Un centenar de rumanos v¨ªctimas de ataques racistas abandona el Ulster

Un total de 100 ciudadanos rumanos de etnia gitana que fueron v¨ªctimas de ataques racistas durante varios d¨ªas la semana pasada han decidido abandonar Irlanda del Norte. Tan s¨®lo 14 de los 114 rumanos afectados por aquellos ataques, una familia de siete miembros y otros siete hombres solteros, han optado por seguir viviendo en el Ulster. Ayer salieron hacia Rumania 25 de ellos y se estima que esta misma semana viajar¨¢n los otros 75.

Los vuelos de regreso han sido costeados con fondos del Departamento de Vivienda del ejecutivo aut¨®nomo, seg¨²n explic¨® ayer la consejera de Asuntos Sociales, Margaret Ritchie. "Lamento profundamente que hayan decidido marcharse, pero es una elecci¨®n personal", deplor¨®.

Unos 20 j¨®venes rompieron los cristales de las casas de los agredidos

La polic¨ªa ha sido acusada de no reaccionar con prontitud

Los rumanos tuvieron que refugiarse en una iglesia cercana, en el sur de Belfast, despu¨¦s de padecer durante varios d¨ªas los ataques racistas de un grupo de entre 15 y 20 j¨®venes, que les amenazaron y rompieron los cristales de su casa. Contra los deseos de las autoridades del Ulster, y a pesar de que tanto los vecinos del barrio como el conjunto de la clase pol¨ªtica reaccionaron condenando un¨¢nimemente los ataques racistas, un centenar de los rumanos atacados ha preferido no seguir en Irlanda del Norte.

Su decisi¨®n sienta un mal precedente porque significa que quienes se oponen a la presencia en el Ulster de extranjeros, y quiz¨¢s en particular de personas de la etnia gitana, pueden conseguir que se vayan por medios violentos. Tras los incidentes de Belfast, las viviendas de una familia polaca y de otra lituana han sido atacadas con ladrillos en Moygashel (County Tyrone), unos 50 kil¨®metros al oeste de Belfast.

Ayer fue conducido ante la justicia un joven de 21 a?os acusado de amenazar a los rumanos. El juez rechaz¨® la petici¨®n de su abogado de que decretara su libertad bajo fianza. Dos j¨®venes de 16 y 17 a?os ya comparecieron el lunes pasado por estos ataques.

La polic¨ªa, que ha sido acusada de no reaccionar con la suficiente prontitud y energ¨ªa cuando se produjeron los primeros ataques, ha descartado que en ¨¦stos participaran paramilitares lealistas pr¨®ximos a la extrema derecha. Los ataques, que no cuentan con el apoyo de los ciudadanos del barrio en que se han producido, son obra de un reducido grupo de j¨®venes racistas.

Ayer amaneci¨® con los cristales rotos la iglesia que dio acogida a los 114 gitanos tras los ataques de la semana pasada, cuando presos del p¨¢nico intentaban refugiarse todos ellos en una sola vivienda. Siete ventanas y una puerta de vidrio de la entrada principal del recinto religioso fueron destrozadas con lanzamiento de piedras y ladrillos.

"Al llegar esta ma?ana me he encontrado las ventanas y la puerta de la entrada destrozadas", explic¨® el pastor de la parroquia, Malcolm Morgan. "Es f¨¢cil concluir que esto lo ha hecho alguien al que no le gust¨® nuestra respuesta a los rumanos, pero s¨®lo es una suposici¨®n", a?adi¨®. La iglesia "est¨¢ encantada de que fu¨¦ramos capaces de responder como lo hicimos ante aquella situaci¨®n. De todas formas, estos cristales rotos no nos habr¨ªan podido detener", explic¨® el padre Morgan.

La polic¨ªa cree que unas cercanas c¨¢maras de seguridad que est¨¢n dirigidas hacia el edificio eclesi¨¢stico han grabado a quienes cometieron el ataque.