La construcci¨®n introduce los controles de alcoholemia

Habr¨¢ controles de alcoholemia y de consumo de drogas en la obra. Ser¨¢n totalmente voluntarios y tendr¨¢n el anonimato garantizado. Y los resultados no podr¨¢n ser utilizados por la empresa como arma para el castigo disciplinario, sino con car¨¢cter preventivo. El objetivo de la iniciativa es conocer el alcance del problema del consumo de sustancias psicotr¨®picas en sectores como la construcci¨®n, envueltos por una aut¨¦ntica leyenda negra vinculada a la abundante precariedad laboral, la excesiva temporalidad y hasta, en ocasiones, la exclusi¨®n social.

Que debe actuarse por esta v¨ªa es ya objeto de consenso entre el Departamento de Trabajo -siempre que haya acuerdo entre los agentes sociales-, los empresarios de la construcci¨®n -que llevan a?os insistiendo en los controles antidopaje- y los sindicatos, tradicionalmente muy reticentes a ellos. Ahora, ¨¦stos se muestran abiertos a la medida, pero con una condici¨®n adicional a la garantizada confidencialidad de los datos y a la ya citada voluntariedad: que no sea una pol¨ªtica aislada, sino un ingrediente m¨¢s dentro de un paquete de medidas que intenten afrontar el conjunto de retos de la construcci¨®n, como una formaci¨®n insuficiente, el exceso de temporalidad y precariedad, la definici¨®n de tareas de delegados territoriales que fiscalicen que las medidas de prevenci¨®n o las dificultades de integraci¨®n de los trabajadores inmigrantes, muy numerosos en el sector, por su desconocimiento del idioma.

Estas medidas se discuten en la mesa contra la siniestralidad laboral en la construcci¨®n de Catalu?a, que se constituy¨® a finales de 2007 para combatir la siniestralidad en esta actividad, seg¨²n confirman fuentes empresariales, sindicales y de la Generalitat, que quieren sellar un pacto este julio para aplicarlo en seguida.

"No podemos hacer demagogia con un tema tan sensible, como ha venido haciendo a menudo la patronal", opina Narc¨ªs Riera, responsable de la Construcci¨®n de UGT de Catalu?a, convencido de que "no se puede generalizar" sobre el exceso de alcohol entre los obreros de la construcci¨®n.Sentarse ante el ordenador del trabajo con unas copas de m¨¢s puede generar sopor, torpeza o dificultades de concentraci¨®n. Pero la falsa seguridad y la p¨¦rdida de precisi¨®n pueden tener consecuencias mucho m¨¢s graves para un trabajador subido a un andamio, sobre todo, si el empleado carece de formaci¨®n suficiente.

El problema hace a?os que se aborda desde los departamentos de Trabajo y Salud, que en 2002 firmaron el Convenio de Prevenci¨®n y Tratamiento de las Drogodependencias en el ?mbito Laboral. "Nuestra idea es prevenir, conocer la realidad. Sobre todo, realizaremos campa?as de sensibilizaci¨®n continuada, pero tambi¨¦n queremos estudiar la realidad y objetivar el problema. Es en este marco en el que se realizar¨¢n pruebas piloto voluntarias y del todo confidenciales", explica Jaume de Montserrat, subdirector general de Seguridad y Salud Laboral de Trabajo. No est¨¢ a¨²n definido c¨®mo se har¨¢n los controles, para no infringir derechos constitucionales. "Nunca podr¨¢ conocerse la identidad de la persona", subraya Narc¨ªs Riera.

"El alcohol es un tema tab¨². Al menos, lo ha sido hasta ahora. Pero hemos avanzado mucho en las negociaciones y los sindicatos aceptan ya que se hagan operaciones piloto para que se puedan realizar comprobaciones sobre consumo de sustancias psicotr¨®picas", se?ala Rafael Romero, presidente de la C¨¢mara de Contratistas de Obras de Catalu?a (CCOC), muy cr¨ªtico con la "focalizaci¨®n exclusiva en la empresa de la responsabilidad de la lucha contra la siniestralidad laboral" que, a su juicio, se produce en Catalu?a. As¨ª, a?ade, "la empresa se esmera m¨¢s en poder documentar la prevenci¨®n de riesgos que en aplicarla. Eso no favorece un cambio de actitud del trabajador".

?Actitud? La ¨²ltima encuesta sobre causas de siniestralidad laboral del Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo concluy¨® en 2006 que el 47% de v¨ªctimas relacionaba su percance con un "exceso de confianza".

"Quienes no vigilan lo hacen m¨¢s por no saber que por no querer. Cuando un trabajador tiene informaci¨®n y formaci¨®n, es el primero que vela por su seguridad. Ante el exceso de confianza, hay que intentar no bajar la guardia", a?ade Montserrat. "En este sector hace falta mucha pedagog¨ªa. La concienciaci¨®n sobre los riesgos es algo nuevo, y tememos que, con la crisis, las empresas a¨²n inviertan menos en seguridad", confiesa el sindicalista. De la disgregaci¨®n y desprotecci¨®n del sector dan idea datos como ¨¦ste: de 100.000 nuevos desempleados de la construcci¨®n, s¨®lo 7.000 corresponden a despidos colectivos en un pu?ado de empresas. El resto pasa por no renovaciones de contratos y despidos individuales, dicen los sindicatos.

Los ¨²ltimos datos de siniestralidad, de mayo, confirman un descenso de los accidentes del 21%, tanto en ese mes como entre enero y mayo respecto del mismo periodo de 2008. La bajada, m¨¢s acentuada en el caso de los accidentes graves (-30% en el dato acumulado), no se dio, sin embargo, en los mortales: este mayo se produjeron el doble que en mayo de 2008, y s¨®lo hubo un 5,2% menos en los primeros cinco meses respecto al mismo periodo de 2008.