. Lo mismo le ocurre a otros instrumentos gestionados desde el Igape, como Sodiga o Inesga.

Es precisamente Adiante el que canaliza gran parte de los pr¨¦stamos participativos concedidos al sector textil. Su objeto social es la toma de participaciones temporales en el capital de empresas no financieras. Seg¨²n sus condiciones, el porcentaje de implicaci¨®n del fondo en el capital de la empresa puede llegar al 45%. La coletilla de viabilidad de los proyectos en los que participa pone de relieve que s¨®lo opera en "empresas que tendr¨¢n que ser viables t¨¦cnica, comercial y financieramente". Algo que, como la propia industria textil reconoce, cuesta cada vez m¨¢s.

"Vamos a tener que aplicar estrategias para el posicionamiento de las marcas, la internacionalizaci¨®n y la innovaci¨®n. Todo eso va a ser determinante para nuestra competitividad", se?alan desde la Asociaci¨®n Textil de Galicia (Atexga). La liberalizaci¨®n del mercado textil europeo iniciada en 1995 con el Acuerdo sobre Textiles que culmin¨® el a?o pasado, est¨¢ pasando factura. "Este nuevo escenario conlleva sustanciales transformaciones en el ¨¢mbito laboral. Reserva a los pa¨ªses industrializados las actividades de m¨¢s valor a?adido, como el dise?o o el control de calidad, mientras pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo concentran las actividades m¨¢s intensivas en mano de obra".

La propia patronal del vestido reconoce que la situaci¨®n puede llevar a la industria a adoptar "medidas que afectan al empleo y que generan una l¨®gica alarma". Una preocupaci¨®n que pesa sobre las 1.497 empresas del sector en Galicia que generan 16.233 puestos de trabajo directos.

Pero tambi¨¦n se ven brotes verdes. Seg¨²n un estudio de la Zona Franca de Vigo, el valor a?adido que genera el sector crece por encima de la media espa?ola. Iniciativas como Texvigo, la ciudad tecnol¨®gica del textil, son apuestas que podr¨ªan darle la raz¨®n al ex conselleiro.