La imagen de una belleza inaceptable
En 1962 la poeta surrealista francesa Valentine Penrose public¨® Erzsebet Bathory, la comtesse sanglante, mezcla de biograf¨ªa literaria y ensayo hist¨®rico sobre la condesa Bathory, que en 1611 fue condenada por el asesinato de seiscientas cincuenta j¨®venes. Se cuenta que la condesa, una mujer inteligente y excepcionalmente cultivada para la ¨¦poca, estaba del tal modo obsesionada con la belleza y la juventud que entr¨® en una espiral sin fin de locura y sadismo, aunque hay quienes aseguran que las acusaciones contra ella no fueron sino el producto de una venganza pol¨ªtica. Sea como fuere, la Dama de Csejthe muri¨® emparedada en una mazmorra de su castillo en Transilvania y pas¨® a convertirse en emblema de la extrema crueldad humana.
La condesa sangrienta
Alejandra Pizarnik
Ilustraciones de Santiago Caruso
Libros del Zorro Rojo. Barcelona, 2009
57 p¨¢ginas. 18,90 euros
Como si se tratara de la secuela de una enfermedad, cuatro a?os despu¨¦s, en 1966, la poeta argentina Alejandra Pizarnik public¨® en la revista Testigo de Buenos Aires una suerte de rese?a titulada 'La condesa sangrienta', su propia visi¨®n de la arist¨®crata h¨²ngara y de la versi¨®n de Penrose, que en 1971 edit¨® como libro el tambi¨¦n bonaerense sello Aquarius. Si bien Pizarnik se encuentra entre los varios autores arrastrados por la fascinaci¨®n hacia Bathory (incluido Julio Cort¨¢zar en 62 modelo para armar), su ensayo trasciende la naturaleza del comentario m¨¢s o menos subyugado para convertirse en un t¨ªtulo esencial de la obra en prosa de esta poeta. De alg¨²n modo, en ¨¦l se halla la quintaesencia de su estilo, como ella misma advirti¨® en sus Diarios.
?Qu¨¦ llev¨® a Alejandra Pizarnik a interesarse por un personaje de tal perversidad? ?Qu¨¦ la impuls¨® a cultivar el g¨¦nero sexual a trav¨¦s de su vinculaci¨®n con la tortura y la muerte? ?No tiene algo que ver con su propio tormento el de esas j¨®venes, v¨ªctimas de la oscuridad y la demencia pero tambi¨¦n de la "belleza convulsa" de su verdugo? ?No se asemejan a la suya la c¨¢rcel y el abandono que a su vez sufri¨® la condesa, la melancol¨ªa, la soledad, el laberinto que tienen por destino las "criaturas de la noche"? Alejandra Pizarnik concluye que Erzsebet Bathory "es una prueba m¨¢s de que la libertad absoluta de la criatura humana es horrible". Y, en su m¨¢s absoluta libertad, Pizarnik se suicid¨® muy poco despu¨¦s, en 1972, con tan s¨®lo 36 a?os.
La exquisita edici¨®n de Libros del Zorro Rojo se acerca a este perturbador texto a trav¨¦s de las ilustraciones de Santiago Caruso (Buenos Aires, 1982), quien tambi¨¦n ha ilustrado para esta editorial El horror de Dunwich, de H. P. Lovecraft. Certeramente inspirado en la escuela pict¨®rica simbolista, y a trav¨¦s de recursos on¨ªricos, referencias sobrenaturales y una terror¨ªfica irracionalidad, Caruso logra poner cara, con siniestra maestr¨ªa, a los protagonistas y los fantasmas de esa escena que Pizarnik defini¨® como "la imagen de una belleza inaceptable".
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