Bernanke niega presiones a Bank of America para comprar Merrill Lynch
El presidente del banco central de EE UU defiende la operaci¨®n en el Congreso
La carga a la que sometieron ayer los congresistas a Ben Bernanke fue intensa. Cuestionaron la manera en la que la Reserva Federal (Fed, banco central) pact¨® con Bank of America seguir adelante con la adquisici¨®n de Merrill Lynch, al ocultar informaci¨®n y recurrir a amenazas. Bernanke, presidente de la Fed, lo neg¨® con persistencia y dijo que las autoridades no pod¨ªan permitir que esta operaci¨®n fracasara, por los riesgos que ten¨ªa para un sistema tan fr¨¢gil.
Hace dos semanas fue Kenneth Lewis, consejero delegado de Bank of America, el que tuvo que lidiar con los ataques del Congreso. Ayer le toc¨® el turno al jefe del banco central. Y Henry Paulson, entonces secretario del Tesoro, contar¨¢ su versi¨®n en julio. Los congresistas quieren saber el papel que desempe?¨® cada uno en una operaci¨®n que cost¨® 20.000 millones de d¨®lares (14.288 millones de euros) al contribuyente.
AIG segrega dos filiales para devolver 18.000 millones de dinero p¨²blico
La Fed se encuentra en el centro de un juego pol¨ªtico que puede poner en cuesti¨®n su credibilidad. La documentaci¨®n que maneja el comit¨¦ que examina la operaci¨®n revela que el banco central y la Administraci¨®n del entonces presidente George Bush ten¨ªan ansias por que se completara la fusi¨®n, hasta el punto de llegar a amenazar con forzar la dimisi¨®n de la ejecutiva si abandonaba.
Los republicanos fueron directos contra Bernanke, para saber si abus¨® de su poder para conseguir que se consumara la compra. Mientras que los dem¨®cratas buscaban que con sus palabras el presidente de la Fed pusiera en evidencia al consejero delegado de Bank of America, porque no se f¨ªan de sus intenciones reales al elevar su preocupaci¨®n en diciembre por las p¨¦rdidas que acumulaba Merrill.
Ben Bernanke neg¨® la mayor, dejando claro que la Fed actu¨® con la "m¨¢xima integridad" en las negociaciones con la entidad. Y ante la persistencia de los congresistas en sus preguntas, reiter¨® que no instruy¨® a nadie para actuar contra el Consejo de Administraci¨®n o los gestores de Bank of America si abandonaban, ni tampoco para que se ocultaran las p¨¦rdidas.
S¨ª admiti¨® que le preocuparon los riesgos que habr¨ªa tenido para el sistema si la compra de Merrill fracasaba: "La mejor opci¨®n era trabajar en un plan de contingencia que asegurara que la compa?¨ªa permanecer¨ªa estable", explic¨® Bernanke, que considera la operaci¨®n un ¨¦xito porque "permiti¨® reforzar a los dos bancos, elevar la estabilidad del sistema y proteger al contribuyente".
El choque coincide con el inicio del debate sobre el futuro de Bernanke al frente de la Fed, ya que su mandato expira a final de enero. Desde las filas del partido conservador no llegan precisamente elogios hacia su trabajo, hasta el punto de describirlo como un ejemplo de la intrusi¨®n del Gobierno en la econom¨ªa y calificarlo como un aliado del presidente Barack Obama.
En paralelo, la Casa Blanca negocia con el Congreso de EE UU cerrar antes de final de a?o la reforma del sistema financiero, en la que se propone reforzar los poderes del banco central para que supervise los riesgos sist¨¦micos, en especial de las grandes entidades. Bernanke dice que este caso muestra que se necesitan instrumentos y reglas para intervenir.
El presidente de la Fed volvi¨® a decir que el pasado oto?o hizo cosas que no le gustaron, como salir al rescate de AIG. Pero la prioridad era estabilizar el sistema. El gigante asegurador acord¨® ayer con los reguladores sacar a Bolsa dos de sus filiales internacionales (American International Assurance y American Life Insurance), lo que permitir¨¢ al contribuyente recuperar 25.000 millones de d¨®lares (17.860 millones de euros).
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